¿Se puede enseñar a ser compasivo?
Jueves, 26 de diciembre de 2013
La gente puede ser entrenada para tener mayor voluntad de ayudar a otros.
¿Le cedería su asiento a alguien
que no puede mantenerse en pie o protegería a un extraño de un ataque?
Podemos decir que sí lo haríamos, aunque no siempre lo hagamos. ¿Acaso
es parte de la naturaleza humana o podemos aprender a ser amables?
Una mañana de marzo de 1964, una joven llamada
Kitty Genovese, de regreso a su apartamento en Nueva York, fue atacada y
asesinada por un asaltante armado.
Según informes de prensa de la
época, decenas de vecinos vieron el asesinato que tuvo lugar justo
frente a sus ventanas, pero nadie acudió en su ayuda.
El destino de Genovese, afirmaron, fue un
símbolo de la sociedad fría y descuidada que terminamos por habitar y
trazó un cuadro sombrío de la decadencia social.
Aunque los detalles precisos han sido puestos en
duda, el caso llegó a representar lo que los científicos sociales
llaman "el efecto espectador" o el "dilema del voluntario".
La teoría sugiere que cuando estamos rodeados de
otras personas, nos volvemos menos propensos a intervenir y ayudar a
nuestros semejantes.
No obstante, investigaciones en Estados Unidos y
Reino Unido están evaluando si este tipo de comportamiento está
cableado en nuestra naturaleza o si se puede modificar mediante la
formación.
La importancia de la compasión
En un experimento reciente, un equipo de científicos de la
Universidad Northeastern, en Boston, promocionó una sesión de meditación
y reclutó a un grupo de voluntarios. La mitad de los encuestados entró a
las sesiones, mientras que a la otra mitad se le dijo que estaba en una
lista de espera.
Para aquellos que asistieron, el curso constó de
varias formas de meditación sobre la compasión, la cual tiene sus
raíces en el budismo tibetano. En esencia, las clases fueron diseñadas
para estimular a la gente a enfocarse en las características comunes en
lugar de sus diferencias, dice el profesor de psicología social David
DeSteno, que ayudó a llevar a cabo la investigación.
Una vez que las clases se completaron, todos los
encuestados -incluyendo aquellos que estaban en la lista de espera-
fueron sometidos a un test en el mundo real que ellos no sabían que
estaba ocurriendo.
Uno a uno, fueron llamados para una reunión.
Antes de que la reunión diera inicio, entraron en una sala de espera con
tres sillas. Dos fueron ocupadas por actores, lo que llevó a los
participantes a sentarse en la tercera.
"Después de un par de minutos, una mujer empezó a
andar en muletas, haciendo una mueca de dolor y luego apoyándose en la
pared. Los actores miraron hacia otro lado y se quedaron en sus sillas
", dice DeSteno.
Entre los que habían recibido el entrenamiento
de la compasión, cerca de la mitad se puso de pie para ofrecer su silla a
la mujer. Y entre los que no lo había hecho, la cifra fue de sólo 15%.
Concluyeron que nuestra voluntad para ayudar a
los extraños es flexible y puede ser moldeada por pequeños cambios en la
percepción.
"El argumento subyacente en todo esto es que si
podemos hacer que la gente vea las similitudes en lugar de las
diferencias, su voluntad de ayudar aumentará", sostiene.
¿Y si se tienen superpoderes?
En el norte de California, otro grupo de investigadores ha recurrido a
la realidad virtual para investigar lo que nos hace ayudar a otras
personas.
"Buena parte del trabajo que hacemos se basa en
la pregunta "si le doy a alguien una experiencia virtual muy intensa,
¿cómo afectaría eso a su comportamiento en el mundo real?", dice Jeremy
Bailenson, profesor del laboratorio de interacción humana de la
Universidad de Stanford.
El equipo creó una prueba de "Superman" en la
que los sujetos se pusieron gafas de realidad virtual y fueron
depositados en una ciudad evacuada.
A algunos les dijeron que tenían poderes
sobrehumanos y tenían que entregar una inyección de insulina a un niño
diabético varado en algún lugar cercano. "Usted levanta los brazos por
encima de su cabeza para volar, y gira su cuerpo para ir en otra
dirección, al igual que Superman en el cine", explica Bailenson.
A otros participantes los llevaron a dar un paseo por la ciudad a bordo de un helicóptero para turistas.
El test de realidad virtual "Superman" fue realizado por Jeremy Bailenson y su equipo. |
Una vez que el niño fue hallado o el viaje en
helicóptero se completó, los participantes fueron sometidos a una
entrevista y no se les dijo que era parte del experimento. A mitad de la
reunión, el investigador volteó por accidente un recipiente con
material de papelería sobre el escritorio.
Los entrevistados que habían recibido poderes
sobrehumanos en el mundo virtual se apresuraron a ayudar a recoger el
desastre con mayor frecuencia que los que no los tenían, muchos de los
cuales no hicieron nada en absoluto.
Los hallazgos sugieren que mientras las personas
se sienten con más poder, mayor es su tendencia a mostrar amabilidad
hacia los demás.
El "efecto espectador"
En Reino Unido, otro estudio trató de dar un paso más allá, al introducir la idea de la agresión y la violencia en la ecuación.
Mel Slater, profesor de entornos virtuales en la
Universidad del Colegio de Londres, tenía la esperanza de recrear las
condiciones para el "efecto espectador" en un entorno controlado.
Utilizando otra forma de realidad virtual, los
participantes -40 hinchas del equipo de fútbol inglés Arsenal- fueron
puestos en una habitación cuyo suelo y la mayoría de las paredes estaban
conformados por pantallas de video.
El entorno virtual fue un pub, en cuya barra los sujetos fueron abordados y se hicieron amigos de un cliente virtual.
En algunos casos el cliente aparecía con ropa
común y corriente y en otros era otro hincha del Arsenal que participaba
en una discusión sobre los resultados recientes del equipo.
Tras unos cuantos minutos, un segundo bebedor
virtual aparecería y empezaría a abusar del nuevo conocido de los
participantes, primero de forma verbal y luego, de forma física.
"En ambos casos registramos el número de veces
que el sujeto intentó intervenir, tanto físicamente como de forma
hablada", dice Slater.
Aunque se acababan de conocer, los participantes
salieron en ayuda de su compañero hincha del Arsenal mucho más a menudo
de lo que hicieron por el desconocido que no era hincha.
Un pub hecho en realidad virtual para estudiar el "efecto espectador". |
Mirar hacia el largo plazo
Toda la vida social implica compensaciones entre ganancias a corto plazo y largo plazo. Lo que nos interesa es cómo podemos empujar la mente a mirar hacia el largo plazo."
David DeSteno - Universidad Northeastern, Boston
"Es más complicado que eso", dice Slater. "Se trata también de lo mucho que nos identificamos con los demás".
Los resultados del trabajo de su equipo tienen
ecos en el de DeSteno en Boston. Éste concluye que buscamos "cualquier
registro de similitud" al tomar decisiones sobre a quién ayudar.
"Toda la vida social implica compensaciones
entre ganancias a corto plazo y largo plazo. Lo que nos interesa es cómo
podemos empujar la mente a mirar hacia el largo plazo", dice DeSteno.
¿Cree que Genovese realmente podría haber sido salvada si sus vecinos hubiesen sido entrenados en la compasión?
"No tenemos los datos, así que no lo podemos
decir con seguridad", afirma. "Pero mi corazonada es que sí, que
probablemente habría aumentado su voluntad de ayudar".
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Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/12/131216_navidad_ensenar_amabilidad_msd.shtml
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