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sábado, 25 de enero de 2014

Abuelo acusado de incesto: Embarazó dos veces a la nieta



Abuelo acusado de incesto podría declararse culpable

Busca acuerdo con la fiscalía

Por Nydia Bauzá / nydia.bauza@gfrmedia.com


Natal Bracetti está acusado de embarazar dos veces a su nieta. (Archivo / José Rodríguez)
Manuel Natal Bracetti, un agricultor acusado de embarazar dos veces a su nieta, podría declararse culpable si se concreta un acuerdo que le permita reducir la pena que cumpliría en prisión.

La vista preliminar en su contra debía comenzar hoy en la sala de la jueza Silkia Carballo, del Tribunal de Primera Instancia de Caguas, pero la abogada de defensa, Celimar Gracia, le pidió tiempo adicional al tribunal para preparar la defensa.

El señalamiento de hoy se convirtió en una vista sobre el estado de los procedimientos del caso en la que las partes acordaron aplazar la vista preliminar para el 28 de febrero. No obstante, al mismo tiempo, trascendió que el acusado busca un acuerdo con la Fiscalía.

“Al momento no hay acuerdo alguno. El Ministerio Público estaba preparado para empezar hoy el caso”, dijo la fiscal Cándida Sellés.

“El Ministerio Público puede probar su caso más allá de duda razonable. A lo que se expone el imputado, es una pena de cárcel”, afirmó Sellés.

En la vista preliminar declararía la menor de 17 años, víctima de abuso sexual, mediante el sistema de circuito cerrado. Además, figura como testigo la madre de la menor, quien es hija del acusado.

Natal Bracetti, de 64 años y residente de Yabucoa, se encuentra en libertad bajo fianza con un grillete electrónico, luego que le fue rebajado el monto de $800 mil que se le impuso el pasado 27 de noviembre, cuando se le radicaron los cargos.

En dicha ocasión, el hombre se allanó a la determinación de causa para su arresto en cuatro cargos graves, dos de agresión sexual, uno de actos lascivos y otro de maltrato de menores. Los delitos de agresión sexual y actos lascivos no cualifican para el beneficio de cumplir una la sentencia en probatoria.

Según la investigación, el patrón de abuso sexual contra la menor comenzó desde que tenía 12 años. También se alega que los hechos ocurrieron en la casa de la perjudicada, ubicada en el barrio Certenejas de Cidra, y en la casa del acusado, en una finca en el barrio Guayabota de Yabucoa, en la colindancia con los municipios de San Lorenzo y Patillas.

Aunque Natal Bracetti ha negado la paternidad de los niños, la fiscal adelantó que cuenta con prueba científica (ADN) que confirma que el abuelo es el padre de una niña de dos años y de un varón de tres, hijos de la menor.

Sellés Ríos dijo que el caso se estuvo investigando por dos años, en coordinación con el Departamento de la Familia. Explicó que en septiembre de 2011, les llegó una querella, cuando la adolescente ya estaba embarazada de su segundo hijo.
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Fuente:  http://www.elnuevodia.com/abueloacusadodeincestopodriadeclararseculpable-1696465.html

Incesto de cuatro generaciones





Incesto de 4 generaciones en Australia



Vivían viajando de estado en estado para que no se descubriera su inusual manera de vivir.
Vivían viajando de estado en estado para que no se descubriera su inusual manera de vivir.

Se trata del peor caso de incesto que se ha registrado y ha ido sucediendo a lo largo de cuatro  generaciones de la misma familia.
 
Hace un año, las autoridades de Australia, descubrieron el secreto de los 'Colt', una familia que vivía en remolques y tiendas de campaña en el suroeste de Sidney, estaba conformada por 40 personas. Los integrantes de ésta, han vivido teniendo relaciones sexuales entre sí durante cuatro generaciones. 
 
Descendientes de los mismos tatarabuelos, que eran hermanos, han seguido la tradición y se han encargado de mantener su secreto a salvo viajando de un estado a otro para evitar que los demás descubran su inusual forma de vida.
 
Las autoridades fueron alertadas cuando un grupo de niños no asistía a la escuela, ahí  comenzaron las investigaciones que arrojaron que de los doce niños que había, once tenían padres relacionados. 
 
Los pequeños pertenecían a cinco madres distintas, incluyendo a tres hermanas de diferentes edades que tuvieron relaciones sexuales con su hermano. 
 
Según informes, el incesto causó en los menores deformidades físicas y/o muestran algunos tipos de retraso en su desarrollo. "Eran incapaces de utilizar un cepillo de dientes, papel higiénico o lavarse", mencionan los medios de comunicación.
 
ML

Incesto en Soriano: Penado como violación reiterada



Caso de incesto en Soriano fue penado como violación reiterada

El padre biológico de una adolescente de 14 años mantenía relaciones sexuales con ella hasta que la madre los descubrió y denunció. El hombre le hacía creer que era natural y no la dejaba asistir al liceo.


Montevideo, Uruguay
UNoticias
Fuente Agesor
VA

12-01-2014




El padre. de 37 años, mantenía relaciones sexuales con su hija biológica, algo de lo que la madre tenía sospechas pero ni la adolescente le contaba nada por temor a represalias ni ella había podido constatarlo.

Pero en los últimos días, la mamá fue a una entrevista de trabajo y cuando regresó se encontró con su esposo e hija manteniendo relaciones sexuales en la cama de la adolescente, por lo que tomó la decisión de denunciar la situación en la Unidad Especializada de Violencia Doméstica de Mercedes, la que actuó en un inicio y derivó las actuaciones a la órbita judicial.

La Dra. Isabel Suárez terminó procesando al hombre por reiterados delitos de violación, a pesar que ante la sede lo negó en todo momento, pero el testimonio de su esposa, el de su hija y las pericias médicas fueron determinantes para enviarlo a la cárcel.

El hombre llegó a impedir a su hija que fuera al liceo porque iba a aprender cosas malas, por lo que la adolescente solo terminó la escuela, a pesar que la madre intentaba hacer ver que eso estaba mal, siempre primaba lo que decía él, ya fuera por convencimiento o por imposición.
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Fuente: http://www.unoticias.com.uy/2014/01/12/policiales/caso-de-incesto-en-soriano-fue-penado-como-violacion-reiterada/

viernes, 24 de enero de 2014

Meet The Murderers Jailed In Venezuela's Luxury Prison


Meet The Murderers Jailed In Venezuela's Luxury Prison 

 

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El desafío de desarmar a la población



 

 

El desafío de desarmar a un país como Venezuela

Jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Cómo se desarma un país donde cada media hora asesinan a alguien?

La Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme trabaja desde mayo con ese objetivo.

 Para empezar nadie sabe cuántas armas de fuego hay en Venezuela, aunque algunas estimaciones ponen esa cantidad entre 10 y 14 millones, en un país de 28 millones de habitantes.

La cifra tan sólo de armas incautadas en lo que va de este año (120.000) puede dar una idea de lo que no llega a manos de las autoridades.

Y la inmensa mayoría circulan de forma ilegal.

"El mercado ilegal –dice Pablo Fernández, secretario técnico de la comisión– se nutre del tráfico, de las armas legales que son robadas y pasan a integrar el mercado ilegal, y de la corrupción, de las armas de órganos de seguridad del Estado, armas para proteger a la población mal utilizadas".

"Hay que sacarle la idea a la gente de que un arma de fuego da seguridad": ésa es una de las ideas en las que insiste Fernández.

El también coordinador de la ONG Red de Apoyo por la Justicia y la Paz explica que un sector amplio de la sociedad venezolana, sobre todo en la clase media, ve normal o necesario estar armado.

Y en los sectores más bajos, son los jóvenes quienes ven la posesión de un arma de fuego como "un elemento de identidad, un elemento perverso de reivindicación masculina".

La tarea de desarmar lleva tiempo y educación, aseguran los especialistas en la materia.

"El desarme tiene que pasar por la cabeza de la gente, desde cómo como sociedad resolvemos los conflictos. No se soluciona yendo a un barrio con un camión y esperar que la gente vaya colocando sus armas", le dice Fernández a BBC Mundo.

A varias puntas


La comisión trabaja en distintos frentes.
 
El primero es determinar la cantidad de armas y municiones, pues –dice Fernández– no hay "ninguna cifra confiable, son especulaciones (…) no hay ninguna investigación científica confiable sobre el tema".

Para Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, una organización no gubernamental que hace seguimiento al sector de seguridad en Venezuela, "difícilmente sin esa información se pueda hacer una política de desarme creíble".


