Photographer: CoSurvivor
Date taken: 2012-09-21T14:10:38Z
Date posted: 2012-11-28T00:00:00Z
Camera Make: Nikon
Camera Model: NIKON D7000
Shutter speed: 1/30
Aperture: f/5.6
The Aghori are a Shaivite Hindu sect mostly composed of ascetic sadhus. The Aghori ascetic is himself a symbol of the God Shiva in Shiva's form as Bhairava. The main symbol which makes him distinct from other sadhus is the skull cup he uses as a begging bowl. He goes naked or wears the shroud of a corpse, covers himself in the ashes of the cremation ground and always has his hair disheveled or in matted dreadlocks. If an aghori uses a corpse as part of his ritual worship, it is a symbol of his own body, and the corpse-devouring ritual is a symbol of the transcendence of his lower self and a realization of the greater, all pervading Self that is universal consciousness. Another symbol of the Aghori, which ties him to the affiliation of Bhairava and links aghoris together with other Saiva and Sakta traditions, is the trident. The three pronged trident staff in Tantric Hinduism, which aghoris follow, is a symbol representing the three constituents with which Shiva and Shakti first created the universe: iccha shakti (power of will/desire/intention), jnana shakti (power of knowledge - the preconceived architectural design of the universe), and kriya shakti (the power of action).
The staff part of a trident in Hinduism represents the human spinal cord, of which the sushumna nadi runs along. The sushumna nadi is the main nerve current, or meridian, in the human body which is the track that the kundalini energy rises up, bringing the Aghori or yogi, or meditation practitioner into full spiritual enlightenment, nirvana, or more precisely nirvikalpa samadhi.
Aghoris base their beliefs on two principles common to broader Shaivite dogma: that Shiva is perfect (omniscient, omnipresent, omnipotent, etc.) and that Shiva is responsible for everything that occurs – all conditions, causes and effects – in the phenomenal universe. Consequently, everything that exists must be perfect, and to deny the perfection of anything would be to deny the sacredness of all life in its full manifestation, as well as to deny the supreme being and the demigods' perfections.
An Aghor aspirant performs a “ghor tapasya” (very severe penance or self-mortification). During this period, he lives a shelter less and means less life in total isolation, completely detached from the worldly affairs. He does not care at all about his own physical conditions. His only mission during this period is to experience and realize that divine power, the “Shakti”. This kind of severe “Tapasya” is known only in Aghor tradition. This is how an Aughar attains a spiritual elevation. Aughar is actually a high stage in seekers life when all rules are finished. It is the highest discipline, without any worldly discipline. Contrary to accepted practice for religious sects, Aughars have no rules for eating, sleeping, cleanliness or wearing particular robes. For them there is no difference between the water in the gutter and the sacred water from the Ganges river. For them there is no difference between a diet of pure fruit and vegetables and the decayed flesh of dead animals. They are above good and bad.
Al menos cuarenta colegios han sido juzgados ya en España por obviar casos de acoso escolar
El acoso escolar da el salto del patio de recreo a los tribunales de Justicia.
Los padres demandan indemnizaciones a los colegios por daños y perjuicios.
Los jueces condenan solo si tienen pruebas de que no se frenó el maltrato.
Las multas que les imponen, muy dispares: de 2.000 a 30.000 euros.
Aumentan los acuerdos extrajudiciales para evitar una sentencia condenatoria.
"Económicamente
no compensa, pero hay que denunciar", cuenta Mónica, que ha logrado la
mayor conciliación judicial por un caso de acoso.
A. LARRAÑETA 18.03.2013 - 11:11
Ocho años después de que la sociedad despertara de golpe al problema social del acoso escolar
—con el salto mortal de la muralla de Hondarribia (Guipúzcoa) de Jokin
Zeberio, un chaval de 14 años que no aguantó más las afrentas, burlas y
agresiones de sus compañeros de clase— este grave asunto llega cada vez con más frecuencia a los juzgados.
"La litigiosidad en el acoso escolar avanza al ritmo
que crece la sensibilidad social", explica Pedro González, un abogado
madrileño cuyo teléfono no deja de sonar estos días. Al otro lado de la
línea, padres muy preocupados con el sufrimiento de sus hijos, que se
sienten machacados por sus compañeros de clase.
En España ya existe jurisprudencia en la responsabilidad civil de los centros educativos ante el acoso escolar Si llaman tanto al despacho de González es porque este letrado madrileño consiguió que el colegio privado Amor de Dios de Alcorcón
(Madrid) indemnizara con 24.000 euros a una familia tras incumplir el
"deber de cuidado" de un alumno de 10 años ante "una situación de acoso
que toda la clase y los profesores conocían", como especifica la
sentencia. Y este mes de enero logró que el colegio concertado Ramar de Sabadell (Barcelona) accediera a compensar con 30.000 euros a otra familia por un caso idéntico.
