PRESENTACION
El fenómeno
criminal es un objeto cuyo estudio ha sido abordado desde diversas
perspectivas, y desde diversas disciplinas científicas; aún más, respecto a su
etiología y respectiva prevención, ha sido abordado igualmente hasta desde las
más disímiles perspectivas y desde los más absurdos prejuicios. Empero, el fenómeno criminal está allí, incólume,
inconmovible, sin ni siquiera resultar afectado por las acciones que sean
adoptadas y ejecutadas como políticas públicas en materia de prevención de
criminalidad.
En cuanto a
explicaciones respecto a la etiología criminal, sólo en Criminología son
numerosas las Escuelas y Corrientes que han procurado establecer esa criminogénesis;
y podríamos distinguirlas y diferenciarlas entre sí en cuanto a su enfoque o en
cuanto a la ideología que las orienta. Empero,
al ser sometidas a análisis, ocurre que ninguna de esas explicaciones resulta absolutamente
válida, dado que ni siquiera son válidas en relación a determinados grupos de
individuos; sin embargo, en conjunto, conforman un valiosísimo acervo que nos
permitiría determinar, en principio, por qué algunos individuos delinquen y
otros no; es decir, por qué algunos sujetos pasan al acto criminal, ejecutándolo,
y otros no.
Por
consiguiente, nos proponemos entonces establecer cuál es ese elemento o factor
concomitante sin cuya existencia sería inexistente el fenómeno criminal, pero
deduciéndolo de ese bagaje de teorías ya formuladas hasta la presente fecha;
mientras tanto, nos ocuparemos de una de las facetas de ese fenómeno criminal,
el bullying o violencia escolar; y centraremos nuestra atención en esa faceta
debido a que el bullying está correlacionado tanto con el mobbing como con la
violencia, variables de orden biológico éstas que pueden ser modificadas y
controladas en virtud de una adecuada socialización del sujeto, tal cómo quedó
demostrado en diversos estudios sobre ecología del comportamiento, y que en
definitiva también derrumbarían los falsos mitos creados en torno a la noción
de la “sociedad criminógena”: La proclividad criminal no está determinada por
el entorno; influye, pero no lo determina.
De modo
pues, recopilaremos en este blog información acerca de las tres facetas ya
señaladas, mobbing, bullying y violencia escolar; y a través de la
interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad esperamos hallar ese elemento o
factor concomitante que por sí sólo provoca el surgimiento del fenómeno
criminal.
Por
supuesto, agradecemos de antemano sus comentarios.
FUNDAMERCED
Movimiento Criminogénico Tradiccionista
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