FUNDAMERCED

domingo, 28 de septiembre de 2014

Tiranía es violencia política



TIRANÍA ES VIOLENCIA POLÍTICA



Fundamerced
Caracas, 28 de septiembre de 2014 


"La tiranía es el ejercicio del poder más allá del derecho, donde nadie tiene derecho; y éste haciendo uso de la fuerza que tiene en sus manos, no lo usa para el bien de los que están debajo de él, sino en su propia ventaja. " Así define John Locke a la tiranía, en su “Ensayo sobre el Gobierno Civil”, Capítulo XVIII, N° 199.
Asimismo, John Locke  afirma: “Siempre que la Ley acaba la tiranía empieza, si es la Ley transgredida para el daño ajeno; y cualquiera que hallándose en autoridad excediere el poder que le da la ley, y utilizare la fuerza a sus órdenes para conseguir sobre el súbdito lo que la Ley no autoriza, cesará por ello de ser magistrado; y pues que obra sin autoridad podrá ser combatido, como cualquier otro hombre que por fuerza invada el derecho ajeno” (ídem, N° 202).

Indagando acerca de la distinción entre delincuentes y no delincuentes, hallamos que la violencia es el común denominador entre quienes delinquen; ya no se trata de la mera agresividad, se trata de la exacerbación del impulso agresivo: Tiende no a la preservación y conservación del propio individuo, sino a la destrucción del contrario.

¿QUÉ ES MOBBING?
De allí que afirmamos que el bullying es una nueva faceta del fenómeno criminal, y que el Mobbing Misándrico es una nueva forma de mobbing: El mobbing no es ni constituye el mero acoso laboral; el acoso laboral es eso, “acoso laboral”. El mobbing va mucho más allá.

Para comprender cabalmente lo qué es “mobbing”, debemos contemplar el fenómeno desde la perspectiva primigenia vislumbrada por Konrad Lorenz: El acecho por parte de varios individuos, para intimidar, acosar y atacar a otro individuo, o a un grupo de individuos. Por supuesto, Lorenz observó y describió un fenómeno que percibió entre animales, no entre humanos; pero el quid del asunto está allí: Un grupo de individuos que conforman un “gang”, una banda, una pandilla, y atacan en grupo.  

En la naturaleza, como estrategia biológica de supervivencia, la agresividad del sujeto propendería a la supervivencia no sólo del propio individuo, sino a la perpetuación de la especie. Así fue corroborado por Dian Fossey, al estudiar los gorilas de la niebla, y más precisamente cuando advirtió que estos primates se distribuían entre sí las funciones sociales que les permitirían evitar a los cazadores furtivos, turnándose por relevos las labores de exploración del terreno para conseguir alimentos y existencia de riesgos, así como las de vigía o vigilancia, alertando al resto del grupo en caso

de proximidad de esos cazadores. Si esa agresividad hubiese excedido a los fines de esa estrategia biológica de supervivencia, estaríamos en presencia del mobbing: Habrían incurrido en mobbing sí esa agresividad hubiese estado en función de destruir al contrario.


De manera pues, el “mobbing” comprendería todas las formas de acoso, intimidación y hostigamiento, incluso al acoso laboral; y, desde luego, todas las formas de violencia, sin distingo. Y estarían comprendidos bajo esa figura por cuanto la violencia no es una variedad de la agresividad ni del impulso agresivo, sino una exacerbación de ese impulso, una desnaturalización de la agresividad.

LA VIOLENCIA POLÍTICA.
Bajo esta consideración, deberíamos entonces encuadrar a una forma de violencia muy particular, y es la ejecutada por motivos políticos. Hasta ahora la hemos catalogado como “violencia política”.

En términos generales, sí un individuo liderará a un grupo de individuos para acosar, intimidar u hostigar a otros, siempre que el móvil de esa violencia fuese una ideología política, estaríamos en presencia de lo que podríamos denominar “violencia política”. 

A los efectos de analizar la noción así esbozada, estudiemos un ejemplo actual: El grupo de insurgentes que instauró el Califato Islámico, en Irak y Siria.