El secretario técnico considera que hay un fácil acceso al porte de armas, un elemento a corregir.

Pero eso no es lo que más preocupa a los 20 miembros de la comisión, integrada por autoridades gubernamentales, poderes públicos, académicos y organizaciones no gubernamentales.
El centro del asunto pasa por el control de las armas y, especialmente, de las municiones.

Sin información

La Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim) está en medio de la polémica.

"De las armas incautadas casi el 80% tienen municiones de Cavim. Son municiones hechas en el país, vendidas por una compañía militar pública: ¿Dónde se desvían? ¿Dónde se pierden? Esa es la gran pregunta. Hay que responder la pregunta y regular las municiones con el marcaje", señala Fernández.

Hacia ese lado apunta San Miguel, quien considera que se debería "transparentar el sistema de producción e importación de armas y municiones (…) el problema del desarme parte del control sobre armas y municiones legales del Estado".

La encargada de Control Ciudadano dice que Cavim es "inauditable" , las cifras de producción no se conocen, "entonces difícilmente se pueda implementar una política de desarme".

La comisión busca hacer hincapié en el tema del marcaje de las municiones para poder determinar, por ejemplo, si las balas destinadas a la policía de una región del país terminan implicadas en un hecho delictivo en la otra punta del país.

En este aspecto y en otros los miembros de la comisión buscan asesoramiento extranjero.

Ya han recibido consejos de expertos internacionales y de organismos como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Viajarán a Brasil para conocer la experiencia en políticas de desarme implementadas en Río de Janeiro y Sao Paulo.

Y también miran "las cosas que han dado resultados positivos" en otros países como El Salvador, Ecuador y Colombia.

Porte de armas

Otro de los objetivos en los que ya trabaja es la restricción en los espacios en los que se puede portar armas.

Ya se comenzó con los medios de transporte y aseguran que se piensa aplicar en estadios, plazas, parques, centros comerciales, locales nocturnos y centros de expendio de alcohol.

Con respecto a la prohibición en las unidades de transporte, San Miguel opina que se trata de algo "cómico", es "dar órdenes para una situación que nadie va a cumplir.

Lo dicen algunos críticos y lo reconocen desde la propia entidad, la dificultad en la aplicación de algunas iniciativas es una realidad.

Este tipo de acciones se enmarca dentro de una serie de medidas que buscan ir desalentando la presencia de armas en la población civil.

También se realizarán experiencias piloto para consultar a las comunidades sobre el proceso de desarme.

La primera de ellas tendrá lugar en la parroquia La Vega, en Caracas, donde una de las medidas será la de promover una canje voluntario de armas a cambio de beneficios sociales, como becas de estudio.

"Es un proceso que lleva tiempo –reconoce Fernández –, lleva meses, tenemos que ir generando conciencia. No puedo llegar al barrio y pedir las armas (…) Después sí ya vendrá el despliegue compulsivo, donde las vamos a buscar hasta abajo de las piedras".

Es una iniciativa "saludable" a ojos de San Miguel, pero son medidas de "bajo y mediano impacto".

La comisión tiene previsto funcionar hasta mayo del 2012 aunque ya piensa se en prorrogar sus funciones por otro año, algo necesario aseguran quienes recuerdan que Venezuela tiene la tasa de homicidios más alta de la región.

Se encuentra en 48 asesinatos por cada 100.000 habitantes de acuerdo al gobierno y en 57 por cada 100.000 habitantes, según organizaciones no gubernamentales.

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Fuente:  http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110921_venezuela_inseguridad_comision_desarme_jp.shtml

Hampa azota en Autopista Regional del Centro






Hampa capitalina azota en cuatro tramos de la ARC 

Sucesos  - 24-01-2014 
Los sectores Paracotos, Lomas de Níquel, Parque Vinicio Adames y el sobre ancho de Tazón, son los tramos de la Autopista Regional del Centro (ARC) donde operan las bandas de piratas de carretera
 
Hampa capitalina azota en cuatro tramos de la ARC
De Caracas a Paracotos actúan los piratas (Créditos: Libia Hidalgo) 

Víctor Escalona.- Los sectores Paracotos, Lomas de Níquel, Parque Vinicio Adames y el sobre ancho de Tazón, son los tramos de la Autopista Regional del Centro (ARC) donde operan las bandas de piratas de carretera, según los reportes que tienen en el Destacamento 56 de la Guardia Nacional, el cual cuida esta vía desde el kilómetro 0 hasta el 55.

Fuentes de este organismo revelaron a Últimas Noticias que los kilómetros donde roban son el 8, 37, 41, 50 y 55-. Todos los días es reportado un asalto a un gandolero, camionetero o viajero.

Los modus operandi son diversos, según los entrevistados por ÚN durante un recorrido hecho en esta autopista, en el tramo Caracas-Miranda. Lo más común es lanzar piedras a los conductores, después están los atracos dentro de las camionetas y a gandoleros que se detienen a descansar.

La fórmula encontrada por los gandoleros para salvarse de los robos es ir en caravana. Los transportistas contaron que salen hasta tres de una misma empresa y en la ARC se encuentran 30 de distintas distribuidoras y estados.

Nilson Ortega, Jaime Rodríguez y Hugo Delgado trabajan para la empresa Solo Agro y el jueves iban para Calabozo, se detuvieron en Tazón para almorzar y dijeron que en la ARC se ve poco patrullaje y hay muchos sectores sin iluminación, por lo cual recomendaron no circular por ella de noche.

Ortega dijo que andan en grupo y cuando llega la noche duermen dentro de los camiones. “Ya no usamos hamaca, ahora dormimos en la cabina y nos paramos en sitios poblados, con locales o donde haya una alcabala”, manifestó.

Antonio Colmenares , Yanil Victorá y José Colmenares salieron de Caracas hacia Barquisimeto donde queda la Distribuidora Manasur; y denunciaron que en Tazón hay poca iluminación y huecos. Antonio colmenares dijo que los choferes se turnan y mientras uno duerme en la cabina, otros dos tratan de hacer lo mismo sobre la carga. “Dormimos cerca de las alcabalas o en lugares donde hay camioneros”, explicó.

Edwin Quintero trabaja en Plastillanos de Venezuela, viajaba de Caracas a Barinas y contó que no se arriesga a dormir en la autopista. “Aquí se ven pocas patrullas, si te lanzan una piedra y te detienes te roban, por eso duermo en la ciudad”, señaló.

Además de los conductores, varios trabajadores de restaurantes se quejaron debido a que cuando oscurece los choferes del transporte público no se detienen por temor a a ser robados.

Génesis Mejías dijo que trabaja en un local de 7:00 am a 7:00 pm y espera una hora para que la trasladen hasta Coche. “Esto está muy oscuro y los choferes piensan que hay delincuentes escondidos. Tienen que poner luz en la autopista y que vengan a patrullar”, expresó

Ernesto Delgado comentó que a veces se quedan dos horas esperando el transporte que va a los barrios de Baruta.

Modus operandi. Piedras de noche lanzan objetos a los parabrisas, sobre todo a las gandolas. El conductor se detiene y es amenazado por sujetos armados; le quitan sus pertenencias y la carga y en ocasiones el camión.

Sometidos. El transporte de ruta extraurbana, hacia Valles del Tuy, es abordado por ladrones que suben como pasajeros en El terminal de Nuevo Circo, roban y en Tazón y el Parque Vinicio Adames son esperados por motorizados, quienes los regresan a Coche.

Dormidos. Los choferes que se quedan dormidos son sometidos con armas de fuego, los obligan a bajarse de los transportes y les quitan todo, incluso parte de la carga o el transporte.

Crearán número de emergencia. El subdirector de la Policía de Miranda, comisionado Francisco Escalona, informó que el Ministerio de Justicia pondrá a funcionar a finales de este mes un número telefónico para atender las emergencias que sean reportadas por los usuarios de las autopistas y carreteras de la Gran Caracas.

El funcionario explicó que la información fue conocida durante la reunión realizada entre representantes del MIJ, la Gobernación de Miranda y los 21 alcaldes de este estado. Indicó que la iniciativa comenzará por los municipios capitalinos 

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Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/sucesos/hampa-capitalina-azota-en-cuatro-tramos-de-la-arc.aspx#ixzz2rM8mN62O

Cómo resolvió Singapur el problema de la delincuencia




COMO SINGAPUR RESOLVIÓ EL PROBLEMA DE LA DELINCUENCIA

                                   Singapur 1 

            ¿Cómo podemos enfrentar una delincuencia que se le ha escapado de la mano al Estado? Bueno, es sencillo, tan solo deberíamos buscar como otros países enfrentaron este problema y tomar sus modelos para implantarlos. Y hablando de modelos, uno de los más llamativos es el ejecutado en Singapur[1].

