OPERACIÓN
MIRANDA: LAS PELÍCULAS SNUFF DE LEONARD LAKE Y CHARLES NG
Autor: FUNDAMERCED
Leonard Lake y Charles Ng son dos asesinos
en serie. Ambos tuvieron una infancia difícil y provenían de hogares disociados,
ambos fueron huérfanos a edades tempranas; estas carencias características quizás
expliquen el que hayan delinquido. Pero no las justifican; de ser así, deberíamos
entonces clausurar todos los recintos penitenciarios y no apresar a nadie más.
Todo delincuente tiene en su pasado y quizás hasta en su propio genotipo, una
razón para delinquir; sin excepción. Deberíamos más bién darle entonces una palmadita a todo delincuente, en vez de
segregarlos para impedir sigan delinquiendo, lo cual socialmente es absurdo y ridículo.
Leonard Lake perdió a su madre a los seis
años de edad, y coincidencialmente comenzó a mostrar signos de sadismo: En la
escuela, en vez de limitarse a diseccionar ofidios y batracios como todo
estudiante, procuraba eliminarlos, dando así muestras de sadismo: Los eliminaba
usando ácidos. Su gran pasión fue verlos retorcerse, mientras eran consumidos
por la acción del ácido; tenía una brutal afición. Mientras tanto, Charles Ng, también
huérfano y prepúber, se dedicaba a molestar a sus compañeros de clases, bulliándolos,
llegando al extremo de incendiar a su propia escuela, hecho por el cual fue
suspendido. Sin embargo, ambos eran unos niños, unos angelitos, y nadie quiso
advertir que ese sadismo y esa violencia son signos de proclividad criminal. Por
supuesto, pasaron los años, y esa inadvertencia les permitió a ambos convertirse
en asesinos en serie.
Del mismo modo, esa misma inadvertencia
permitió años luego que ambos sujetos se aliaran, unidos por su pasión por las
armas y por los actos sádicos, convirtiéndose así en cómplices y en asesinos en
serie. Secuestraron entre 25 y 50 personas, entre hombres, mujeres y niños;
asesinaron a la mayoría, reservándose sólo a las hembras; las utilizaban como
una especie de pareja sexual desechable; apenas se hastiaban de mantener
relaciones sexuales con esas mujeres, las eliminaban, asesinándolas; no mediaba
amor ni odio, sólo fastidio.
Inspirados por una novela, “El coleccionista
de huesos”, de John Fowles, construyeron un bunker, para alojar a sus víctimas, a quienes siempre
pretendieron esclavizar sexualmente, mientras filmaban sus actos depravados. El
bunker fue construído en Wilseyville, California; y allí la policía incautó un
inmenso material gore y snuff, cuándo los atrapó. Ya estaba en pleno desarrollo
la “Operación Miranda”, nombrada así en honor a la víctima de la novela ya
referida.
Como parte de la
Operación Miranda, estos depravados filmaron a sus víctimas femeninas, a quienes indistintamente llaman “Señora M”: Captan el tormento que sufrieron, para su posterior visualización. Después
de la incursión del bunker de éstos,
la policía recuperó las cintas que
los asesinos en serie habían filmado.
El contenido de las cintas se filtró y las podemos encontrar hasta en Youtube. No es “crimificción”,
como algunos ignorantes podrían suponer; es historia, es realidad.
Las mujeres víctimas de Leonard Lake y Charles Ng pasaron por
el propio infierno mientras estuvieron encerradas
en un bunker construído especialmente para torturar,
las cintas Operación Miranda no contienen nada
de eso. Leonard Lake y Charles Ng violaron y torturaron a sus víctimas mujeres antes
de asesinarlas y quemando sus
cuerpos, pero sin violarlas; sólo se
refleja la tortura; no las filmaron
mientras la violaban. Todo el registro fílmico está centrado en la tortura psicológica, pero eso es todo, además de la “filosofía” del propio
Leonard Lake.
Las víctimas en las cintas parecen muy relajadas. Brenda O'Connor siente sólo curiosidad por saber el paradero de su bebé; y Kathleen Allen parece que no podía esperar ninguna tortura; pero ello no implica que no hayan sido torturadas ni asesinadas, pues en realidad fueron torturadas, violadas y torturadas. Así lo confirman sus respectivos cadáveres.
También hay rumores de que las torturas reales fueron registradas en cintas snuff, y que Leonard Lake las vendió por una gran suma de dinero. De ser cierto, tendría mucho sentido; los asesinos sometieron a las niñas a tortura sistemática, las violaron y las mataron, ¿por qué no grabar y sacar provecho? Ninguna de esas cintas han sido recuperadas, supuestamente, por lo que el rumor sigue siendo un rumor. Para dilucidar la duda, sólo restaría que quién tenga por ahí un video de lo que realmente sucedió en Wilseyville, las distribuya, compartiéndola, así exija a cambio un montón de dinero, las cuales ya seguramente distribuyó.
Las víctimas en las cintas parecen muy relajadas. Brenda O'Connor siente sólo curiosidad por saber el paradero de su bebé; y Kathleen Allen parece que no podía esperar ninguna tortura; pero ello no implica que no hayan sido torturadas ni asesinadas, pues en realidad fueron torturadas, violadas y torturadas. Así lo confirman sus respectivos cadáveres.
También hay rumores de que las torturas reales fueron registradas en cintas snuff, y que Leonard Lake las vendió por una gran suma de dinero. De ser cierto, tendría mucho sentido; los asesinos sometieron a las niñas a tortura sistemática, las violaron y las mataron, ¿por qué no grabar y sacar provecho? Ninguna de esas cintas han sido recuperadas, supuestamente, por lo que el rumor sigue siendo un rumor. Para dilucidar la duda, sólo restaría que quién tenga por ahí un video de lo que realmente sucedió en Wilseyville, las distribuya, compartiéndola, así exija a cambio un montón de dinero, las cuales ya seguramente distribuyó.
Moraleja: La Realidad esta allí, ante nuestros ojos, no en los libros ni en los datos consensuados; la Ciencia afirma que los objetos más pesados que el aire no pueden volar, pero alguién que ignoraba existía ese axioma científico, voló el primer avión planeador; la Ciencia también afirmó que las rocas no podían caer desde arriba, desde el cielo, y ahora sabemos que hasta los dinosaurios perecieron por un meteorito caído en Yucatán….¿que nos queda? Ahhhh….que el bullying o violencia escolar es sólo eso, rubieras…cosas de muchachos…conducta disruptiva…en vez de una nueva faceta del fenómeno criminal.
Los criminológos debemos trabajar no en entelequías, ni en datos consensuados;, debemos trabajar respecto a aquello que constituya un comportamiento socialmente inaceptable...debemos romper paradigmas, crear un nuevo paradigma...para así situarnos en esta nueva sociedad, una sociedad globalizada.
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