El Estado Islámico (en lo sucesivo, “ISIS”, por sus siglas en inglés), pretende

fortalecer el nuevo Califato por ellos creado e instaurado, y expandirlo, reconquistando los antiguos territorios que pertenecieron a los antiguos califatos; en la consecución de sus fines, instauran la “sharia” o ley musulmana y obligan a la conversión a la fe musulmana a los acosados o intimidados u hostigados, so pena de muerte. En este caso, pese a las atrocidades cometidas por el ISIS, no podemos hablar de “violencia política”, al menos no mientras se mantengan circunscriptos en territorios cuya población sea predominantemente musulmana, por cuanto entre los móviles del ISIS la ideología religiosa juega un papel esencial y predominante; además, la violencia ejercida por el ISIS no se agota con la instauración de un nuevo régimen político en los territorios subyugados sino, además, con la imposición de su propia religión como forma y estilo de vida.


Este fue el caso de la Revolución Iraní, con el Ayatolá Ruhollah Jomeini a la cabeza, tras el derrocamiento del Shah de Irán, Mohammad Reza Pahlevi: La naturaleza ideológica de la Revolución Iraní, eminentemente religiosa, incrementó la movilización política de las masas, así como su poder destructivo respecto al orden político anterior y su influencia en la opinión pública de las diferentes naciones, pero todo el movimiento estaba dirigido a restablecer la sharia como forma y estilo de vida.


Por ende, tampoco podríamos incluir entre los casos de “violencia política” a la que pudiese haberse derivado de la revolución iraní, por cuanto ésta se produjo en un territorio ocupado mayoritariamente por musulmanes, razón ésta por la cual esa revolución no implicó en modo alguno la imposición de un credo distinto al ya imperante en territorio iraní; al contrario, el propósito de la revolución iraní era poner fin al empobrecimiento de la población iraní, evitar el grosero enriquecimiento de la oligarquía dominante en ese entonces en Irán -la dinastía Pahlevi- y procurar mayor bienestar entre la población, agobiada por un férreo control político y un aumento de la represión, para ahogar todo descontento popular, al cual oprimían políticamente. Esa revolución provocó grandes cambios y transformaciones en la sociedad iraní, pero todas fueron guiadas por la sharia.


De allí que éste último supuesto –la Revolución Iraní- resulte difícil de ser catalogado como ejemplo de violencia política, por no encuadrar en la noción esbozada; la violencia es ejercida para afianzar y fortalecer una ideología religiosa, en el entendido que la religión y los valores religiosos han caído en el olvido absoluto, y son considerados causa del estancamiento y retraso, razón ésta por la cual es usada entonces como una especie de ariete, para aglomerar mayor número de personas y aglutinarlas en pos de un espíritu de identidad nacional.

Sin embargo, estas formas de violencia serían asimilables a la “violencia política” sí fuese ejecutada para imponer a otros una ideología distinta a la suya. Sería el caso del propio ISIS sí se expandiese hacia países cuya población mayoritaria fuese distinta a la musulmana, y cómo es el caso de Nigeria y el grupo Boko Haram, quienes pretenden


imponer la “sharia” en territorios nigerianos en donde predomina la religión cristiana, y para ello exterminan a la población cristiana, o las obligan a desplazarse, migrando: Al imponer a un individuo un credo religioso distinto al suyo propio, ya estarían ejerciendo un acto de violencia, conculcando sus derechos universales como ser humano. Al imponerle una ideología distinta a la suya, ya están ejerciendo violencia política en su contra.