Según datos, antes del 1960 Singapur era una de los países más violentos del mundo. Ocupaba uno de los lugares con el más alto índices de criminalidad, debido a su cercanía con Malasia y China, siendo uno de los lugares de mayor tráfico de drogas, lo cual era el pan de todos los días. Había impunidad y malos manejos del gobierno. Las mujeres no podían salir de su casa por miedo a ser  abusadas sexualmente y después asesinadas. Era una ciudad sin orden y con un gran índice de tráfico de influencias, eso sin contar que era denominada una de las ciudades más sucias de Asia, y con un tremendo desorden vial.

En la década del 2,000 el terrorismo, apareció y los homicidios eran uno de los mayores problemas de inseguridad que tenía esa sociedad. Pero al llegar al poder en el año 2004, Lee Hsien Loong, hijo mayor de Lee Kuan Yew, se produjeron grandes cambios que se pueden catalogar represivos y radicales, pues ataco fuertemente las drogas, la corrupción y las violaciones de la mujeres, lo que produjo una reducción fantástica de la inseguridad, siendo actualmente uno de los países más seguro del Asia.

Hace 12 años en las cárceles había más de 500.000 presos, pero seis meses después, sólo quedaban 50. Se adopto la pena de muerte y el trabajo forzado para los criminales confesos, narcotraficantes y violadores probados siendo los más repetitivos condenados a muerte. Pero el gobierno fue más lejos todavía, se decreto que toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueran condenado a muerte (eso sí, siempre y cuando se cuenten con pruebas solidas que los involucre).

El sistema es parlamentario, pero con la depuración de la policía, sistema judicial y político, mas una nueva legislación, le permiten al país gozar de una solidad estabilidad, en donde el contrabando y la posesión de drogas puede originar cadena perpetua o pena de muerte. Actualmente es uno de los países con un nivel económico más grande que el de España.

                         Universidad de Singapur
Universidad de Singapur

Cuenta con los mejores centros educativos del Asia, y sus estudiantes por regla general hablan tres idiomas. Su Universidad Nacional ocupa el lugar número 30 entre las mejores universidades del mundo, según el Suplemento de Educación Superior del Times de Londres. Comparativamente, la mejor universidad de América Latina en ese ranking es la Universidad Nacional Autónoma de México, que ocupa el lugar 150[2]. Esta nación cuanta con una fuerza laboral de las más calificadas, y muchas empresas extranjeras operan desde ahí por su seguridad y productividad.

Para los ojos del forastero, y de algunos organismos de Derechos Humanos, el modelo que fue implantado es realmente restrictivo, y con tonos autoritarios en lo jurídico, pero estas medidas han logrado su objetivo, forzar un cambio de postura en la conducta del ciudadano, y crear valores entre la población que le den seguridad a sus habitantes. Goza internacionalmente de uno de los índice más bajo en criminalidad y violencia entre los países asiáticos y del mundo.

Respecto a los delitos de abuso sexual y delitos menores, se permite publicar el nombre de los violadores, e incluso, televisar los juicios. Es común encontrar en las calles y parques de la ciudad, desde hace tres años, a -basureros vestidos con uniformes atípicos, que sólo llevan los delincuentes-, y que han sido condenados a limpiar la vía pública por delitos menores. Los diarios progubernamentales suelen además publicar el nombre y la fotografía de los acosadores sexuales condenados, junto con dibujos de sus fechorías. En otras palabras, los que delinquen saben lo que les espera, y estas acciones, impopulares para los derechos humanos, han servido para frenar la delincuencia en una de las zonas más conflictiva del mundo, en donde las drogas circulaban de forma abierta, pero hoy es una nación segura.

Es cierto que Singapur  ha sido censurada por  Amnistía Internacional, la cual reprocha sus métodos de justicia empleado en este país  para ejecutar a los delincuentes, el cual es es la horca, y que las ejecuciones se llevan a cabo en la prisión de Changi, los viernes al amanecer. Sin embargo, a los familiares de los condenados se les permite recoger el cadáver del ejecutado varias horas después del ahorcamiento, una vez emitido el correspondiente certificado de defunción[3]. Actualmente Singapur es uno de los países más educado, prósperos y seguro del mundo, con la renta por capital de la más alta en Asia y en escala mundial, que otros muchos países.

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[1] – Singapur es la capital de la República de Singapur, constituida por un grupo de 61 islas, en el cual la capital ocupa la mayor de ellas, en el extremo de la Península de Malasia.
[2] – “El secreto de Singapur” informe de Andrés Oppenheimer
[3] – No obstante el año 2003 el Primer Ministro de Singapur, Goh Chok Tong, aseguró que el número de ejecuciones de ese año habían sido 10. “No estoy de acuerdo con la aplicación de la pena capital en ninguna de sus formas, no obstante la severidad de las penas de Singapur hacen que cualquiera que se dedica al tráfico de drogas lo considere más de una vez”, afirmó Bullemore.

Fuente: http://contralaapostasia.com/2013/03/17/como-singapur-resolvio-el-problema-de-la-delincuencia/

jueves, 23 de enero de 2014

Matar a los quince años

Matar a los 15 años
 
La violencia tiene rostro de adolescente. Estadísticas muestran que incrementó su participación en hechos violentos. Las políticas de atención dirigidas a esta población no han abordado la magnitud del fenómeno. Ahora se debate la posibilidad de reformar la Lopna para incrementar la pena por delitos cometidos
KEILYN ITRIAGO MARRUFO 
23-01-2014
Los esfuerzos que ha realizado el Estado venezolano para atender la población juvenil del país no han sido suficientes. Actualmente la participación de adolescentes como víctimas y victimarios alcanza niveles alarmantes que ameritan una priorización de este sector de la población en las políticas públicas.

Así lo describe el director de los Centros Comunitarios de Aprendizaje "por los derechos de la niñez y adolescencia" (Cecodap), Fernando Pereira, quien advierte que no sólo ha aumentado el número de casos en los que este sector de la población se ha visto involucrado en hechos delictivos sino que también se han incrementado el número de casos de fallecimientos de forma violenta en estas edades.

Cecodap, a través de un análisis de los anuarios de mortalidad del ministerio de salud, pudo evidenciar que en 12 años se duplicó el número de niños y adolescentes muertos violentamente. La tasa entre 12 y 15 años se duplicó y de 15 a 17 años se triplicó.

Aunque se señala que la mayoría falleció por armas de fuego, no se dejan claras las circunstancias de los hechos pues los informes criminalísticos del Cicpc desde hace unos cuantos años no dan detalles de las posibles causas.

Por otra parte, el coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León, ha dicho que se ha detectado un descenso en la edad de incorporación al crimen violento. Actualmente, en general los victimarios tienen entre 15 y 25 años, al igual que las víctimas.

CÓCTEL EXPLOSIVO
Aunque sean muchos los elementos que provoquen que los adolescentes se conviertan en agresores, tal como explica Pereira, el clima de hostilidad, los discursos, el enfrentamiento entre dirigentes, la polarización y sus efectos en la vida cotidiana, han sumado altos puntos en un cóctel explosivo.

"La naturalización de la violencia a la que han estado sometidos los jóvenes durante varias generaciones, donde agredir, maltratar, humillar o hacer sentir mal a otro es lo constante, ha hecho que tengamos una generación de chamos donde la cultura de la muerte y de banalización de la vida está presente. Los dobles discursos en el caso de los adolescentes son especialmente sensibles a fijarse en lo que hacemos más que en lo que decimos", advierte, al tiempo que asegura no se puede desestimar la alta dosis de exposición de violencia en televisión, películas y videojuegos.

Asimismo, Pereira manifiesta que los jóvenes venezolanos no sólo han sido víctimas directas sino también indirectas. Dice que han existido muchos niños con secuelas emocionales por seres queridos fallecidos, o traumas físicos y psicológicos por maltratos tanto familiares como sociales.

"Estos, criados sin ningún tipo de apego y afecto, van creciendo con rabia, dolor y en muchos casos con deseos de venganza por la forma en la que fueron tratados. Y muchos de ellos son los que tenemos en las calles generando violencia y dañando a otros", agrega. Esta situación, a su vez, de acuerdo a lo que explica, está vinculada a la cantidad de niños que nacen sin ser deseados y que conviven con madres adolescentes que no están preparadas para atenderlos.