En España ya existe jurisprudencia en la
responsabilidad civil de los centros educativos ante el acoso escolar.
Los centros pueden ser condenados por omisión del deber de cuidado y al
menos cuarenta colegios han visto sentarse a la dirección en el
banquillo de los acusados por mirar para otro lado ante las situaciones
de acoso. Muchas escuelas han recibido sentencias condenatorias, otras
han elegido la conciliación y evitar el proceso judicial. En su mayoría
son centros concertados o privados. Los litigios con la escuela pública
se dirimen en lo contencioso administrativo, un ámbito más complejo para
reclamar.
Los juicios a colegios, casi todos posteriores al año 2000, demuestran que "a los jueces no les tiembla el pulso"
a la hora de condenar si se acredita que profesores, tutores y
directores hicieron caso omiso o permitieron que un compañero sufriese
vejaciones continuadas de sus iguales, explica la abogada catalana Nuria
Rebón, experta en denuncias de acoso.
Prevalencia del acoso escolar
La muerte del adolescente Jokin Zeberio, en septiembre de 2004, marcó
un antes y un después en la consideración social del acoso escolar. Ese
día los abusos entre iguales dentro de la escuela dejaron de considerarse "cosa de críos".
Los estudios más fiables, como el Cisneros X de 2007, aseguran que el 23% de los alumnos en España han sufrido alguna vez hostigamiento continuado
por parte de compañeros. Las situaciones más graves —que se metan con
ellos hasta llorar o les peguen— suman un 4%. Las edades más
conflictivas, de los 11 a los 14 años.
Con todo, ocho años después de la muerte de Jokin, ni Educación ni
Interior aportan dato alguno sobre el número de casos de acoso que se
dan al año en España. La Fiscalía de Menores a penas dedica ocho líneas
al acoso escolar en su memoria de 2012. Y este tipo de agresión no está tipificado como delito.
El 23% de los alumnos en España han sufrido alguna vez hostigamiento continuado La fiscalía percibe, sin aportar datos, un "continuo descenso" de los casos de acoso escolar gracias a las actuaciones preventivas de los colegios y a su vigilancia de la violencia en el ámbito escolar.
Ferrán Barri, presidente de SOS Bullying, ONG creada en 2004, opina
que "si bien antes había una negación total del acoso, los planes de
convivencia de los centros educativos abordan ahora mejor la situación. Se trabaja más en la prevención y en la detección precoz, pese a que hay bastantes casos todavía en los que no se actúa correctamente", añade.
Encarna García, de ACAE (Asociación contra el Acoso Escolar), es
bastante más pesimista y subraya que hay excepciones honrosas entre los
centros educativos, pero la mayoría "no saben cómo afrontar el acoso o no quieren ver este problema".
Denuncias a los centros
R. tenía 9 años cuando empezó a sufrir burlas de un grupo de
compañeros de su clase. Burlas que derivaron en agresiones verbales,
aislamiento y palizas. Su madre explica que R interiorizó que ese "era
el papel que le tocaba jugar en la pandilla". Pero la violencia fue a
más y R. cayó en depresión, dejó de comer y sentía pavor al ir a clase.
Los padres intentaron cortarlo de raíz. Hablaron con los maestros, con
la tutora, con dirección. Todo fue en balde. Los compañeros de R "le
regalaron una paliza" el día de su 11 cumpleaños y sus padres decidieron
cambiarle de colegio e interponer una demanda contra el centro
educativo, el Ramar de Sabadell, por daños y perjuicios.
Los niños menores de 14 años son inimputables, lo que hace que los
padres una vez han agotado todas las vías administrativas para poner fin
al acoso de sus hijos se inclinen por denunciar a la escuela por omisión del deber de cuidado.
"Cada vez más padres van a los tribunales porque hay más conciencia de que se debe denunciar",
explica la abogada Rebón. También Araceli Oñate, inventora de una
herramienta para calibrar el grado de acoso al que es sometido un niño
muy utilizada en los peritajes, opina que la juidicialización del acoso
"es una tristísima realidad, creciente ante el silencio administrativo".
Cada vez más padres van a los tribunales porque cada vez hay más conciencia de que hay que denunciar De las primeras condenas que se hicieron públicas, la más famosa es la del Colegio Suizo de Alcobendas
(Madrid). Un juez de primera instancia desestimó la denuncia de los
padres, pese a que obraban en su poder vídeos probatorios del acoso.
Recurrieron y la Audiencia Provincial condenó al centro privado a la
multa más alta impuesta hasta la fecha en Europa, 30.000 euros.
La primera condena a un centro de titularidad pública recayó en el C.
P. de Hellín. Un juez impuso a Castilla La Mancha una multa de 2.000
euros, más los gastos del psicólogo, para la familia de una exalumna de
10 años. El juez destacó en la sentencia la actitud "omisiva y en ocasiones permisiva" ante los malos tratos psico-verbales recibidos por la niña.
