Patricia Calandin
Por la promoción de los derechos humanos de las mujeres, la igualdad de género y la eliminación de la violencia contra las mujeres
Violencia en el Noviazgo Adolescente: sus primeros indicios
La violencia en las relaciones de noviazgo, afecta la salud física y mental de la adolescencia y se identifica como un problema social que incluye desde relaciones con mayor grado de compromiso hasta relaciones iniciales, informales y esporádicas, que tienen en común la atracción interpersonal y el hecho de citarse para salir.
Algunas características la diferencian de
la violencia en el matrimonio: a) la edad de los miembros involucrados
es relativamente menor a las de las parejas convivientes o casadas, ya
que se trata de adolescentes o jóvenes en temprana edad. b) las razones
por las cuales se presenta la violencia en estas relaciones puede ser
distinta a la de la violencia familiar, ya que no hay convivencia, no
hay obligaciones filiales o carga familiar y no hay obligaciones
económicas de ninguna naturaleza, ni contractuales, ni de dependencia ni
responsabilidad de auto sostén o del otro miembro.
Las parejas de novios se encuentran para conocerse, para entretenerse y divertirse juntos, etc. pero no conviven.
Ambos miembros tienen su propio entorno familiar que es el ámbito de
contención emocional y de sustento. Incluso en muchos casos, aún no
tienen proyectos en común, al menos a largo plazo.
Pero cómo es posible que a tan temprana edad existan en estas relaciones manifestaciones de violencia?
La violencia es una conducta aprendida
antes de iniciarse la relación, e influyen en ese aprendizaje las
vivencias en el entorno familiar, la escuela, la socialización con sus
pares, los medios de comunicación que reproducen violencia simbólica,
etc. Además hay factores y circunstancias que pueden incidir agravando
sus manifestaciones, como la pobreza, la desigualdad, el alcohol y las
drogas, además de características individuales de sus miembros.
En esta edad, en que los jóvenes están
reafirmando sus roles y sus identidades masculinas y femeninas, cobra
importancia la violencia psicológica, que ejercen buscando controlar y
dominar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones del otro
miembro, sin advertir el daño que causa al disminuir la autoestima e
impedir el pleno desarrollo personal de la otra persona. Su ejercicio
está ampliamente generalizado, ya que es la violencia más invisibilizada
y naturalizada por adolescentes y adultos, y en muchos casos el
preludio a la violencia física y/o sexual.
En la encuesta realizada en la Ciudad de Córdoba en adolescentes de 15 a 19 años, el 91,09% de los y las jóvenes reconocieron la presencia de al menos un indicador de violencia psicológica en sus relaciones.
Además
de los gritos e insultos, las críticas sobre las formas de actuar, de
vestir, los modales, las amistades, las opiniones en reuniones, son
algunas de las formas en que se manifiesta el control sobre la otra
persona.
Pero son los celos los que encabezan el
ranking, siendo la principal causa de enojo, con el 35% de los
encuestados que asumen que su pareja es celosa, y el 34% que reconoce
ser celoso/a y ser ese el principal motivo de los enojos.
Con los celos lo que se busca es dominar a
la otra persona, controlar sus acciones, aislarla de su familia y
amigos, vigilar sus movimientos, disminuir su autonomía y hacerla
depender emocionalmente de quien ejerce la violencia psicológica, para
doblegar su voluntad y lograr que haga lo que no quiere o que no haga lo
que quiere.
Aunque no es fácil que los encuestados
reconozcan su condición de celosos/as, al consultarles sobre la
percepción de por qué se producen conflictos en las parejas en general,
el 72,67% de los jóvenes en noviazgo, encuentran en los celos la
principal causa.
Impedir la libre comunicación y expresión
del otro vigilando, controlando y restringiendo es otra forma de
ejercer dominio sobre las decisiones de las personas. Con la excusa de
los celos, el 55,45% de los y las jóvenes manifestaron que se molestan “cuando su pareja recibe un mensaje de texto o le suena el teléfono” cuando está con él/ella.
Es necesario compartir contraseñas?
El 30,3% de los adolescentes manifiesta que “es necesario compartir la contraseña de facebook, mail, twitter etc. con la pareja”
como una expresión de confianza, sin advertir que, por el contrario, al
exigir compartir el acceso a estos espacios de comunicación se está
expresando desconfianza hacia lo que hace, piensa, decide y comparte el
otro miembro de la relación.
El conocimiento y ejercicio de nuestros
derechos juega un rol fundamental en el respeto por parte del otro. Si,
en nombre de una relación afectiva, permitimos que se transgredan,
estamos abriendo la puerta a violaciones que nos colocan en un plano de
desigualdad difícil de superar.
Exigir el respeto por nuestros gustos,
deseos, ideas y decisiones es un derecho que tenemos y que debemos
ejercer. Y para nada se contrapone con el amor, las ganas de estar
juntos, conocernos y disfrutar. La clave para tener un noviazgo
saludable es preguntarte: ¿Me siento libre de hacer y decir lo que siento y deseo sin temor al enojo o reacción de mi pareja? Si gozás de esa sana libertad estás en una relación saludable.
____Fuente: http://patriciacalandin.com/2013/11/08/violencia-en-el-noviazgo-adolescente-sus-primeros-indicios/
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