Advirtamos que el trasfondo parte de una especie de etnocentrismo, en cuya

virtud sólo lo nuestro es bueno, y malo todo lo demás; es el argumento esgrimido por los terroristas nigerianos, para afirmar que “…la educación occidental es pecado…”, frase ésta que correspondería a una traducción literal del propio nombre del grupo: “boko haram”. Sin embargo, ese mismo trasfondo etnocéntrico lo hayamos hasta en la propia bandera del ISIS:

“…La bandera es de color negro e incluye la primera parte de la shahada, "La 'ilaha 'illa-llah", que admite distintos significados: "No hay más divinidad que Dios", es el más literal. Pero la traducción más habitual es "no hay más dios que Alá". Como sea, la frase está estampada en la parte superior en letras blancas escritas a mano en árabe. Es la misma inscripción que aparece en otras banderas, como en la de Arabia Saudita.” (1 

Sin perjuicio de lo anteriormente expuesto, prosigamos nuestro análisis respecto a la “violencia política”, detectándola en regímenes totalitarios, dictatoriales. A tales efectos nos valdremos de la Uganda de Idi Amin Dada, años 1971-1979; previo a ello, advertiremos cuál es la función de un Estado.

FUNCIÓN SOCIAL DEL ESTADO DE DERECHO.
Todos hablamos de los derechos humanos, y todos exigimos nos sean respetados y cumplidos; aún quienes transgreden las leyes, matando, violando y robando, exigen siempre respeto a sus derechos humanos; es algo así como una coraza que protege a los individuos, impidiendo puedan ser agredidos. Por supuesto, quién delinque no respeta los derechos humanos de los demás y la razón de ello estriba en que los derechos humanos existen para ser exigidos al Estado, no a los demás individuos.

En esencia, un particular no puede violar los derechos humanos de otro individuo; los derechos humanos sólo pueden ser violentados por el Estado, pues han sido erigidos para proteger al individuo frente a la acción del Estado, no de los particulares. Sí un individuo abusa de otro, pisoteándole sus derechos, no estaremos frente a una violación de derechos humanos, sino quizás frente a un hecho punible, según se encuentre o no tipificado como hecho sancionable por una norma penal. 

Ahora bién, esos derechos humanos son y constituyen las condiciones de vida que todo Estado ha de garantizar a la ciudadanía, velando por su existencia, por el libre acceso a esas condiciones y por el libre goce  de esas condiciones de vida, a la vez que habrá de asegurar su constante y continua inalterabilidad; ello implica el que no pueden ser perturbadas; de ser perturbadas, es deber del Estado hacer cesar esa perturbación, y restablecerlas: En esto consiste la función social del Estado, servir a la ciudadanía, velando por el irrestricto goce de sus derechos humanos.

Desde luego, ya no estamos en la prehistoria, y no tenemos que salir a cazar o a pescar cada vez que las alacenas estén vacías; para eso está el Estado Contemporáneo, para que nos garantice abastecimiento de alimentos en los expendios autorizados formalmente para tal fin;  igual sí nos enfermamos, no tenemos que preguntarle a la abuela cuál es la rama que nos serviría para hacernos un brebaje, el Estado ha velado por la formación y adecuada capacitación de profesionales universitarios que nos devolverán la salud;  sí alguien delinque, lo aprehenden, lo juzgan y lo excluyen socialmente un tiempo, mientras lo resocializan socialmente, para impedir siga delinquiendo así como para evitar arriesgue y ponga en peligro los intereses y derechos del resto de la ciudadanía; y así en cuanto a todo lo relativo al suministro de los servicios públicos: Agua potable, no tengo que hervir agua, el Estado se encarga de vigilar sea potabilizada adecuadamente, y distribuida en todos los hogares; energía, ya no necesito instalar molinos de viento ni ruedas hidráulicas, el Estado velará por el eficiente suministro de energía eléctrica; desechos, el Estado vela por su oportuna recolección y disposición final; y para que todo funcione adecuadamente, sólo me competerá contribuir con los gastos, pagando impuestos. Simple y sencillo: Algo así como “El Mundo Feliz” de Huxley, pero en la vida real.

LA TIRANÍA DE IDI AMIN DADA.
Siempre nos ha resultado suspicaz el que se sienta lástima por aquellos cuya infancia fue terrible, o que perdieron uno de sus padres cuándo niño, o que fueron abandonados durante su infancia. Hitler tuvo una infancia infeliz; Idi Amín Dada, también. 