La falta de límites, disciplina y hábitos, según Pereira, ha conllevado a que el consumo de alcohol y la ingesta de drogas sea cada vez más temprana, así como la facilidad para acceder a las armas de fuego.

"Y esto junto constituye una alianza terrible para generar una espiral de violencia que se puede volver contra el propio muchacho o contra quienes le rodean", asevera.

SIN OFICIO
Las edades de la adolescencia han sido tradicionalmente, según Pereira, las más descuidadas. Manifiesta que hay un déficit importante que se arrastra de gobiernos anteriores, que quizás han puesto más atención a los niños y adultos mayores.

Pereira recuerda que el año pasado el entonces ministro de la juventud, Héctor Rodríguez, planteó que en el país había un millón de jóvenes que en ese momento ni estudiaba ni trabajaba, y cuyas edades oscilaban entre los 14 y 25 años. La educación media es donde se tiene mayor déficit de atención, pues hay una carencia de liceos que no logra integrar a los estudiantes que vienen de la educación primaria. Y esto, no es sólo una deuda de la gestión actual sino de vieja data que ha llegado a niveles muy preocupantes.

Las políticas y planes de seguridad que en este momento ha planteado el Gobierno nacional, a juicio de Pereira, necesariamente deben poner atención a este sector de la población donde la violencia y los conflictos se han concentrado. "Si no los atendemos como grupo prioritario es muy difícil que logremos dar respuestas estructurales, coherentes y permanentes", asegura el representante de Cecodap.

LOPNA MÁS DURA
Para el vicepresidente de la Comisión permanente de la Familia de la Asamblea Nacional, Odalis Monzón, la Ley Orgánica de Protección de Niños y Adolescentes es muy flexible con las sanciones y penas a adolescentes. Por ello, ha propuesto una necesaria modificación de la norma a fines de alargar y modificar las penas impuestas por la comisión de delitos regulares y graves, además de descartar el sistema de libertad asistida y fianzas.

No obstante, su par del bloque de la MUD, Nora Bracho, expresó su total desacuerdo con la propuesta por considerar que esta acción no detendrá la criminalidad. A su juicio, reducir la edad a 16 años para penalizar a menores no tendría efectos positivos pues dice que en otras naciones esta política no produjo los resultados esperados, dado que los índices de criminalidad juvenil se mantuvieron e, incluso crecieron en algunos países.

La diputada del bloque opositor cree que lo necesario es que las instituciones venezolanas se adecúen a lo establecido en la ley, incluyendo la aplicación de la Ley Desarme y la mejora de los cuerpos de seguridad y la vigilancia ciudadana.


"HAN AUMENTADO LAS SOLICITUDES DE CUPOS EN EL CENTRO"

Ariana Galárraga Sanguino, Directora del centro de reclusión de niños y adolescentes del Servicio Autónomo sin Personalidad Jurídica para la Protección Integral de la Niñez y de la Adolescencia (Sepinami), uno de los centros de reclusión de adolescentes en conflicto que funciona en el país. Su directora general, Ariana Galarraga Sanguino, cuenta que pese a que la capacidad del recinto no permite la incorporación de más de 160 jóvenes, las solicitudes de ingreso han aumentado en los últimos años.

¿Cuál es la población actual del Sepinami?
Fluctúa constantemente. Oscila aproximadamente entre 150 y 160 jóvenes adolescentes y jóvenes adultos, considerando el Sistema de Responsabilidad Penal y el Sistema de Protección.

¿Ha crecido o descendido en los últimos años?
-El Sepinami cuenta con un límite de ingresos de 160 jóvenes como capacidad máxima para poder garantizar la efectividad en la aplicación de los programas de responsabilidad penal y protección. En los últimos años se ha mantenido una atención oscilante en los límites máximos de la capacidad de atención del Servicio. Lo que realmente si ha aumentado son las solicitudes de cupos.

¿Cuáles son los delitos más frecuentes de los adolescentes?
-Homicidio, violación, robo de vehículos automotores, tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

¿Cuál es la edad más frecuente de los victimarios?
-Entre 15 y 17 años.

¿Qué hacen dentro del instituto?
-Además de la educación formal, los jóvenes también reciben talleres de pastelería, cocina, peluquería, dibujo, pintura al óleo y carpintería. Hay que destacar que la formación que reciben los jóvenes en el Sepinami es integral, porque no solo se educan sino que también practican deportes como el baloncesto, fútbol, voleibol, así como clases de música, orientación formativa y psicoeducativa. Este año tenemos planificado arrancar con clases de cuatro, guitarra y mandolina, además clases de teatro y danza.

¿Cómo es el proceso de reinserción a la sociedad?
-Se estructura un plan de vida, mediante un diseño socio educativo que incluye la realización de actividades educativas y recreativas. Los planes de acción son actividades constantes y que forman parte del cumplimiento del plan individual de cada adolescente privado de libertad, muchas veces diseñados y llevados a cabo por los mismos Instructores reeducacionales, bajo la supervisión de los equipos técnicos y de las coordinaciones respectivas.

¿Está de acuerdo con que se reforme la Lopna y se aumente la pena a los jóvenes incursos en hechos delictivos?
-Este aspecto es materia netamente legislativa. Estamos claros en nuestra misión, que es y seguirá siendo, un servicio de atención destinado a garantizar los derechos de los jóvenes institucionalizados y que vela por el cumplimiento de las medidas judiciales.

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Fuente: http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=97898&tipo=AVA&utm_source=hootsuite&utm_campaign=hootsuite
 

Corteza orbitofrontal y las emociones sociales




LAS EMOCIONES SOCIALES PUEDEN SURGIR EN LA CORTEZA ORBITOFRONTAL

Patricia Moren




Las emociones no se emplazan en una sola parte del cerebro, aunque algunas son más importantes en el inicio del cambio emocional, como las amígdalas cerebrales en relación al miedo y la corteza orbitofrontal en emociones sociales como los celos, la culpa, el orgullo, el amor o la vergüenza. De todo ello ha hablado el neurólogo Ralph Adolphs, quien está convencido de que, con esfuerzo, podemos llegar a dominar nuestra mente.
Las emociones no se emplazan en una única estructura del cerebro, aunque hay algunas más importantes que otras en el inicio del cambio emocional.
El cambio incide en el cerebro y éste, una vez que se ha iniciado, lo puede registrar a modo de sentimiento. Es la experiencia consciente de las emociones. Sobre ellas y su relación con la mente ha hablado Ralph Adolphs, profesor del Departamento de Neurología de la Universidad de Iowa (Estados Unidos). Este experto es uno de los autores del libro "Emoción y conocimiento: La evolución del cerebro y la inteligencia", publicado por Tusquets y la Fundación La Caixa.
Adolphs está convencido de que las emociones, lejos de dominarnos, se pueden autorregular. Prueba de ello es que los cirujanos son capaces de intervenir a un paciente aparcando sus emociones en tanto dure el procedimiento quirúrgico. Según estudios de Jesús Pujol, de la Universidad de Barcelona, la autorregulación de las emociones depende de la maduración de la corteza prefrontal, una región del cerebro que madura tarde en la vida y que puede inhibir y regular la actividad de la amígdala, estudiada por Adolphs.
En sus trabajos ha analizado la actividad cerebral de los pacientes neurológicos con lesiones mediante resonancia magnética, y ha estudiado las miniestructuras cerebrales implicadas en el inicio del cambio emocional: la amígdala, la corteza orbitofrontal, el estrato ventral o las regiones corticales del hemisferio derecho del cerebro.
En estudios animales se ha constatado que las estructuras del estrato ventral son importantes para procesar las emociones relacionadas con las recompensas y motivaciones positivas.
Los trabajos de Adolphs han comprobado que la amígdala se relaciona con emociones primarias como el miedo frente a todos aquellos estímulos que tienen que ver con situaciones amenazadoras o peligros potenciales del entorno.