El último centro en ser sancionado, el Ramar, pactó en enero abonar 30.000 euros para evitar el juicio, no sin antes reconocer ante el juez su responsabilidad en el maltrato continuado del exalumno R.
"Estamos ante un fenómeno nuevo, que crece, y que si no despega es por el freno de una justicia muy cara", destaca Ferran Bullí, de SOS Bulling.
Litigar sale caro
Denunciar el acoso escolar cuesta mucho dinero.
Mónica, la madre que se enfrentó al colegio Ramar de Sabadell, tuvo que
ampliar la hipoteca. Ella obtuvo la mayor indemnización extrajudicial
por un caso de acoso (30.000 euros), pero echando cuentas descubrió que
se había gastado 22.000 euros entre "abogados, procurador, informes,
psicólogos y desplazamientos..."
Las multas o compensaciones que imponen los jueces en este tipo de
casos son todavía, a juicio de los abogados, demasiado dispares.
Llamativamente se toma de guía las indemnizaciones por accidente de tráfico, pero en las sentencias estudiadas la compensación oscila entre los 2.000 y los 30.000 euros.
Sin embargo, denunciar no siempre significa ganar. El abogado Pedro
González avisa: solo lleva a juicio una cuarta parte de los casos que
le llegan. "Si el juez no lo ve claro no habrá condena",
explica. Les ha ocurrido recientemente a dos familias, que han perdido
sendos litigios contra los colegios Joan Pelegrí, en Barcelona, y los
Maristas, en Madrid.
Si se le pregunta al abogado sevillano Gregorio Martinez Tello
—especialista en responsabilidad civil— si judicialmente se acabará con
el acoso escolar, Martínez Tello contesta:"¿Acaso ha acabado el código
penal con los asesinatos? Denunciar debe ser el último paso. Primero
está la detección precoz y la prevención", insiste. "Pero estas sentencias ayudan a que los centros pongan toda la carne en el asador con el acoso", remata. Su colega González coincide: "Las condenas suponen un toque de atención a los colegios".
Los directores del Colegio Suizo y del Ramar declinaron hablar para 20minutos.es.
Un portavoz jurídico de la compañía religiosa dueña del colegio Amor de
Dios, centro condenado por "tolerar el maltrato", sí reconoce que "la
herida aún sigue abierta" en su comunidad educativa, que la sentencia ha
producido un efecto llamada y ahora afrontan varias denuncias
similares. Sin embargo, admite también que conllevó la implantación de
un plan de detección precoz del acoso en los 23 centros educativos de la
congregación".
¿Cómo identificar el acoso escolar?
Para determinar si un colegio ha sido negligente en su actuación es preciso demostrar que el acoso ha sido persistente en el tiempo, de la suficiente gravedad y en el ámbito de vigilancia y control del centro escolar.
Según la especialista Araceli Oñate cada vez hay más denuncias en las
consejerías de Educación y "escandalosamente más violencia en las
aulas". Para Oñate, "la institución educativa ha aprendido que es más
rentable excluir a un alumno que admitir la realidad" denuncia. De
hecho, en el 99% de los casos es el niño acosado el que deja el centro escolar, no sus agresores. "La mayoría de los traslados se producen precisamente ahora, a mitad de curso", expone.
Oñate cree que existe una negación institucional que
hace que los padres terminen recurriendo a los juzgados. En su opinión,
Educación se ha puesto del lado de las conductas del maltrato por falta
de acción y advierte: "Los niños acosadores que no son corregidos a
tiempo salen como verdaderos depredadores al mundo laboral, familiar y
social".
El metilfenidato -la cocaína de los niños- es un asunto de salud pública
Miguel JaraPublicada el 14-03-2013 13:48
La Interpoltrabaja para la industria farmacéutica persiguiendo a quien vende en internet copias de sus productos. El top manta farmacéutico perseguido. Desde luego no les va a faltar trabajo pues existen infinidad de webs en las que se venden drogas legales de manera ilegal.
Sitios que facilitan la compra de, por ejemplo, metilfenidato -utilizado para tratar el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)- y otros psicofármacos con capacidad adictiva por internet sin receta.
Claro que las policías del mundo tienen un conflicto de interesas brutal pues al tiempo que persiguen a quienes trafican de manera ilegal con
los fármacos de Big Pharma -la gran industria farmacéutica- no pueden
evitar el conflicto entre las farmacéuticas y tanto las instituciones
sanitarias como la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos, la agencia del control de drogas ilegales.
En el centro de la cuestión está el control del metilfenidato y otros estimulantes que son objeto de abuso.
Como publica The New York Times, las compañías farmacéuticas tratan de maximizar sus ganancias y los agentes de control de drogas tratan de minimizar el abuso
por parte de personas, estudiantes universitarios, muchos de ellos, que
utilizan los medicamentos para drogarse o estar despiertos toda la
noche. El uso de estupefacientes legales, fármacos, se ha convertido en un problema de salud pública .
