El caos y la bisexualidad como efecto de la feminización de la sociedad.
FUNDAMERCED
19 de abril de 2013 a la(s) 21:44
En
nuestras sociedades la interacción social ha cambiado drásticamente; y
sí, ya los hombres pueden exteriorizar sus emociones, y comportarse
grácilmente; pero esta posibilidad viene dada por el fenómeno de la
feminización de la sociedad a la que hemos estado sometidos, y que
podría desembocar en una especie de masiva “sodomización”.
Hasta
ahora, tanto la identidad sexual como la orientación sexual del sujeto
debían guardar correspondencia con el sexo biológico del sujeto del cual
se trate; sin embargo, se supone mucho más decisivo su derecho a
expresarse como quiera, lo cual es de libre elección: De allí que se
pueda escoger no sólo entre la expresión masculina o la expresión
femenina, sino también entre la andrógina.
Pero todo esto nos conduce
inevitablemente al caos, a la anarquía. Por vía de ilustración: Luego
que la comunidad LGBTi reivindique los derechos que reclama, obteniendo
reconocimiento al matrimonio igualitario y al derecho de adoptar, esas
reivindicaciones serán reclamadas igualmente por otras subculturas, como
sería el caso de los sadomasoquistas y el de los pedófilos. Sin ser
tán drástico, otros parafílicos merecerían obtener igual reconocimiento
respecto a sus derechos, y de este modo quienes permiten que su propia
esposa mantengan relaciones sexuales con otros dejarán de ser objeto de
burla y de afrenta social, pues el tribadismo deberá ser aceptable
socialmente, así como la poligamia, la poliandria y hasta la
prostitución, en todas sus formas y modalidades. Desde luego, sí como
sociedad ignoramos qué somos una “sociedad” y cómo preservarnos cómo
ente social, e ignoramos igualmente qué hemos de preservar y transmitir
para la perpetuación de ese ente social, ocurre que dejará de existir
nuestra “sociedad” tal cómo la conocemos, y podría convertirse
entonces en regla el vivir en una especie de matriarcado, dónde sea
irrelevante la figura paterna y dónde hasta para resolver cualquier
problema basten caricias, abrazos o relaciones sexuales, tanto para
dirimir cómo para evitar conflictos, dado que será execrable toda
agresividad y toda forma de violencia…pero así viven unos chimpancés pigmeos, los bonobos,
los monos bisexuales…sería involución!
Por tanto, para garantizar
tanto la existencia como la perpetuación de toda sociedad, el
comportamiento manifiesto dentro de ese ente social debe regirse por
determinados parámetros,y estos parámetros ser observados estrictamente
por todos los miembros de esa sociedad. No obstante, cada quién puede
expresarse libremente, y sí quiere expresarse en modo distinto al de su
propio sexo biológico, es libre de hacerlo; acotaríamos nosotros, podría
expresarse libremente siempre que no transgreda esos parámetros ya
aludidos. De allí que notemos exista cierto relajo en las costumbres
sociales de nuestras sociedades; y que aquello que denominábamos “las
buenas costumbres” brille por su ausencia. Hasta no hace mucho,
resultaba difícil “expresarse” libremente; los roles sociales eran
sumamente respetados; ahora no, y debido a ese relajo cualquiera puede
ahora reunirse con su “mejor” amigo a degustar un buen vino, mientras
comparten haciendo origami y departen impresiones sobre tejido con dos
agujas. Por supuesto, en la Noche de Fin de Año, se tomarán fotografías
uno al lado del otro, chocando copas, brindando…! Reitero, existe la
libertad de expresión sexual y quienes quieran puedan ejercerla, a su
libre albedrío, aún cuándo ello suponga disconformidad con su propio
sexo biológico, pero este relajo conducirá inevitablemente al caos
social.
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