¿Sólo de humanos?
        En cambio, la corteza orbitofronal estaría asociada con una clase de emociones, las emociones sociales, particularmente desarrolladas en los seres humanos, como la vergüenza, la culpa, la lástima, el orgullo y también el amor. Todas ellas son muy complejas y parecen casi exclusivas del ser humano. ¿Pueden sentirlas los animales?
Los perros pueden sentir algo parecido a la culpa, dice Adolphs, mientras que los mamíferos inferiores no pueden.
El investigador Michael Tomaselo ha sugerido, según recordó Adolphs, que la capacidad de generar una cultura depende de la capacidad básica de sentir empatía hacia otras personas. Desde el punto de vista social, los simios son los animales que parecen comportarse de un modo más similar a las personas y, aunque de forma rudimentaria, podrían tener algún tipo de cultura.
"La inteligencia humana surgió a raíz de esta capacidad básica de ponernos en la piel de otra persona. Toda nuestra comunicación social y el lenguaje cumplen con este cometido", según Adolphs. Parece que las mujeres podrían tener más desarrollada esta capacidad de empatía y la inteligencia emocional o social. Aunque es difícil definirla, "es aquélla que nos permite percibir cómo se sienten los demás y expresar sentimientos o pensamientos que regulan la interacción social con los otros".

La mujer, más empática
Es obvio que existen diferencias en el modo de sentir y procesar las emociones entre hombres y mujeres. A este respecto, la pregunta más difícil de responder hoy es si dichas diferencias son fruto de condicionantes genéticos o influencias culturales. El neurólogo Ralph Adolphs reconoce que ambos aspectos son importantes, pero, al hablar de las diferencias innatas entre ambos sexos, recuerda que el hombre tiene mayor volumen cerebral y las mujeres presentan una asimetría diferente en los hemisferios izquierdo y derecho. Cuando responden a cuestionarios, es cierto que las mujeres parecen más sensibles a la situación emocional de otras personas en comparación con los hombres. Aunque la realidad sea más compleja y esta afirmación no se pueda extrapolar a todo el género femenino, de entrada las mujeres serían más empáticas que los hombres y tendrían una mayor inteligencia social o emocional que éstos.
El investigador David Skuse, que ha estudiado el síndrome de Turner, una enfermedad genética en que los afectados presentan más copias del cromosoma X -más incluso que las mujeres-, habría observado que los individuos con este síndrome presentan más inteligencia social que las mujeres y los hombres, según ha referido Adolphs.


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Fuente: http://www.el-esceptico.org/leer.php?id=1571&autor=257&tema=13
URL: Diario Médico http://www.diariomedico.com/

Luís Ugalde: Para seguir matando







autro imageLUIS UGALDE

Para seguir matando




      Para seguir matando y superar la cifra de 24.700 asesinatos del año 2013 hay que continuar sembrando y abonando asesinos. Empezó la Asamblea Nacional dando ejemplo cuando una de sus autoridades, con gran convicción y visión de estadista, calificó a una colega, y en ella a medio país, de “apátrida, sinvergüenza, asesina y criminal”. En concordancia con ella, el amable presidente de la AN enfatizó que no vamos a caer “en el cuento del chantaje del diálogo”. Con las alimañas no se dialoga y las cucarachas se fumigan; si los que no pertenecen a mi grupo son tachados de criminales hay luz verde para eliminarlos y esperar aplausos, pues matar a los malos es hacer patria.

     ¿Recuerdan algún debate serio, algún plan educativo coherente y sostenido para que 8 millones de niños y jóvenes aprendan en las escuelas el “no matarás” y “ama al prójimo como a ti mismo”? ¿Bastará el riego verbal con agua vitaminada socialista para amar al prójimo? Se invierte dinero para imponer el control ideológico e inculcar los altísimos “valores educativos” de las proezas de Zamora en la fratricida Guerra Federal. Se lamenta la ineficacia del gobierno para eliminar la funesta influencia del cristianismo en las aulas; se lamenta la presencia de la religión más que la venta de drogas en la escuela, y se anhela la eficacia de Cuba para cerrar de un tajo todas las escuelas de iniciativa religiosa.

    ¿Y qué decir de la alta criminalidad incrustada en la Fuerza Armada, Poder Judicial y mundo de los negocios a la sombra del gobierno, según confiesan colaboradores y actores como Makled, Aponte Aponte, Isea…? ¿Y qué hay del reino de los pranes que dirigen el crimen dentro y fuera de la cárcel?

    Para seguir matando de modo creciente, Venezuela debe seguir sembrando caínes, premiándolos con la impunidad y con el acceso a millones de dólares, protegiendo corrupciones de gobernadores y alcaldes mientras sean nuestros, y cuando pasen a la oposición perseguirlos por delitos (reales o atribuidos) que cometieron cuando nos eran fieles.

   La delincuencia, la corrupción y la ineficiencia en empresas, en instituciones, en ministerios y gobernaciones van unidos y fomentados por un lenguaje, un clima receptivo y una impunidad que conducen al creciente éxito del crimen. Impunidad y más impunidad, territorios rurales entregados al progubernamental armado Frente Bolivariano de Liberación, FBL, en Táchira, Barinas y Apure y a colectivos “revolucionarios” armados  en áreas urbanas presididas por estatuas del guerrillero colombiano “Tirofijo”, donde ni la autoridad del Estado, ni su policía pueden entrar sin su permiso.

   Esto no se cura con solo aspirinas, ni son creíbles las lágrimas de cocodrilo, ni discursos incendiarios contra el crimen, ni promesas de “basta ya”, ni juramentos de investigar “hasta las últimas consecuencias”, ni la estupidez de echar la culpa a la “cuarta” o al “imperio”. El crimen en estos años ha recibido carta de ciudadanía con impunidad y tiene derechos adquiridos a los que no va a renunciar. Ante esa tremenda dificultad se necesita nada menos que una milagrosa unión nacional de moral y de saneamiento para que sea verdad  que “el crimen no paga”; para que  el Poder Judicial, la escuela, la gestión pública, la calle, las iglesias y las familias cultiven el amor a la vida propia y a la de los demás.

   Como dice el Evangelio, el crimen empieza en el corazón; el que odia ya ha anticipado el asesinato, y quien predica el odio y enseña a odiar es un sembrador de criminales; y cuanto más encumbrado el predicador más criminal la prédica.

    Si lo que de verdad se quiere es pasar de la muerte del crimen a la vida civil sin criminales, la decisión de cambio tiene que ser radical, con políticas integrales duraderas. Consolidar ya el propósito colectivo, de gobierno y oposición, de familia y de escuela, para cercar de manera integral y sostenida el crimen que se ha llevado más de 150.000 vidas en los últimos 10 ó 12 años.

   Como nos recuerda el papa Francisco recientemente, sin fraternidad no es posible la paz; fraternidad que significa querer el bien del otro como el mío propio, aun en los casos de que no me caiga bien. Tienen que darse la mano la motivación interna que afirma la vida del otro y el duro castigo externo para los criminales, aun para los de franela roja. Como enseñaba el catecismo, si no respetamos la vida del otro por amor, al menos lo hagamos por temor al castigo. Acabar con la impunidad es clara responsabilidad de los poderes públicos, y de estos ha de venir la apertura de un diálogo y cambio a fondo, eliminando todo lo que anima a seguir matando.

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 *) Licenciado en Filosofía y Letras, Teología y Sociología. Especialista en Historia Económica y Social de Venezuela. Ex-Rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Caracas, Venezuela.

Fuente: http://www.el-nacional.com/opinion/seguir-matando_0_341365990.html

miércoles, 22 de enero de 2014

Adrian Raine: Test de Psicopatía


Adrian Raine. El test de la psicopatía
Por: Sandy Hingston,(Philadelphia Magazine, Julio de 2012)
(Traducción: Verónica Puertollano)