A tenor de lo que cuenta dicho diario, en EE.UU, las farmacias se vacían de pastillas como Ritalin o Adderall . Hacen falta más. Eso o que los fabricantes de estos medicamentos, algunos de los cuales han suscrito el acuerdo con la Interpol que comentábamos ayer, no fabrican las suficientes unidades de sus genéricos para que se compren más los de marca, mucho más caros . ¿Se entiende ahora por qué en Big Pharma están tan preocupados porque se vendan copias de sus fármacos en Internet? Pierden mercado .
Lo más preocupantes es que el metilfenidato es similar en acción a la cocaína y no hay estudios de medio a largo plazo que demuestren su efectividad y su seguridad. Muchas personas lo consumen durante años. Está claro que es legal drogar a niños con sustancias de igual acción que otras [pero] que si sus padres traficaran con ellas sería ilegal .
Construyendo el concepto de "Pedagogía Criminológica"
Post byAgustin SalgadoOn
16 Febrero 2013 en "Criminología y Justicia"
La escuela como ente socializador sienta las bases del desarrollo
psíquico del sujeto conjuntamente con la familia, que como aparatos
ideológicos del Estado, están siendo rebasados por el fenómeno criminal
que existe a nivel global. Es así como la pedagogía criminológica surge
de la necesidad de una intervención temprana de prevención de conductas
antisociales, que mediante un fundamento ecléctico-filosófico y
teórico-científico, sienta las bases para su desarrollo y consecuente
aplicación, mediante el desarrollo de estrategias contextualizadas a
cada entorno y necesidades propias.
Desde su génesis la pedagogía criminológica está dirigida a ambientes
escolarizados, sin embargo, puede ser adaptada en casos especiales; la
prevención en este sentido no se debe limitar a determinados tópicos
formales. El sistema educativo deberá evolucionar para afrontar los
retos que implica la proliferación de conductas antisociales, cada vez
más generalizadas.
La formación proporcionada por la pedagogía criminológica deberá ser
ecuánime, compasiva e impregnada de sabiduría, combatiendo firmemente el
abuso infantil y la depresión que este fenómeno causa a las victimas,
se deben disminuir las emociones destructivas, que propician ansiedad,
angustia, miedo y actitudes egocéntricas muy acentuadas. La educación
deberá desarrollar la habilidad para que se controlen las emociones
negativas, para que no vayan más allá de lo estrictamente necesario,
disciplinándolas racionalmente para volver a tener estabilidad
emocional.
La pedagogía criminológica deberá enfocar su análisis en la
regulación de las emociones que permita equilibrio interior en el
sujeto, para que se puedan afrontar favorablemente la frustración, el
estrés y el miedo, que cada vez están más presentes en la vida
escolar; deberá evitar que la escuela propicie el rechazo de los
alumnos, por haber roto las reglas, por el contrario deberá procurar la
integración escolar, para que este individuo no “termine” con
resentimiento social, debe procurarse la sana convivencia desde las
aulas, propiciando relaciones interpersonales afectivas, respetuosas,
generando en el individuo la habilidad de un armónico actuar,
“nutriéndole” con confianza.
El fenómeno criminal se extiende cada vez con mayor intensidad en
todas las culturas. La pedagogía criminológica debe llevar a la praxis
educativa de manera global, adaptada a cada contexto cultural, surgiendo
por la necesidad estructurada de anticipación conductual nociva.
Sobre el Autor:
Agustin Salgado
Licenciado en Derecho con Estudios en Psicología Educativa
“Tú no le des a nadie, ahora si te dan, tú le das pa’ tras. Si no
puedes con las manos, le das con una piedra, con un palo o con lo que
sea. Yo no te voy a dar ni te voy a pelear si me llaman porque te
defendiste. Ahora, si yo me entero que te dan y tú te quedaste dao’,
prepárate, porque la otra pela te la doy yo.”
Fue un discurso inspiracional, de estrategia militar y de apoyo.
También era una amenazada con el más fino de los velos. Con estas
palabras dignas de “El arte de la Guerra” de Sun Tzu, mi papá me dio un
beso y me mandó al primer frente de batalla de la guerra que es la
escuela: Kinder Garden. Posiblemente esas mismas palabras la escuchaste
tú si eres de mi generación. No porque compartamos el mismo padre, sino
porque esas palabras marcaban cómo la sociedad preparaba a los niños
para las adversidades que pudieran presentar las interacciones
interpersonales. Mantén tu dignidad, respeta y exige respeto. Como en la
antigua Esparta, si tu padre veía que eras débil, haría lo más cercano a
desecharte: darte una pela.
