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domingo, 30 de marzo de 2014

Facetas del cerebro social



Las facetas de nuestro “cerebro social”

Por Facundo Manes   DIRECTOR DEL INSTITUTO DE NEUROLOGIA COGNITIVA (INECO) Y DEL INSTITUTO DE NEUROCIENCIAS DE LA FUNDACION FAVALORO


25/08/13 

     Para los seres humanos la supervivencia depende, en gran medida, de un funcionamiento social efectivo. Las habilidades sociales facilitan nuestro sustento y protección. Si queremos entender a los seres humanos, la comprensión de las capacidades relacionadas con la sociabilidad cobra un rol fundamental. 

    El estudio sobre la cognición social tiene sus raíces en la psicología social, disciplina que procura entender y explicar cómo los pensamientos, las sensaciones y el comportamiento del individuo se ven influenciados por la presencia, ya sea real o imaginaria, de otras personas. Estudia al individuo dentro de un contexto social y cultural, y se centra en cómo la gente percibe, atiende, recuerda y piensa sobre otros, lo cual involucra un procesamiento emocional y motivacional. 

   Existen teorías que sostienen que el tamaño del cerebro se relaciona mayormente con el alcance del contacto social en cada especie. A partir de esto, muchos se han preguntado si la complejidad de nuestro cerebro no se debe justamente a la complejidad social de nuestra especie.

    Otros investigadores postulan que el desarrollo de la capacidad de manipular a los demás (o el engaño táctico) fue crucial para la evolución de nuestro cerebro.

    La cognición social incluye diversos procesos, tales como la “teoría de la mente” (se denomina así a la capacidad de inferir los estados mentales de otras personas -incluyendo sus intenciones y sentimientos- y de darse cuenta que los otros tienen deseos y creencias diferentes a las nuestras), la empatía, el reconocimiento de expresiones faciales, el procesamiento de emociones, el juicio moral y la toma de decisiones.

     Dado que la conducta social tiene demandas únicas, se tiende a pensar que posee sistemas cerebrales especializados. La conducta social requiere de una identificación muy rápida de los estímulos y signos sociales (tales como el reconocimiento de las personas y su disposición hacia nosotros), una importante y necesaria integridad de la memoria (para recordar quién es amigo y quién no lo es en base a nuestra experiencia pasada), una rápida anticipación de la conducta de los otros, y la generación de múltiples evaluaciones comparativas. Por otro lado, los desafíos cognitivos requeridos para la interacción social parecen ser diferentes de aquellos requeridos para los objetos (no humanos). 
 
     Una interacción apropiada con otro ser humano necesita de un reconocimiento inicial de que quien está enfrente es otra persona, diferente de uno mismo y con un estado psicológico interno diferente. A partir de allí, debemos intuir las motivaciones internas, los sentimientos y las creencias que subyacen a su conducta teniendo en cuenta, además, que los estados mentales de cada individuo se enmarcan en características más estables de la personalidad. Finalmente, uno debe tener en cuenta cómo es que nuestra conducta influye sobre la de la otra persona, tanto para actuar de una manera socialmente apropiada como para intentar persuadir o influenciar el estado mental del otro. La cognición social se relaciona con el resto de las capacidades cognitivas con el objetivo último de guiar nuestra vida en sociedad, con estrategias a veces involuntarias y automáticas y muchas veces debajo de los niveles de nuestra conciencia.

    En el famoso cuento de Edgar Allan Poe “La carta robada”, el célebre detective Auguste Dupin descubre el enigma que un batallón de policías no había podido resolver. ¿Cómo lo logró?, le preguntan asombrados. Él les explica que hizo simplemente lo que una vez vio hacer a un niño que adivinaba una y otra vez en qué mano sus compañeros tenían escondida una bolita: saber que el otro puede pensar y sentir distinto a uno, comprenderlo y actuar en consecuencia. En mayor o menor medida, de eso se trata ser humano.

www.facundomanes.com @ManesF
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Fuente:  http://www.clarin.com/edicion-impresa/facetas-cerebro-social_0_980902021.html

viernes, 28 de marzo de 2014

Efectos del Plan cayapa: Asesina tras salir libre por Plan Cayapa.

Solicitado por muerte de Urquiola salió libre en Plan Cayapa

Urquiola falleció el domingo cuando quedó en la línea de tiro del ataque a una barricada | Foto Cortesía

Lo sentenciaron a 22 años y 25 días de prisión por el plagio de un comerciante en el estado Lara. Además, ha cometido otros delitos.

Yonni Eduardo Bolívar Jiménez, de 37 años de edad, presunto implicado en la muerte de Adriana Urquiola, de 28 años de edad, ocurrida el domingo pasado en la noche a la entrada de la urbanización Los Nuevos Teques, fue sentenciado en 2003 a 22 años y 25 días de presidio, pero habría logrado su libertad en una de las fases de la Operación Cayapa puesta en práctica por el Ministerio de Servicios Penitenciarios.

Esa condena la emitió la Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito Penal del estado Lara por la comisión de los delitos de secuestro, usurpación de título militar, ocultamiento ilícito de arma de fuego, aprovechamiento de acto falso y obtención de pasaporte con falsedad ideológica.

El 25 de noviembre de 2003, Bolívar Jiménez se hizo pasar como el capitán Landaeta y se presentó en el negocio del comerciante Amado Pastor Gudiño, de 58 años de edad, frente a la plaza de Cabudare, estado Lara. El hombre estaba vendiendo una finca y el falso militar se mostró interesado en comprarla. Gudiño aceptó ir con Bolívar a su propiedad, pero una vez que se subieron al vehículo lo sometió, lo esposó y lo encapuchó. Durante 65 días lo mantuvo en un baño hasta que la familia pagó 100 millones de bolívares por el rescate.

En esa oportunidad, el GAES de la GNB y el Cicpc capturaron a Bolívar Jiménez en la urbanización Santa Rosa, en Lara. Le incautaron tres camionetas último modelo, un Porshe y diez armas de fuego, cinco de ellas enchapadas en oro, además de prendas militares.

Fuentes extraoficiales dijeron que tan pronto Bolívar Jiménez salió en libertad comenzó a trabajar en un ente gubernamental, mientras que su hermano Jimmy Eduardo Bolívar, de 18 años de edad, laboraba para Corpoelec.

Pasado criminalEntre los delitos cometidos por Bolívar Jiménez –que en declaraciones en el Cicpc responsabilizó a su hermano Jimmy Eduardo de haber usado su camioneta 4Runner la noche en que mataron a Urquiola– destacan varias estafas a militares. Logró obtener pasaportes diplomáticos y visa para viajar a Estados Unidos haciéndose pasar como hijo del general Oswaldo Bolívar Massó. Desde la Cancillería se emitieron oficios solicitando esos documentos para Bolívar Jiménez. Obtuvo dos pasaportes, uno a su nombre y otro como Nelson Nava.

Un militar que en 2003 participó en la detención de Yonni Bolívar Jiménez dijo que lo dejó preso en Uribana y supo que luego estuvo en El Dorado, estado Bolívar.

Ahora, el mayor de los hermanos está desaparecido luego de que fue entrevistado en el Cicpc, donde prometió que buscaría al menor para que declarara por la muerte de Adriana Urquiola.

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Fuente: http://www.el-nacional.com/sociedad/Solicitado-muerte-Urquiola-Operacion-Cayapa_0_380362207.html