Hace algunas décadas, en Mauricio, una pequeña isla frente a la costa de Madagascar, un grupo de investigadores sentó a 1.795 niños de tres años a la vez, les pusieron unos auriculares, reprodujeron un tono, esperaron unos segundos, y después les hicieron escuchar un ruido de objetos metálicos tintineando. El primer sonido, seguido del segundo, se repetía una y otra vez. Cada niño fue conectado a unos electrodos que medían la cantidad de sudor excretado en los intervalos entre los tonos. La inmensa mayoría de los niños empezó a sudar una barbaridad después de haber escuchado el primer tono, al asociarlo con el segundo y doloroso tono que le seguía.
Veinte años después, los investigadores identificaron a 137 de esos niños que al crecer tuvieron antecedentes penales —detenciones por temas de drogas, infracciones de tráfico, agresiones violentas—. Los juntaron con una «cohorte» de participantes con procedencias similares, pero sin antecedentes penales. Entonces compararon las pruebas de los grupos infantiles. Descubrieron que la cohorte había anticipado los desagradables segundos tonos. Pero los niños que se convirtieron en delincuentes demostraron una absoluta falta de anticipación a los tres años de edad.
Uno de aquellos investigadores fue Adrian Raine, un menudo y alegre psicólogo con el pelo rizado y canoso que es considerado el líder mundial en la investigación de la neurocriminología. Profesor en la Universidad de Pensilvania en los departamentos de criminología, psiquiatría y psicología, y autor del best-seller Violencia y psicopatía, ha convertido en carrera el estudio de los malhechores, especialmente los psicópatas. «Hay 20 características diferentes de los psicóptas», dice Raine, de 58 años, con su nítido acento británico —es oriundo del condado de Durham y realizó su trabajo de posgrado en la Universidad de Nueva York—. «Pero la característica subyacente es la falta de emoción. Los psicópatas no experimentan los sentimientos como nosotros». El experimento con los niños era una versión simple del condicionamiento pavloviano: «Les pones los auriculares y les reproduces un tono, y después una explosión de música alta, ya que no puedes someter a descargas eléctricas a niños de tres años». Raine parecía un poco decepcionado por ello. «Los niños normales han aprendido lo que va a pasar y empiezan a sudar. Los niños que se van a convertir en delincuentes no demuestran ningún condicionamiento en absoluto».
Lo que ocurre con los niños que carecen de respuesta ante el miedo, explica Raine en su oficina en Penn —decorada únicamente con modelos de cerebros de plástico y algunas IRM muy coloridas— es que nunca asocian conducta y castigo: si pegas a tu hermano, Mamá te grita. Si le tiras fideos de ramen a Papá, te llevas un azote en el trasero. «Creemos que esta toma de conciencia y esta preocupación ante el castigo nos persuaden a la mayoría de nosotros de cometer un delito», dice Raine —en otras palabras, es lo que nos hace sentir culpables, así que actuaremos según las normas de la sociedad—. «Pero si no te preocupan las consecuencias, cometerás el delito».
Hay otras diferencias en el cerebro de los psicópatas, muchas. Tienen menos materia gris en la corteza prefrontal, la cual regula el control de los impulsos y la toma de decisiones. Son más propensos a tener un desarrollo cerebral defectuoso, cavum septum pellucidum.  Metabolizan la glucosa de forma distinta en algunas regiones. El área que procesa las recompensas, el cuerpo estriado, se amplía. Hay un debate en la comunidad científica sobre si dichos cambios son la causa o el resultado de la conducta psicópata. Raine está convencido de que son la causa. «Los seres humanos son como un rompecabezas», dice. «Necesitas que todas las piezas se queden fijas en su posición. Tenemos un destino. A algunas personas les tocan malas cartas; otras nacen con una escalera de póquer.»
Como suele suceder, estamos justo en medio de un momento psicopático. La serie de televisión Dexter está protagonizada por un asesino en serie. Acudimos en masa a ver agonizar a Tilda Swinton en Tenemos que hablar de Kevin. Acogimos con entusiasmo el reciente reportaje en la portada del New York Times Magazine sobre la lucha de una familia de Florida con su hijo de nueve años, Michael, que de verdad —de verdad— quiere matar a su hermano. Lo que ha traído a un primer plano la psicopatía es en gran medida la innovadora investigación que Raine ha realizado sobre cerebros criminales. Las IRM en concreto, dice, permiten a los científicos ver en tiempo real qué sucede cuando un psicópata ve fotos perturbadoras o contempla un problema moral, en comparación con el resto de nosotros.
La diferencia entre un psicópata y un criminal común es de escala. Los psicópatas cometen muchos crímenes. No es algo que se les pase con la edad, simplemente se perfeccionan. Como señala un estudio, «manipulan a los demás para sus propios fines, cometen crímenes premeditados, y no se ven afectados por sus actos atroces». Si bien la incidencia de la psicopatía en la población general está cercana al 1%, es de un 15 a un 35% entre los presos en EE UU. Y se estima que los psicópatas cometen hasta un 65% de todos los crímenes —una diminuta minoría que se encuentra entre nosotros y que crea olas masivas de caos y terror—. El área de Raine, la «neurocriminología», observa cómo la estructura del cerebro puede causar la psicopatía, y cómo se podrían demostrar esas anomalías en la estructura cerebral.
Estamos acostumbrados a pensar en la conducta criminal como una elección consciente hecha por personas como nosotros que deciden volverse malos. Pero ¿y si Raine está en lo cierto? ¿Y si hay realmente una marca de Caín, y los psicópatas son víctimas de su biología? ¿Cómo podría afectar nuestra visión de ellos, y cómo debería afectar?
Raine disfruta de la compañía de los psicópatas. No es el único. Si eres Ted Bundy, ser encantador resulta de ayuda. «Encanto superficial» es, de hecho, uno de los 20 elementos en la famosa lista de verificación del psicólogo Robert Hare, junto a la «impulsividad», la «conducta sexual promiscua», la «mentira patológica» y un «fatuo sentido de la autoestima». «Son el alma de las fiestas, dan mucha conversación», dice Raine. «Son carismáticos, es divertido trabajar con ellos. Siempre están tratando de camelarte».
Fueron los niños los que hicieron a Raine ponderar la fuente del mal. Cuando aún era estudiante en Oxford, trabajó para una organización benéfica que enviaba a los niños a un campamento de verano: «Los levantábamos por la mañana, los llevábamos a jugar, estábamos con ellos todo el día. Y podías ver las diferencias individuales entre ellos. Algunos eran muy agresivos. Y nada de lo que hicieras cambiaba eso». Estudió psicología, y escribió su tesis doctoral sobre las frecuencias cardíacas y la conductividad de la piel de los adolescentes agresivos. Por entonces, en los años 70, las raíces biológicas de la conducta se consideraban irremediablemente caducas. El único empleo que pudo encontrar cuando se graduó fue en una prisión. Así que estudió a los pedófilos, a los violadores y los asesinos, registrando diligentemente sus marcadores biológicos, y acabó encontrando su camino de vuelta al mundo académico. En 2007 recibió una oferta mientras trabajaba en la Universidad de California del Sur para incorporarse al Centro de Criminología Jerry Lee de Pensilvania.
El crimen y la academia forman una mezcla rara. Raine es un tipo extrañamente desapasionado, casi desapegado. Para él, el crimen es un enigma que hay que resolver, un problema en el que todos nuestros esfuerzos hasta la fecha no han tenido efecto. Para él no es lógico que se presione sobre las actuales iniciativas anticrimen: «No han funcionado», dice encogiéndose de hombros. Y está convencido de que, para algunos de nosotros, la conducta criminal es una predisposición fuera de nuestro control. «Nadie elige tener un mal cerebro», dice. «Los niños no eligen tener un 18% menos de desarrollo de la amígdala».
Hay un problema con esto, sin embargo: con las actuales reglas psiquiátricas, ningún menor de 18 años puede recibir un diagnóstico de psicopatía, porque el estigma es tóxico. ¿Quién querría decirle a unos padres que su hijo no cambiará jamás, que nunca se le pasará, ni desarrollará una conciencia ni se volverá… bueno?
Pero la convicción de Raine de que las conexiones defectuosas en el cerebro del psicópata lo hace incapaz para la empatía plantea una pregunta que cualquier devoto de Ley y Orden afronta con frecuencia: ¿Cómo pueden los seres humanos hacer cosas tan inconcebibles a otros seres humanos? No puedo ser grosera con las camareras que son groseras conmigo; no puedo imaginarme a alguien torturando a alguien, o abusando de un niño.
Los psicópatas no sienten tantos obstáculos. En un artículo en la Current Directions of Psychological Science, Raine escribió: «Los psicópatas pueden saber la diferencia legal entre el bien y el mal, pero ¿tienen el sentimiento de lo que está bien y lo que está mal? Se cree que las emociones son fundamentales para el juicio moral, y que proporcionan la fuerza motriz para actuar moralmente». Como señala el neurólogo Antonio Damasio en El error de Descartes, aunque en general solemos pensar en la emoción como un pensamiento racional disruptivo, «la reducción de la emoción podría constituir una fuente igual de importante para la conducta irracional». Los crímenes pasionales, al menos, los podíamos comprender. Mucho más inquietantes resultan quienes violan y matan porque simplemente no les importa.
Al poner su mente tan racional a trabajar examinando la conducta irracional, Raine se suma a una larga lista de pensadores que han intentado responder la pregunta de por qué la gente hace cosas malas. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, hemos echado la culpa a una malevolencia externa, como Satán o Iblís. Fue un médico de Filadelfia del siglo XVIII, Benjamin Rush, quien rompió con la postura tradicional de que la locura era una señal del pecado y la identificó como enfermedad. Los abogados empezaron a referirse a la locura como «enfermedad mental», y lucharon por que se aceptara como defensa penal. La oposición se olía un problema con esto, como explica Nicole Rafter en su libro The Criminal Brain: «Si la mente pudiera enfermar, entonces moriría, y el alma moriría con ella, todo lo contrario a la doctrina religiosa de la inmortalidad del alma».
Poco a poco, sin embargo, la creencia en el Diablo pasó de moda. En los siglos XIX y XX se propusieron nuevas explicaciones respecto a por qué algunos de nosotros somos monstruos. El afamado criminólogo italiano Cesare Lombroso clasificó a los criminales por «estigmas físicos», trazando diferentes tipos de cuerpo para los asesinos, los violadores y los ladrones. El psiquiatra inglés Henry Maudsley declaró a los malhechores «una clase distinta de seres», «marcados por una organización mental y física defectuosa». Los frenólogos tipificaron los rasgos del carácter en función del lugar de los chichones en la cabeza. Esta obsesión social con la clasificación y la identificación con el fin de aislar a los criminales y restablecer la «pureza» dio lugar a la eugenesia, culminada con la esterilización forzosa de los «débiles mentales» y los horrores del régimen nazi.
Así que no resulta sorprendente que tras la Segunda Guerra Mundial la psicología freudiana ocupara el centro del escenario: el Mal no era biológico, sino que era fruto del entorno. Los criminales se sentían culpables por haber deseado a sus madres, y cometieron crímenes para recibir el castigo que merecían. La nurture superó a la nature.
Pero hacia finales del siglo XX, dice Rafter, «Las ciencias sociales empezaron a perder poder explicativo mientras que las ciencias biológicas lo ganaban». Estamos menos interesados en castigar a los criminales y más obsesionados con prevenir los crímenes. El trabajo vital de Raine puede considerarse parte de esta tendencia. «Durante décadas, hemos puesto el foco únicamente sobre el componente social en lo que respecta al crimen —la privación, la vida de gueto, la discriminación—», dice. «Hemos ignorado sistemáticamente una parte fundamental de la ecuación. El trabajo que he hecho demuestra que hay causas biológicas».
Por ejemplo, la baja frecuencia cardíaca en reposo, que es el vínculo con la conducta criminal que se repite de manera más consistente. «Si tienes un bajo nivel crónico de excitación», explica Raine, «irás en busca de estímulos. Lo conseguirás uniéndote a una banda, robando en las tiendas, lo que sea. Hay un nivel óptimo de excitación, y todos lo buscamos». Su teoría cuadra muy bien con la conversación que el asesino en serie canadiense Peter Woodcock mantuvo con una reportera de la BBC, citada en The Psychopath Test:
                    Woodcock: Solo quería saber qué se sentía al matar a alguien.
                    Reportera: Pero usted ya ha matado a tres personas.
                    Woodcock: Sí, pero eso fue hace años, y años, y años, y años atrás.