Recuerdo que desde el principio había un nene que molestaba a todos,
Pedro Vargas. Era el terror de los matresitos para dormir. Un día se
metió conmigo y el miedo a mi papá era tanto que le metí una bofetá que
se le quitaron las ganas de joder. La maestra lo vio y se lo dijo a mis
papás, más de manera de asombro que de queja. La complicidad contra el
bullying se teñía desde aquellos días del ’89. A pesar de mi victoria
inicial contra el bullying, no mantuve dicho invicto. Según creces y te
haces más independiente de tus padres, y te importa más la imagen que
tengan tus compañeros de que no eres un llorón que va a donde tus padres
a quejarte, dejé de defenderme ante los bullies. Por suerte no pasaban
más allá de decirme gordo. Siempre fui astuto y el bullying nunca me
marcó. Uno de mis mejores amigos era el nene más grande del salón. A
veces pienso que por asociación no jodían conmigo, pues siendo chiquito y
gordo era presa fácil para bullear.
Según crecí y dejé de ser de los pendejos del salón, me volví uno de
los payasos. Para el undécimo grado era conocido por pegar vellones. Le
tenía sobrenombres por lo menos a más de 5 estudiantes de la escuela por
los que todo el mundo los conocía. Nunca fue mi modus operandi
intimidar. Lo mío más bien era tripiarlos. Así fue como me convertí en
un bully.
Había una niña en la escuela, Lucianne, que desde 4to grado, toda la
escuela le hizo bullying. Le decían que apestaba y le llamábamos “8 mil
voltios” por el pelo. La realidad es que pienso que parte del bullying
se debía a que era una niña físicamente desarrollada cuando todos
teníamos todavía dientes de leche. No significa que la envidiáramos por
su rápido desarrollo, más bien lo malentendíamos.
Yo tenía un don especial para hacerla llorar. La hice llorar más de 5
veces, la última vez a semanas de graduarnos de cuarto año. La mamá iba
a la escuela a dar las quejas y en 5to grado nos dijo que nos llevaría a
todos a la corte. La defensa de la mamá solo empeoraba las cosas.
Entonces Lucianne era la chota, y la mamá la loca que quería llevar a
unos niñitos a corte. El bullying era aceptado como algo normal, siempre
y cuando no fuera de aquel que intimidaba, del que te robaban el dinero
o te golpeaban, del que te hiciera daño físico.
Rememoro esos tiempos, todos los vellones que pegué y sobrenombres, y
el único que me hace pensar en que fui un bully fue con Lucianne. En
algunas ocasiones había maldad detrás de los chistes y los vellones.
Recuerdo que antes de graduarnos fuimos a un retiro, y uno de los
rituales era limpiarle los pies a esa persona a la que habías ofendido.
Mi intención era limpiarle los pies a Lucianne, pero cuando me tocó ya
más de cinco lo habían hecho. Lucianne tenía una sonrisa que iba de la
validación hasta la venganza. A lo mejor por eso decidí disculparme con
ella públicamente pero limpiarle los pies a otra persona.
Luego de este suceso era yo quien tenía que huirle a Lucianne. No
porque me hiciera bullying, sino porque me buscaba y se ponía en
posición de ser bulleada. De alguna forma, este tipo de interacción era
parte de la dinámica y su manera de ser parte del grupo, aunque fuera de
una manera no favorable para ella. Cuando nos graduamos, el chiste del
grupo era que un día Lucianne volvería, millonaria y hermosa, a hacernos
la vida imposible. Así como Thalía en Marimar, sólo que Lucianne iría uno por uno matándonos como V for Vendetta.
Una vez me hice maestro, pude ver el bullying desde otra perspectiva.
Por alguna razón, los niños que en los grados primarios son bullies,
crecen a convertirse en los chicos populares del salón. Tenía esta
teoría desde que estaba en la escuela y mis experiencias la validaban.
Debe ser que esos niños crecen siendo más extrovertidos, mientras que
los que son víctimas de bullying tienden a mantenerse a raya por miedo a
tener una reacción adversa por parte de sus compañeros.
Es extremadamente triste ver a los muchachos haciendo estupideces
como tirándose peos para que los demás los molesten, solo por ser el
centro de atención por unos segundos. Ver como los mandan a buscar los
balones metiéndose por un boquete en la cerca y cuando está entrando le
caen a patadas. A veces la exclusión es tanta que para ser incluidos
tienen que aceptar el rol del hazmerreir del grupo. A veces son unos
cabrones, que saben de su posición de víctimas, y tratan de montarles un
rancho a los demás para joderlos. Como maestro, la ley me exige no
dejarles pasar ni una, idependientemente de mi criterio de si es
bullying o algo momentáneo. Además, no lo dejo pasar porque a veces
siento que es la manera de expurgar mis demonios de cuando fui de cierta
forma un bully escolar.