Abandonado por su padre, la madre de Amín se hizo amante de un miembro del ejército colonial británico y desde ese entonces el joven Amín comenzó a ser vejado, con burlas; cesaron cuando la madre se separó de ese militar, y ello prosiguió ganándose la vida dedicándose a  lo que conocía, herborismo, curar con plantas. Al tiempo, el joven Amín ingresó al ejército, específicamente a un regimiento del ejército colonial británico, pero como pinche de cocina; a partir de allí escaló posiciones, ascendiendo debido a su crueldad, sofocando revueltas en Kenia y en Somalia. 

Al ser independizada Uganda, en 1961, ya era el segundo al mando en el ejército ugandés; y ya para 1965 gozaba de una gran fortuna personal, debido al contrabando de oro y marfil, así como por la venta de armas; para ese entonces se dedicó a reclutar personal para el ejército ugandés, pero reclutándolo entre los sudaneses. Lo demás es historia: 

Dio un golpe militar, prometió elecciones libres y justas para restablecer pronto la democracia en Uganda y, asimismo, prometió liberar a todos los presos políticos; no cumplió ni lo uno ni lo otro. Permaneció en el poder desde enero de 1971 hasta abril de 1979, cuando fue depuesto, a pesar de la ayuda militar prestada por Muammar Kadhafi, y su alineación con los soviéticos.

     El gobierno de Idi Amín Dada se caracterizó por violaciones permanentes a los derechos humanos, la censura, la tortura, la persecución a sus opositores políticos y por su ferocidad contra los civiles, a quienes no tuvo que enterrar pues en muchas ocasiones los arrojaba a los cocodrilos, o los encerraba en jaulas con leones, para que fuesen devorados por éstos; asimismo, su gobierno se caracterizó por las excentricidades y por su cómica locuacidad:

En conferencias de prensa, se dirigía a la Reina de Inglaterra, tuteándola, la llamaba “Liz”; aseguraba haber derrotado al ejército británico siendo falso, se condecoró a sí mismo con el título de «Conquistador del Imperio Británico», “CBE” por sus siglas en inglés; exigía fuese mencionado por un título  que se había otorgado a sí mismo: «Su Excelencia el presidente vitalicio, mariscal de campo Alhaji Dr. Idi Amin Dada, CBE, VC (2), DSO (3), Señor de todas las bestias de la tierra y peces del mar y conquistador del Imperio Británico en África en general y en Uganda en particular».


Amín, además, aseguró que era  pretendiente al trono de Rey de Escocia, agregando también eso a su ya extenso título; sin embargo, jamás fue galardonado ni con la Orden del Servicio Distinguido ni con ninguna Cruz Militar, pero sí se confirió a sí mismo un doctorado en leyes de la Universidad Makerere y creó la Cruz Victoriosa para emular la Cruz Victoria de los británicos. En fin, llegó a suponerse que ese papel de bufón internacional era un disfraz para encubrir las atrocidades de su régimen.



Respecto a Idi Amín Dada circuló a sotto voce un rumor acerca de sus aficiones caníbales; el propio Amín aseguraba de viva voz: “Me gusta la carne humana porque es más blanda y salada...” Y quizás fuese cierta esa afición; en una ocasión, tras el fallecimiento de un general suyo,  Amín entró en la morgue con
la excusa de estar a solas con él y velar el cadáver; cuándo abandonó la morgue y entraron los médicos, notaron que le faltaban dedos de pies y manos al cadáver. En otra ocasión, el cadáver de un Canciller suyo apareció flotando en el Nilo, presentando una incisión en el abdomen y faltándole el hígado: Amín fue acusado de comérselo, debido a que éste suponía que ingerir hígado humano ahuyentaría los malos espíritus y atraería la buena suerte. 