¿Pero saben quién más tiene bajas frecuencias cardíacas? Los expertos en desactivación de explosivos. «Los que han sido condecorados por su valentía tienen frecuencias cardíacas verdaderamente bajas», señala Raine. «Los paracaidistas, también». Algunos cazadores de estímulos encuentran maneras perfectamente sociales de obtener sus chutes.
Estos temerarios serían lo que Raine llama «psicópatas exitosos». Hace unos años, decidió estudiar a personas que tuvieran los rasgos de la lista de Hare, pero pasaran por personas corrientes. Para encontrarlos, puso un anuncio clasificado: «Se buscan: personas encantadoras, agresivas, sin preocupaciones que sean impulsivamente irresponsables pero se les dé bien tratar con la gente y se preocupen sobre todo por sí mismos». (Nota: Es perfectamente normal leer estas cosas y empezar a sopesar si eres una psicópata —o te estás acostando con uno—). Otro terreno fértil fueron las agencias de trabajo temporal. «Las personas en las agencias de trabajo temporal son ocho veces más propensas a padecer trastorno de personalidad antisocial y psicopatía que la población general», dice Raine. «Los psicópatas se mueven mucho. Manipulan a las personas que les rodean, los usan, y después siguen adelante. Así que las agencias temporales son un refugio seguro». (¿No trabajaba tu cuñado en una agencia de trabajo temporal?)
Los psicópatas exitosos, como ha demostrado la investigación de Raine, tienen algunos de los «hits» negativos de la estructura cerebral de los no exitosos, pero exhiben una mayor función ejecutiva. No presentan una reducción significativa de materia gris en la corteza prefrontal. Raine cree que cuanto mejor funcione el lóbulo frontal, más inteligentes serán, y más sensibles a las señales del entorno que predicen el peligro y la captura.
Eso los convierte también en unos capitalistas ideales. La incidencia de la psicopatía en el mundo financiero es de cuatro veces el de la población general. Los psicópatas son imprudentes; en las apuestas, cuanto más apuestan más pierden. Carecen de los frenos de la conducta que todos los demás tenemos. «Los individuos con rasgos psicópatas», dice el estudio de Raine sobre psicópatas exitosos, «entran en la corriente general laboral y gozan de provechosas carreras… mintiendo, manipulando y desacreditando a sus colaboradores». Cerrar fábricas y destruir miles de empleos requiere una cierta falta de empatía. Igual que generar hipotecas sub-cero, o sugerir que una esposa ha acusado falsamente a su marido de abuso infantil en un juicio por custodia.
Raine no dice que cualquier malformación en el cerebro o anomalía genética garantice la psicopatía, sino que cree que la ciencia terminará por definir cuáles lo hacen. Lo que sus estudios demuestran hoy es la predisposición, la inclinación hacia el mal. Puede ser reforzada teniendo unos malos padres o llevando una mala dieta; puede ser mitigada por un ambiente positivo y una buena alimentación (pero no siempre: muchos psicópatas crecen en hogares normales y afectuosos). Hay motivos para su cautela. «Tenemos un historial de mal uso de la investigación en la sociedad», dice, citando el Experimento Tuskegee.
Pero él no deja que la historia lo detenga. Aunque el conocimiento del bien y del mal es lo que expulsó a Eva y Adán del Paraíso, eso es exactamente lo que Raine está tratando de precisar.
Hay una parte del cerebro —la corteza orbitofrontal, justo encima de los ojos, detrás de la frente— que está involucrada en la toma de decisiones y el control de los impulsos. Los hombres presentan aquí una reducción de volumen, dice Raine: «Y cuanto menor es el volumen de esa materia, más antisocial y psicópata es la persona». Los hombres son diez veces más propensos a cometer un asesinato. «Tratamos de explicarlo diciendo que socializamos de forma diferente —que damos muñecas a las niñas y bates a los niños—. No es del todo incorrecto, pero eso es sumado a las diferencias biológicas.» («Solo puedo decir esto porque soy hombre», añade).
Cualquier padre sabe que la socialización solo se puede tener en cuenta para algunas diferencias entre los niños. Raine tiene dos gemelos fraternos de 10 años. En el momento de nuestra entrevista, su mujer, Jianghong Liu, profesora asociada en la Facultad de Enfermería de Pensilvania, está en China pasando seis semanas. «Estoy solo en casa con los niños», dice Raine. «Les estoy dando las mismas experiencias, me parece. Pero son como peras y manzanas.»
Raine debe de ser un… padre interesante. Apenas lee los periódicos. No ve la televisión, salvo para saber qué ven los niños. Cuando le planteo una pregunta sobre Casey Anthony, me mira fijamente: «¿Quién?» «La mujer en Florida acusada de asesinar a su hija de dos años», apunto. Se encoge de hombros: «Hábleme de ella.» Lo hago. «Bueno, para empezar, me gustaría tener un escáner cerebral de esta Casey Anthony», dice, «para ver si hay una reducción de materia gris, una amígdala más pequeña. ¿Cuál es su frecuencia cardiaca?» No es exactamente útil para Nancy Grace [una abogada televisiva]. Las amígdalas no cuentan un relato; no satisfacen nuestra ansia de héroes y villanos, nuestra necesidad de echar la culpa. Pero quizá deberían. Por ahora, hay al menos siete genes asociados con la conducta antisocial/agresiva que se cree que influyen en la estructura del cerebro. Raine comprende por qué este tema pone a la gente nerviosa. Especialmente en América, no nos gusta pensar en la biología como un destino. «¡Te puedes convertir en lo que quieras!», le exhortamos a nuestros hijos. ¿Cómo podría un pequeño querubín ser ya una mala semilla?
Raine dice que lo estamos enfocando mal: «Todo el mundo comete el error de decir: “Si es biológico, apaga y vámonos”. Pero podemos hacer cosas para modificar el cerebro para bien». En Mauricio, sus estudios han demostrado que mejorar las dietas de los niños y las oportunidades educativas mejoran la futura conducta criminal. Ahora está dirigiendo un estudio aleatorio de cuatro años con preadolescentes de Filadelfia que presentan trastornos de la conducta, agresión y psicopatía, empleando escáneres cerebrales para ver qué es más beneficioso, si los ácidos grasos omega-3, la terapia cognitivo-conductual (TCC), o ambos.
La terapia cognitivo-conductual es un tema delicado en lo que respecta a los psicópatas. Raine reconoce sus límites: «No podemos enseñarles a sentir empatía, pero podemos enseñarles a comportarse como si la sintieran». El eticista y experto en el cerebro Walter Sinnott-Armstrong, de la Universidad de Duke, tiene dudas respecto a los beneficios. «Hay muy buenos estudios que demuestran que los psicópatas no responden a la TCC», dice, «y que puede ser contraproducente». Peter Woodcock le dijo a la BBC que a él sí le había ayudado: «Aprendí a manipular mejor».