A esta posición de víctima de bullyingno se llega de la noche a la
mañana. Mis vivencias como víctima de bullying, bully y como observador
de ello, me han llevado a la conclusión de que el bullying no es algo que
sucede un día. Al niño que un día lo molestan y lo joden está
definitivamente del mal lado de algo que no debería suceder, pero que
lamentablemente sucede y siempre sucederá. Para que sea bullying debe
ser algo sistemático. Son unas acciones que llevan a marcar al
estudiante frente a los demás como una persona débil. Muchos lo hacen
para subirse la autoestima, otros como era mi caso, lo hacían por
divertirse. Debemos ser cuidadosos a la hora de catalogar cualquier
acción e interacción como bullying.
En Puerto Rico, la noticia del momento es el caso de Swahilys, la
gorda que puso a una amiga a tomar video de cuando le da una escarpiza a
otra muchacha unas 70 libras más flaca. La razón, como en toda pelea de
jóvenes, fue por una estupidez. Un rumor de que habían hablado mal de
ella por Facebook. En un clásico caso de “dispararse uno mismo en el
pie”, el video que subió al internet para mostrarse como Reina Leona y
humillar a la víctima, resultó ser la prueba para que Departamento de
Justicia y el Departamento de Educación tomaran cartas en el asunto: Una
suspensión de 15 días del DE y una estadía tras las rejas cortesía del
Departamento de Justicia y un juez.
¿Se merece esta muchacha estar tras las rejas? Ciertamente, por
agresión. ¿Fue bullying lo que cometió? Una parte sí lo fue y otra no.
De las noticias se desprende que estas dos muchachas eran buenas amigas y
hasta estudian en el mismo salón. Partiendo de la premisa de que solían
ser buenas amigas, podemos descartar que la gorda (Swahilys) haya
estado bulleandola. No hay una coerción sistemática en el
momento en que le da la golpiza. Por lo tanto, el evento de la pela no
es bullying. Es una agresión bochornosa. Cuando se convierte en bullying
es cuando la gorda lo sube a Facebook. En ese momento se vuelve una
situación de humillación sobre la cual la víctima tiene menos
posibilidades de hacer algo (en la pela existía la oportunidad de un
golpe de suerte). Está buscando perpetuar la pela y que otros se unan a
ella en la ridiculización hacia la víctima. Esto es lo más alarmante.
Esa muchacha no iba a subir ese video si no entendiera que iba a
gozar de la aprobación de sus pares. Esto nos demuestra cuán común y
aceptado es que le den una pela a otro y se lo muestre a los demás para
ser adulados. Y seamos sinceros, ¿a cuántos de nosotros no nos encantaba
estar presente cuando se formaban las peleas? ¿A cuántos de ustedes no
les gustaba que todos vieran y supieran en las ocasiones en que salían
por la puerta ancha? El problema es que con la tecnología también somos
partícipes los que la edad nos enseñó que esto no es algo bueno aunque
sea normal. Son partícipes los millones de puertorriqueños y personas a
través del mundo que han sido víctima de bullying y reviven esas
experiencias. Somos nosotros los adultos los que hemos llevado a esta
muchacha a ser condenada como una abusadora. Esto no nació ni salió de
la víctima, por lo que no ha existido ningún empoderamiento de su parte.
Los padres tienen un problema con los hijos pues no verifican lo que
hacen éstos en sus computadoras. Estos es irónico porque mi generación
era la que navegaba el internet sin el entrometimiento de los padres ya
que no dominaban la tecnologia. Sin embargo, nunca nos metimos en los
lios en los que se mete esta generacion en la que los padres conocen de
las redes y tienen todas las herramientas para monitorearlos. Tampoco se
les puede echar toda la culpa, pues a los hijos hay que darles espacio y
dejarlos crecer. La linea entre control y sobreprotección es bien fina.
Sin embargo, parte del bullying es porque así se crian. Ven que los
padres todo lo resuelven con golpes y actúan de la misma forma.
Los patios en las escuelas tienen sus propias reglas, al igual que
las cárceles. Los tiempos en que alguien podía grabar la pelea (aunque
esto no fue una pelea) y postearla al internet, se acabaron. Estoy
seguro que como están los que velan porque nadie se meta mientras dos se
caen a puños, estarán los que velen para que no haya nadie grabando.
Grabar será equiparado con el chota, y se las verá feas con los demás,
porque no solo quedarán retratados los gladiadores, sino que los
incitadores también sufrirán las consecuencias de salir en el video. Así
que los que piensan que haciendo un ejemplo de Swahilys lograrán
erradicar las agresiones, sepan que lo que se ha logrado es que estén
más pendientes y sean más astutos al cometer estos actos.
Horita dije que tenemos que tener cuidado en calificar todo como
bullying. Ahora cuando un muchacho le dice a otro “gordo” o una le dice
“puta” a la otra lo van a calificar de bullying. La realidad es que este
tipo de comportamiento siempre va a suceder. No olvidemos que los seres
humanos somos animales. Así como dos tigresitos van a jugar físicamente
para ver cuál es más fuerte, también los seres humanos lo hacemos de
otras formas. La realidad es que si cada vez que alguien le dice algo a
otro vamos a ir corriendo a socorrerlos lo que vamos a crear es una
generación de llorones. Aunque suene fuerte, estas interacciones son
buenas para crear carácter. El bullying debe ser visto como tal cuando
son agresiones físicas constantes, cuando psicológicamente te están
jodiendo con la intención de empequeñecer tu auto-valor, cuando la
coerción es inquebrantable. Al que comete bullying se le debe tratar
como victimario y darle un castigo, pero también necesita que lo vean
como víctima. Necesita ayuda para entender la razón de por qué su
conducta está mal.
