Un arriesgado rito de iniciación
07-Dic 12:20 pm Elizabeth Araujo
Las fiestas donde se practica
por vez primera el sexo oral son una moda entre alumnos de bachillerato
Paula (nombre ficticio, por razones obvias) accede a narrar
sin rubor ni asombro el ritual de iniciación de las chicas de su edad. Con 16
años y un cuerpo que toca las puertas de la adultez, la alumna de 5º año de un
liceo del suroeste caraqueño, no pestañea al contar su primera vez: en público,
un arresto de emoción, ensordecida por el reggaeton y bajo los vítores de los
compañeros que no vieron en la escena más que una gracia.
"No fue una orgía, si eso es lo que está pensando", advierte la agraciada joven al explicar que este tipo de encuentros entre compañeros de clases o a lo sumo, del liceo se han vuelto una moda, que igual la practican alumnos de colegios privados como públicos, y se asocia más a la diversión que al sexo mismo.
"Sí, se trata de un viejo rito de iniciación, que parece imitar los Drunk Parties estadounidenses que desfilan por Internet, y que ejecutan adolescentes que pertenecen a grupos cerrados, los mismos que van a la playa y se empatan entre sí", indica el psicólogo infantil Nelson Zurita, conocedor de los juegos sexuales más por referencia de sus propios hijos que por sus pacientes.
Cómodo, rápido y fácil. ¿Constituye una vía eficaz para tener sexo instantáneo? De ninguna manera. Para psicólogos, docentes y demás especialistas, el sexo oral es parte de la iniciación, a la que se llega conservando incluso la inocencia.
Paula, por ejemplo, lo define como un acto "rápido, cómodo y fácil".
Aunque ciertos papás pretendan no saberlo, el fenómeno existe. En Caracas y Valencia son muy conocidos. Los actores tienen entre 14 y 16 años, y se toman el asunto como un juego. Si los padres no pusieran los brazos sobre la cintura, al tiempo que se inclinan hacia las chicas con aires de inquisidores, ellas les narrarían la experiencia con la misma naturalidad con la cual Paula accedió a contarlo.
Pero, el asunto, a pesar de su natural existencia, no es para celebrarlo, aclara el psicólogo Zurita. Ocurren casos similares en los baños de escuelas, y las chicas que practican la fellatio ignoran a lo que se exponen. Lo asegura la ginecóloga Nancy Zimmerman, al advertir que detrás del juego hay factores de riesgo de enfermedades venéreas y de embarazos (si la cosa sigue por otro rumbo), al tiempo que lejos de reducir en las chicas la angustia por la pérdida de la virginidad, la acrecienta. "La fantasía de que evitar la penetración conserva la virginidad omite el riesgo de contagio de VIH", sostiene.
Ni tan secreto. Otro riesgo ineludible, en un mundo interconectado por las redes sociales, está en la difusión pública, lo que comporta un daño a veces irreparable para chicas cuyo honor rueda por video.
Dos casos conocidos ilustran esta embarazosa situación. El de Naty, la adolescente chilena de un colegio religioso que obtuvo "celebridad" con su video "Wena Naty", en el que practica sexo oral a un amigo.
Al principio, a Naty no le importó la difusión del video, que llegaron a ver millones de personas incluidos sus padres.
Debido a esa fama, fue suspendida y finalmente echada de la escuela, lo que permitió descubrir el lado machista del tema: el otro actor no recibió reprimenda sino elogios.
Otro caso sucedió en Caracas en 2006, en un liceo público, con una niña de 14 años de edad, a quien tampoco le importó ser grabada por un celular. Ambas imágenes fueron eliminadas por Google, y ya este buscador ha anunciado una aplicación para detectar videos con tales características. Algo difícil de creer, si se toma en cuenta que cada año son "subidos" 260 millones de videos sexuales en todo el mundo.
"No fue una orgía, si eso es lo que está pensando", advierte la agraciada joven al explicar que este tipo de encuentros entre compañeros de clases o a lo sumo, del liceo se han vuelto una moda, que igual la practican alumnos de colegios privados como públicos, y se asocia más a la diversión que al sexo mismo.
"Sí, se trata de un viejo rito de iniciación, que parece imitar los Drunk Parties estadounidenses que desfilan por Internet, y que ejecutan adolescentes que pertenecen a grupos cerrados, los mismos que van a la playa y se empatan entre sí", indica el psicólogo infantil Nelson Zurita, conocedor de los juegos sexuales más por referencia de sus propios hijos que por sus pacientes.
Cómodo, rápido y fácil. ¿Constituye una vía eficaz para tener sexo instantáneo? De ninguna manera. Para psicólogos, docentes y demás especialistas, el sexo oral es parte de la iniciación, a la que se llega conservando incluso la inocencia.
Paula, por ejemplo, lo define como un acto "rápido, cómodo y fácil".
Aunque ciertos papás pretendan no saberlo, el fenómeno existe. En Caracas y Valencia son muy conocidos. Los actores tienen entre 14 y 16 años, y se toman el asunto como un juego. Si los padres no pusieran los brazos sobre la cintura, al tiempo que se inclinan hacia las chicas con aires de inquisidores, ellas les narrarían la experiencia con la misma naturalidad con la cual Paula accedió a contarlo.
Pero, el asunto, a pesar de su natural existencia, no es para celebrarlo, aclara el psicólogo Zurita. Ocurren casos similares en los baños de escuelas, y las chicas que practican la fellatio ignoran a lo que se exponen. Lo asegura la ginecóloga Nancy Zimmerman, al advertir que detrás del juego hay factores de riesgo de enfermedades venéreas y de embarazos (si la cosa sigue por otro rumbo), al tiempo que lejos de reducir en las chicas la angustia por la pérdida de la virginidad, la acrecienta. "La fantasía de que evitar la penetración conserva la virginidad omite el riesgo de contagio de VIH", sostiene.
Ni tan secreto. Otro riesgo ineludible, en un mundo interconectado por las redes sociales, está en la difusión pública, lo que comporta un daño a veces irreparable para chicas cuyo honor rueda por video.
Dos casos conocidos ilustran esta embarazosa situación. El de Naty, la adolescente chilena de un colegio religioso que obtuvo "celebridad" con su video "Wena Naty", en el que practica sexo oral a un amigo.
Al principio, a Naty no le importó la difusión del video, que llegaron a ver millones de personas incluidos sus padres.
Debido a esa fama, fue suspendida y finalmente echada de la escuela, lo que permitió descubrir el lado machista del tema: el otro actor no recibió reprimenda sino elogios.
Otro caso sucedió en Caracas en 2006, en un liceo público, con una niña de 14 años de edad, a quien tampoco le importó ser grabada por un celular. Ambas imágenes fueron eliminadas por Google, y ya este buscador ha anunciado una aplicación para detectar videos con tales características. Algo difícil de creer, si se toma en cuenta que cada año son "subidos" 260 millones de videos sexuales en todo el mundo.
Fuente: El Nacional
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