Ese es un riesgo con el que Raine está dispuesto a vivir, por un simple motivo: América está fracasando en su guerra contra el crimen. Él propone un nuevo enfoque: hacer un seguimiento de todos los niños con rasgos asociados a la psicopatía. Insiste en que él habría querido saber si sus hijos los tenían, aunque no los han sometido a pruebas. «No hemos llegado ahí todavía», dice. «Pero dentro de 20 ó 30 años» —cuando sus hijos tengan hijos— «seremos capaces de predecir la conducta criminal en las primeras etapas de la vida».
Es una idea radical, teniendo en cuenta que el New York Times publicó hace poco un artículo sobre los riesgos éticos de someter a los niños a pruebas de colesterol alto. Pero con ese seguimiento, dice Raine, los padres podrían tener una oportunidad: «Podrías decir: eh, tu pequeño Johnnie tiene todas las opciones marcadas. Hay un 80% de probabilidades de que se vaya a convertir en un peligroso psicópata. Lo alejaremos de ti, trabajaremos con él. No lo ha hecho todavía, pero hay un 80% de probabilidades de que arruine tu vida».
H. Gilbert Welch, del Instituto Darmouth, investiga los problemas creados por el afán de la medicina por identificar de manera temprana las enfermedades. Es escéptico respecto a la idea de Raine. «Si yo quiero predecir una conducta criminal», dice, «denme factores sociales en vez de genética. Aunque tengas un test predictivo fiable, hay muchas posibilidades de hacer una clasificación incorrecta. Acabarás con un puñado de padres preocupados cuando resulta que sus hijos están bien».
El bioeticista de Princeton Peter Singer lo ve de otro modo. «Si los tests se vuelven suficientemente fiables», dice por email, «creo que deberíamos considerar hacer el test de la psicopatía a todos los niños. Acepto que haya un riesgo de estigmatización, pero también hay un riesgo en no alertar a los padres y profesores de los posibles peligros…».
Le pregunto a Liz Spikol, abogada local de enfermos mentales, qué opina de dicho test, esperando que estuviera en contra. No lo está. «Esto va a sonar duro», dice, «pero con otras enfermedades mentales, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, puedes tomar medicación y no reincidir. Pero los psicópatas tienen un cableado que les impide tener empatía». Ella estaría a favor de dichos tests si se demostrara que las intervenciones existentes funcionan, aunque simpatiza con aquellos que tienen diferentes tipos de cableado mental: «Siempre quieres pensar que la gente puede cambiar, que puede ser rehabilitada». Su experiencia personal, sin embargo, le ha dado una lección: «Algunas personas son un caso perdido».
Y añade enseguida: «Todo eso es en respecto a los adultos. No lo diría de un niño».
La palabra «psicópata» viene del griego «alma en pena», que demuestra lo terrible y «ajena» que es. ¿Quién puede imaginar lo que Albert Fish, padre de seis hijos, pensaba en 1928 cuando convenció a los padres de Grace Budd, de 10 años, para que le dejaran llevarla a una fiesta de cumpleaños? Nunca volvieron a ver a Grace, pero seis años más tarde recibieron una carta de Fish que describía con horripilante detalle qué había sido de ella:
“Primero le quité la ropa. Cómo daba patas, mordía y arañaba. La estrangulé hasta la muerte, después la despedacé en trocitos para poder llevarme la carne. La cociné y me la comí. Qué dulce y tierno era su culo asado en el horno. Tardé nueve días en comerme todo el cuerpo. No me la follé, aunque lo podría haber hecho si hubiese querido.”
Las teorías de Adrian Raine sobre las bases biológicas del crimen palidecen al lado de semejante depravación. Él lo sabe. «La retribución está concebida para que sea brutal con aquellos que vulneran las normas. Hemos tenido éxito como especie porque hemos echado a los pecadores. Queremos esa libra de carne».
Aunque Raine dice que el sistema de justicia penal no tiene en cuenta en este momento la rueda de la fortuna genética: «La ley asume que todos somos responsables, que todos podemos decidir, pero ¿tenemos todos el mismo grado de libre albedrío? Podríamos decir: eres responsable de lo que te ha tocado. Usted y yo tenemos más libre albedrío que otras personas. Si cometemos un crimen, deberíamos recibir un castigo mayor».
A pesar de la oscura naturaleza de la investigación de Raine, él es bastante alegre. Tal vez no se sumerja tan profundamente en el mal. «Como seres humanos hemos aprendido más, hemos progresado», insiste. «Desde el Renacimiento hasta ahora, nos hemos vuelto más nobles. Hemos liberado a los enfermos mentales de sus cadenas». ¿Podrían los psicópatas ser los siguientes?
No, si fuera por Sinnott-Armstrong, de Duke. «La estructura cerebral no suprime la responsabilidad», dice. «Los psicópatas tienen libre albedrío respecto a algunos actos, si no sobre todos los actos. Cuando eligen lavarse los dientes por la mañana, son tan libres como usted o como yo». Lo que suprimiría la responsabilidad, dice, es que fuesen incapaces de apreciar que sus actos son moralmente incorrectos. «Y los cerebros criminales no muestran una incapacidad de esa clase», dice.
Entonces, ¿qué hacemos con un criminal con todas las marcas biológicas de Adrian Raine? Encerrarlo, dice Peter Singer, tenga libre albedrío o no. «Podríamos considerarlo no tanto como un castigo, en el sentido que implica responsabilidad moral, sino como una detención para evitar que la persona agreda de nuevo, y disuadir a otros de cometer crímenes similares».
Spikol está de acuerdo: «Tenemos derecho a proteger al resto de la sociedad. Se trata de la seguridad pública. Hay personas que tienen que ser confinadas».
¿Cuál es, entonces, el siguiente paso? ¿Y si pudiésemos identificar a los psicópatas en el útero? «Esa es una pregunta neuroética interesante», dice Raine. Ahora mismo, en América, el 92% de los fetos diagnosticados con Síndrome de Down son abortados, y la trisomía 21 no está asociada con el asesinato o la violación. ¿Cuál sería la tasa de abortos para los Ted Bundys, Peter Woodcocks y Albert Fishes en potencia? ¿Cuál debería ser?
Algunas personas son un caso perdido. Pero no diría eso de un niño… 
«Si tuviéramos un marcador fiable para la psicopatía», dice Singer, «creo que se le podría ofrecer el test a las mujeres embarazadas». Sinnott-Armstrong coincide, aunque le «asombraría» que dicho test llegara a hacerse realidad. «Un padre debería ser capaz de tener el test, como lo hacemos para la enfermedad, la altura e incluso el color de pelo».
¡¿El color de pelo?!
«Creo que no está bien hacer eso», dice, «pero la eugenesia —la política de eliminar los genes malos— no debería ser la política del gobierno. Es un asunto familiar».
En cuanto a Raine, dice que estas son conversaciones que hay que tener, ya que las evidencias de las causas biológicas del crimen siguen acumulándose. Al mismo tiempo, sabe que es una terrible injusticia a tener en cuenta: Un niño con un poco menos de cerebro aquí, o un poco menos allá, termina causando un insoportable dolor a su familia y a la sociedad. Pero oigan, no se molesten en sentir lástima por los psicópatas. 
Ellos no la sentirían por usted. 
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