LOS AGHORI, secta hindú:
Santones necrófagos
Los Aghori son una secta hindú devota del dios hindú Shiva, en su forma de
Señor Bhairava, derivada de los ascetas sadhus; se distinguen de los sadhus por sus ritos dirigidos a la diosa Khali, caracterizados por prácticas de canibalismo postmortem (necrofagia), consumo de bebidas y alimentos aderezadas o preparadas con diversas sustancias estupefacientes, coprofagia y urofagia, y escandalosas prácticas tántricas de carácter sexual con prostitutas en los crematorios; además, andan desnudos, cubiertos con andrajos (provenientes de los sudarios de algún muerto) y con el cuerpo cubierto con cenizas de restos humanos, con las cuales se enbardunan constantemente, para así parecerse al Dios Shiva; tienen el pelo sucio y despeinado, engreñado. Su nombre deriva de un vocablo sánscrito, अघोर, conformado a su vez por dos palabras; "a", que significa "ausencia"; y "ghori", que significaría "oscuridad de la ignorancia"; denotando así etimológicamente "ausencia de oscuridad", o "luz" o "plenitud de conciencia".
Como devotos de Shiva, los aghori creen en la liberación de los ciclos de reencarnación, pero suponen que ese estado de liberación o nirvana es alcanzado al fundir su propia identidad con la realidad, o maya, o no dualidad, la ilusión. Llevan una vida de extremo ascetismo y de gran espiritualidad, meditan constantemente, practican yoga; pero en su propósito de trascender, alteran deliberadamente sus propios estados de conciencia, consumiendo alcohol y sustancias alucinógenas o psicotrópicas; y para romper con la percepción de la naturaleza ilusoria de la realidad, y así demostrar que todo es perfecto y que nada es profano, por cuanto todo es sagrado, consumen carne humana putrefacta y hasta inmundicias, tanto humanas como animales. Todo lo que existe es perfecto -afirman-, y negar la perfección de algo implicaría negar la perfección de Shiva, quién es el responsable de todo lo que es y no es, sea en sus condiciones, sea en sus causas o en sus efectos.
Para realizarse plenamente, los aghori creen que deben entrar en la oscuridad total por todos los medios, para así hallar la luz, el nirvana; que deben evitar a toda costa el renacimiento, que deben romper el ciclo de reencarnación. Por ello, suponen que deben acoger en sí mismos la contaminación y la degradación de sus propios hábitos, medio necesario para negarse a sí mismos y aniquilar de sí mismos los apegos y aversiones que les han sido transmitidos culturalmente. La capacidad que les permitiría evitar el renacimiento la obtienen invocando mediante rituales a la Diosa Khali, que incluyen el uso de cadáveres como altar o "muebles" para meditar, además de servirles de alimento. Es por ello que viven en cementerios, crematorios o en las riberas del Rio Ganges, acechando por la aparición de algún cadáver, para los fines ya aludidos.
Debido a sus prácticas de canibalismo y de sexo desaforado, sus constantes costumbres de consumir e inhalar alucinógenos y psicotrópicos, y sus permanentes estados de trastornos mentales provocados deliberadamente y sus estrafalarias formas de vestir, que incluyen el portar cráneos humanos que utilizan como vasijas o el adornarse con cenizas humanas embardurnadas en el cuerpo, los aghori están segregados socialmente, son repudiados hasta por otras sectas hindués y no pertenecen a ninguna casta social; están excluídos socialmente, son discriminados socialmente. Sin embargo, son estimados por suponer que poseen dones sobrenaturales para sanar, debido a que por el estado superior de sus mentes y cuerpos, son capaces entonces de transformar la contaminación en salud, y a ellos acuden masivamente para obtener la cura a diversas dolencias y enfermedades.
El peculiar estilo de vida de los aghori constituye evidentemente una libre expresión qué es tán digna de respeto como cualquier otra, y que no podrían ser discriminados en modo alguno, aún cuándo pudiera parecer aborrecible o repudiable a quienes resulte extraño o repugnante el estilo de vida de éstos, dado que en su condición de seres humanos merecen gozar y disfrutar de los derechos y garantías consagrados a todo habitante de este planeta Tierra en virtud de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
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Ref. A Los AGHORI, secta hindú, santones necrófagos., Es la 2da, vez que paso por aquí y no veo el comentario anterior q dejé, de encontrarlo lo adjuntaré. Por lo pronto, solo puedo ratificar mi posición que no es mas que permitirles dejar ser dentro de su mundo y sus propios limites sin que irrespeten el mio que también es el de muchos, el de la vida.
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