El discurso de mi papá aún lo veo válido. La mejor manera de acabar
con el bullying es a través del empoderamiento. Un buen bofetón a tiempo
va a detener la pendejá. Es más, joven que me lees, si eres víctima de
bullying y el bully es más grande y fuerte que tú que se joda: zúmbale
el primer puño. Te van a dar una pela, pero él sabrá que no puede joder
contigo sin a) Llevarse un buen cantazo b) que los mayores se enteren y
también lo suspendan. Ganarás respeto al instante, porque no se trata
de ganar, se trata de darse a respetar.
¿Qué pasó con Lucianne? Pues les cuento que hizo un doctorado en
Harvard en algo que tiene que ver con ciencias bien avanzadas, creo que
bioquímica. La última vez que alguien me dijo algo de ella, me contó que
“había rebajado un montón y se había puesto bien bonita”. Nuestra
profecía cada día se hace más cierta.
Mi nombre es Gazoo Starr, besos a los que me recuerdan y flores al
que ya me olvidó. Si algún día muero víctima de algún brebaje
desconocido o una manera elaboradada, quiero que usen este artículo como
evidencia de que a través del bullying, a la larga, solo se consigue
cosas malas y enemigos que en un futuro podrían ser poderosos.
P.D. Si eres adulto y te “bullean”, eres un mamabicho. En especial si
te bullean desconocidos. Crece un par de cojones y no seas llorón.
P.D.2 Si quieres hacerme cyberbullying lo puedes hacer a través de www.twitter.com/GazooStarr
About the Author: Gazoo Starr
Creador y fundador del mejor blog de Puerto Rico: La Letrina. Maestro
de profesión y machinero en fiestas patronales de vocación. Gazoo Starr
es un camuyano comprometido con las causas menos nobles del país. Puedes
contactarlo a través de Twitter @GazooStarr.
Mucho me temo que con estas declaraciones el
ministro de Justicia muestra desconocer qué es la justicia. El derecho
no se ha establecido para reconocer afectos, entre los cuales está el
amor, sino en la medida en que de ellos surgen relaciones jurídicas.
11/03/13 12:43 PM
Pedro María Reyes Vizcaíno
Sacerdote, Editor de Iuscanonicum.org
Menudo revuelo han causado las declaraciones de Alberto Ruiz-Gallardón sobre el matrimonio de los homosexuales.
Como se sabe, en respuesta a unas declaraciones del ministro Jorge
Fernández, Gallardón afirmó que «allí donde haya amor está plenamente
justificada la unión de dos personas», y que «los poderes públicos deben
crear instrumentos adecuados para que esa voluntad de encuentro tenga
sus efectos jurídicos y desarrollo en una sociedad avanzada y
democrática como es la nuestra».
Mucho me temo que con estas declaraciones el ministro de Justicia
muestra desconocer qué es la Justicia. El Derecho no se ha establecido
para reconocer afectos, entre los cuales está el amor, sino en la medida
en que de ellos surgen relaciones jurídicas. Pero los afectos en sí
mismos no son realidades jurídicas.
Por eso nadie se debe extrañar de que el Código Civil, cuando habla
de las relaciones entre padres o madres e hijos, se muestre frío y
racional pareciendo incluso mezquino, porque se dedica casi enteramente a
hablar de las pensiones de alimentos, la herencia y temas similares.
Nadie que busque proclamaciones sobre el amor que se deben profesar los
padres o las madres y los hijos acude al Código Civil.
O por poner otro ejemplo, a la amistad, siendo un afecto tan común en
cualquier sociedad, no se le dedica ni un artículo en el Código Civil.
Tampoco al amor entre un hombre y una mujer le debe dedicar el Derecho más atención que la que se corresponde a las relaciones de
justicia que surgen de él. La diferencia con el afecto que se demuestran
dos homosexuales (dejamos de lado el aspecto moral de la cuestión) es
que del afecto de un hombre y una mujer surgen relaciones de justicia
porque el amor de un hombre y una mujer está abierto potencialmente a la
descendencia, mientras que del amor de dos hombres (o dos mujeres), por
ley natural incuestionable, nunca vienen los hijos. Por ello en el amor
entre un hombre y una mujer entra el derecho para reconocerlo, con
ciertas condiciones. Mientras que en el afecto entre dos homosexuales no
hay necesidad de reconocer nada: porque ¿qué efectos jurídicos puede
tener que dos hombres se acuesten juntos? ¿Acaso de ahí surgen
relaciones de justicia? Por lo tanto, para un jurista el amor de dos
homosexuales es irrelevante.
No pocas veces se está tratando la cuestión del afecto entre los
homosexuales como si fuera una especie de premio jurídico llamar
matrimonio a su amor. Haciendo ello, se erosiona el sentido mismo del
derecho: al jurista lo que le interesan son las relaciones de justicia.
Quien quiera encontrar palabras para alabar el amor de dos personas,
debe leer un libro de poesía, no una ley. Los parlamentos no hacen
poesía: hacen leyes.
Autor: Pedro María Reyes Vizcaíno
Editor de iuscanonicum.org
Los Aghorison una secta hindú devota del dios hindú Shiva, en su forma de
Señor Bhairava, derivada de los ascetas sadhus; se distinguen de los sadhuspor sus ritos dirigidos a la diosa Khali, caracterizados por prácticas de canibalismo postmortem (necrofagia), consumo de bebidas y alimentos aderezadas o preparadas con diversas sustancias estupefacientes, coprofagia y urofagia, y escandalosas prácticas tántricas de carácter sexual con prostitutas en los crematorios; además, andan desnudos, cubiertos con andrajos (provenientes de los sudarios de algún muerto) y con el cuerpo cubierto con cenizas de restos humanos, con las cuales se enbardunan constantemente, para así parecerse al Dios Shiva; tienen el pelo sucio y despeinado, engreñado. Su nombre deriva de un vocablo sánscrito,अघोर, conformado a su vez por dos palabras; "a", que significa "ausencia"; y "ghori", que significaría "oscuridad de la ignorancia"; denotando así etimológicamente "ausencia de oscuridad", o "luz" o "plenitud de conciencia".
Como devotos de Shiva, los aghori creen en la liberación de los ciclos de reencarnación, pero suponen que ese estado de liberación o nirvana es alcanzado al fundir su propia identidad con la realidad, o maya, o no dualidad, la ilusión.Llevan una vida de extremo ascetismo y de gran espiritualidad, meditan constantemente, practican yoga; pero en su propósito de trascender, alteran deliberadamente sus propios estados de conciencia, consumiendo alcohol y sustancias alucinógenas o psicotrópicas; y para romper con la percepción de la naturaleza ilusoria de la realidad, y así demostrar que todo es perfecto y que nada es profano, por cuanto todo es sagrado, consumen carne humana putrefacta y hasta inmundicias, tanto humanas como animales. Todo lo que existe es perfecto -afirman-, y negar la perfección de algo implicaría negar la perfección de Shiva, quién es el responsable de todo lo que es y no es, sea en sus condiciones, sea en sus causas o en sus efectos.
Para realizarse plenamente, los aghori creen que deben entrar en la oscuridad total por todos los medios, para así hallar la luz, el nirvana; que deben evitar a toda costa el renacimiento, que deben romper el ciclo de reencarnación. Por ello, suponen que deben acoger en sí mismos la contaminación y la degradación de sus propios hábitos, medio necesario para negarse a sí mismos y aniquilar de sí mismos los apegos y aversiones que les han sido transmitidos culturalmente. La capacidad que les permitiría evitar el renacimiento la obtienen invocando mediante rituales a la Diosa Khali, que incluyen el uso de cadáveres como altar o "muebles" para meditar, además de servirles de alimento. Es por ello que viven en cementerios, crematorios o en las riberas del Rio Ganges, acechando por la aparición de algún cadáver, para los fines ya aludidos.
Debido a sus prácticas de canibalismo y de sexo desaforado, sus constantes costumbres de consumir e inhalar alucinógenos y psicotrópicos, y sus permanentes estados de trastornos mentales provocados deliberadamente y sus estrafalarias formas de vestir, que incluyen el portar cráneos humanos que utilizan como vasijas o el adornarse con cenizas humanas embardurnadas en el cuerpo, los aghori están segregados socialmente, son repudiados hasta por otras sectas hindués y no pertenecen a ninguna casta social; están excluídos socialmente, son discriminados socialmente. Sin embargo, son estimados por suponer que poseen dones sobrenaturales para sanar, debido a que por el estado superior de sus mentes y cuerpos, son capaces entonces de transformar la contaminación en salud, y a ellos acuden masivamente para obtener la cura a diversas dolencias y enfermedades.
Watch it to believe It!! The terrifying Aghori sadhus (You Tube)
El peculiar estilo de vida de los aghori constituye evidentemente una libre expresión qué es tán digna de respeto como cualquier otra, y que no podrían ser discriminados en modo alguno, aún cuándo pudiera parecer aborrecible o repudiable a quienes resulte extraño o repugnante el estilo de vida de éstos, dado que en su condición de seres humanos merecen gozar y disfrutar de los derechos y garantías consagrados a todo habitante de este planeta Tierra en virtud de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.