Pero, en fin: ¿Cuál fue la actuación de Idi Amín Dada como gobernante? Veamos:

  • 1971: Seis semanas después de que Amín toma el poder, una bomba estalla en una prisión ubicada en Kampala, la capital ugandesa, matando a 32 oficiales del ejército que se encontraban en una celda. Para el final de su primer año en el poder, se estima que Amín ha matado a dos terceras partes del ex-ejército ugandés. Asimismo, Amín comienza a instaurar escuadrones de la muerte como parte del llamado “Buró de Investigación del Estado”, y autoriza asesinatos y ejecuciones sumarias por decapitación, en contra de aquellos que se mantienen leales al anterior presidente depuesto.

  • 1972: Amín expulsa del país a toda la comunidad asiática, alegando su deseo de una Uganda negra, que sea un “país de hombres negros”. A más de 50,000 familias indias y paquistaníes les da solamente 90 días para evacuar el país, y les permite llevarse sólo lo que puedan cargar en sus propios brazos. Redujo así la mano de obra calificada  en el país, así como  la inversión extranjera, que huyó espantada por esta medida de corte hitleriano.
  • 1972: La campaña de Amín en contra de supuestos rivales se intensifica, mientras cientos de miles son secuestrados y asesinados. Entre ellos, no solamente se encuentran miembros de su propio parlamento y oficiales del gobierno, sino también jueces, miembros del clero, profesores, periodistas, hombres de negocios y una amplia variedad de ciudadanos comunes y corrientes, quienes caen bajo sospecha por cualquiera que sea la razón. Apoyado por el ejército, estableció un régimen de terror que asesinó a más de 300.000 ugandeses, sobre todo de las etnias “lango” y “acholis”; el propio Idi Amín Dada participó personalmente en estas masacres: Gustaba de cortarle el miembro viril a los hombres y ahogarlos, atragantándolos,  introduciéndoselos en la boca; gustaba, asimismo, de ver la profusión de sangre, era sanguinario: Hacía vestir de blanco a sus víctimas, para que resaltase el rojo de la sangre a verter.


  • 1972: Inglaterra e Israel comienzan a retirarle su apoyo a Amín. Idi Amín Dada le pide ayuda entonces a Muammar Kadhafi, líder de Libia, y a la Unión Soviética.


  • 1973: Estados Unidos cierra su embajada en Uganda.
  • 1974: El cuerpo de Kay Amin, la segunda esposa de Idi Amín, es encontrado descuartizado en la cajuela de un automóvil que pertenece a su amante, un doctor ugandés, quien aparentemente lo envenenó. Nunca se da una explicación completa de los horrendos eventos. Los trozos del cadáver son cosidos entre sí, luego son expuestos en capilla ardiente por varios días y el propio Idi Amín Dada obliga a sus hijos a desfilar por ante éste, asegurando que esa era la muerte reservada para una adúltera.  
  • 1975: Amín, todavía muy popular por toda África, es elegido Presidente de la Organización de Unidad Africana (OAU, por sus siglas en inglés).


  • 1976: Un avión de Air France lleno de israelitas y judíos con rumbo a París es secuestrado por terroristas a favor del movimiento palestino OLP, y aterriza en el aeropuerto de Entebbe después de que Amín les ofrece un refugio seguro. Amín se involucra personalmente en las negociaciones con los secuestradores —pero el 4 de julio es sorprendido cuando comandos israelitas invaden el aeropuerto y llevan a cabo un exitoso ataque para liberar a la gran mayoría de los pasajeros. Durante la operación, que duró una hora, dos rehenes son baleados y uno es dejado atrás: la abuela británica-israelí Dora Bloch, quien más tarde será brutalmente ejecutada. En respuesta, Inglaterra rompe toda relación diplomática con Uganda.
  • 1978: La situación en Uganda se deteriora todavía más una vez que la inflación se eleva desmesuradamente; estallan rebeliones armadas y los intentos de golpes de estado se vuelven cada vez más comunes. Mientras tanto, como una distracción de los problemas domésticos, Amín lanza un ataque en el país vecino de Tanzania.
  • 1979: Las victoriosas fuerzas de Tanzania toman Kampala y Amín huye a Libia, llevando consigo a cuatro esposas, 30 amantes y, al menos, a 20 de sus hijos. Después visita brevemente Irak, antes de establecerse en Jeddah, Arabia Saudita,  el resto de su vida. Fallece en 2003.


