El número de niños y niñas que tratan de ingresar a los Estados Unidos sin compañía adulta está aumentando drásticamente. Estos niños son refugiados. Ante
esta crisis se debe actuar en consecuencia, no sólo en la frontera de
los EE.UU., sino también en los países de donde son originarios estos
niños.
Este año se espera que más de 60.000
niños y niñas no acompañados traten de ingresar a los Estados Unidos
desde Centroamérica y se espera que esa cifra se duplique en el 2015. Estos números sólo seguirán aumentando a menos que los gobiernos de los países fortalezcan sus sistemas de protección infantil.
Los niveles extremos de violencia que
los niños y niñas sufren en sus propios países son inimaginables. Cada
vez más niños están buscando desesperadamente protección ya que las
condiciones de seguridad se siguen deteriorando en sus comunidades y
muchas veces experimentan la violencia dentro de las mismas
instituciones encargadas de su bienestar.
Además de un ambiente violento, la
migración de menores no acompañados se ve influenciada por factores
económicos y sociales complejos, como falta de oportunidades, el
desempleo de los padres, y la separación de la familia debido a la
migración. Estas son las tendencias regionales que atraen a los niños
para migrar a los EE.UU.
La única manera de evitar que
estos niños huyan a los EE.UU. es atendiendo las causas fundamentales
de sus motivos para emigrar y establecer sistemas eficaces de protección
de menores.
Por favor, firma
nuestra petición para los gobiernos de Centroamérica y los Estados
Unidos para que protejan a los niños y niñas contra la violencia.
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Fuente: https://www.change.org/es-LA/peticiones/los-gobiernos-de-centroam%C3%A9rica-y-de-los-estados-unidos-los-ni%C3%B1os-y-ni%C3%B1as-no-deben-ser-forzados-a-elegir-entre-su-hogar-y-su-seguridad
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