En resumen: Idin Amín Dada creó las condiciones para que los ugandeses viviesen peor, o muriesen asesinados o se marcharan de su propio país.   

Gobernó no para su pueblo, sino para afianzarse en el poder, y lucrarse él junto con los suyos. 


TIRANÍA Y SU EQUIPARACIÓN A VIOLENCIA POLÍTICA

Sí la función de un Estado de Derecho es garantizar la existencia de determinadas condiciones de vida que la ciudadanía requiere para el libre desarrollo y desenvolvimiento de su propia personalidad, es evidente entonces que constituirá violencia todo aquél acto que impida o perturbe el acceso a esas condiciones, o su disfrute; así como será igualmente violencia todo aquél acto que imposibilite acceso o disfrute de esas condiciones, no tanto por negarlas sino por ni siquiera ofrecer esas condiciones de vida a la ciudadanía.


En regímenes totalitarios o autoritarios, muchas veces esas condiciones de vida ni siquiera son ofrecidas ni puestas a disposición de la ciudadanía, vulnerando así sus derechos humanos.  Reitero, la existencia de esas condiciones de vida no es una dádiva del gobierno de turno, es una obligación a ser cumplida irrestrictamente por el Estado; sin embargo, hasta para que recolecten la basura hay que rogarles a los "servidores" públicos, y cuándo lo hacen inundan con publicidad el camión recolector con logos y slogan del tipo: “Fulanito, el mejor”, y siempre pretenden ser más que todos aquellos a quienes deben servir.


En el caso específico de Idi Amín Dada, huyó de Uganda y vivió en un palacio como un jeque árabe durante más de 33 años, financiando su dorado exilio en Arabia Saudita con dinero proveniente de todas las exacciones y expoliaciones que ejecutó durante su alocada y sangrienta dictadura. Practicó el mobbing a sus anchas, quizás fue un psicópata, era un megalómano y terminó paranoico, ávido de más poder; y es una excelente muestra en cuanto a violencia política se refiera.


Concluyamos con unas palabras de Locke:



“Allí donde termina la ley, empieza la tiranía, si la ley es transgredida para daño de alguien. Y cualquiera que, en una posición de autoridad, excede el poder que le ha dado la ley y hace uso de la fuerza que tiene bajo su mando para imponer sobre los súbditos cosas que la ley no permita, cesa en ese momento de ser un magistrado, y, al estar actuando sin autoridad, puede hacérsele frente igual que a cualquier hombre que por la fuerza invade los derechos de otro.”( íbidem, Capítulo XVIII, N° 202) 


Asimismo:  


"La tiranía es un poder que viola lo que es de derecho; y un poder así nadie puede tenerlo legalmente. Y consiste en hacer uso del poder que se tiene, mas no para el bien de quienes están bajo ese poder, sino para propia ventaja de quien lo ostenta. Así ocurre cuando el que le gobierna, por mucho derecho que tenga al cargo, no se guía por la ley, sino por su voluntad propia; y sus mandatos y acciones no están dirigidos a la  conservación de las propiedades de su pueblo, sino a satisfacer su propia ambición, venganza, avaricia o cualquier otra pasión irregular." ( íbidem, Capítulo XVIII, N° 199) 

____
Notas: 
  1.  Para más información, véase:  El significado oculto de la bandera de ISIS
  2. VC: "Victoria Cross" o Cruz Victoria, condecoración militar más alta de todas las condecoraciones británicas concedidas por valor "frente al enemigo".
  3. DSO: Abreviatura de "Distinguished Service Order", traducido por Orden del Servicio Distinguido; condecoración concedida por servicios meritorios por parte de oficiales del ejército británico en tiempo de guerra, especialmente en el frente de batalla. 
Enlaces relacionados: