ENTROPÍA
SOCIAL: La dinámica social en relación con la entropía
- ¿Serán aplicables en el campo social las leyes de la termodinámica así como los conceptos propios de la Física?
- ¿La entropía implica necesariamente el desorden y el caos, o podríamos revertir esos procesos entrópicos para crear estructuras ordenadas y así librarnos del fenómeno criminal?
- Venezuela: La reforma de la LOPNNA y el conferimiento a los consejos comunales de atribuciones para resocializar a los jóvenes delincuentes ¿Incrementará más el caos social, o lograrán impedir que esa generación de relevo se abstenga de reincidir en delito?
Fundamerced
Caracas, 13 de Junio de 2015
La entropía es una magnitud física para medir el grado de organización
de un sistema y en cuya virtud se establece axiomáticamente que todo sistema evolucionará
y se transformará desde un estado inicial a otro estado final, homogeneizando y
estabilizando todas las variables que interaccionen en ese sistema. Por
supuesto, es un concepto propio del campo de la física, no del ámbito de las
ciencias sociales; y en la física, obedece a rigurosas leyes: Las Leyes de la
Termodinámica.
Sin embargo, se ha pretendido aplicar ese concepto del campo de la
física al ámbito de lo social; pero al aplicarlo, por ejemplo, sólo se resalta
el que la sociedad como sistema tiende al desorden, al caos. De allí que pareciese
forzoso tener que admitir entonces que el destino de toda sociedad fuese tender
a la anomia social, incluyendo al fenómeno criminal como una consecuencia
inevitable. No obstante, hemos de advertir que conforme a los postulados de
esas mismas leyes o principios de la termodinámica, puede ser evitado ese
desorden al cual tiende todo sistema, aún cuando se trate de un sistema de
ámbito social.
Veámoslo así: En el campo de la física se distingue el sistema según
que sea abierto o cerrado, pues uno y otro se comportan de modo distinto. Por
lo general, la termodinámica establece que para elevar la temperatura de un
cuerpo, habrá de aplicársele calor; asimismo, que esa cantidad de calor a ser
aplicada, habrá de ser mayor a la cantidad misma de temperatura que se quiere
obtener en ese cuerpo; ahora bién, la entropía en este caso estaría conformada
por las cantidades que se disipan tanto de calor como de temperatura,
independientemente de sí ese cuerpo obtuvo o no la temperatura esperada, y
sería mayor esa entropía sí ese sistema es abierto, pues de ser un sistema
cerrado se requeriría menor cantidad de calor para obtener la cantidad de
temperatura deseada, por ser menor la cantidad de energía disipada.
Veámoslo con mayor detalle: Sí usted quiere calentar el agua en una
olla hasta obtener equis temperatura en esa agua, necesitará menor cantidad de calor
sí lo hace al vacío, contrariamente a sí calienta esa olla en una simple
hornilla a la intemperie. La explicación consiste en que sí el sistema es
abierto necesitará mayor cantidad de energía por cuanto se disipará en el
ambiente el calor tanto de la llama o fuente de calor (sí acaso usa una
hornilla eléctrica) así como el de la olla o recipiente que contiene el agua a
ser calentada, calentando y elevando la temperatura del entorno próximo e inmediato
debido a la energía radiante que se desprenderá de los tres objetos que
interactúan: La olla al calentarse, el agua al bullir y la llama al desprender
calor. Por el contrario, sí el
sistema es cerrado, aislado, no intercambiará materia ni energía con su entorno,
cómo ocurriría en el hipotético caso de calentar esa agua al vacío.
Desde luego, la entropía esta asociada al desorden pero cómo ya
expresamos, también implica la homogenización y estabilización de los componentes
que interactúan en el sistema, y el ejemplo más extremo que pudiésemos referir
para ilustrar ese proceso de homogenización y estabilización es el de la
combustión que tiene lugar en algunas estrellas -cómo nuestro Sol- mediante fusiones
termonucleares, transformando constante y continuamente hidrogeno para obtener
helio, y quemando ese
helio para obtener otros elementos reactivos como el
deuterio o el tritio y así sucesivamente, quemando esos otros elementos para
obtener otros elementos más, pero mucho menos potentes y poderosos respecto al
propio hidrogeno, al punto que una vez agotada esa provisión de combustible conformada
inicialmente por la cantidad de hidrogeno existente en la estrella en el estado
inicial del proceso, implicará la muerte misma de esa estrella, y ello por
haber alcanzado una entropía igual a cero, debido a que homogeneizó y
estabilizó el sistema, causando finalmente la gradual
disminución y descenso de la temperatura del cuerpo celeste a causa del
descenso mismo de las cantidades de calor aportadas durante la fusión nuclear de
los diversos elementos químicos intervinientes en el proceso, provocando el
ulterior colapso de esa estrella, por el total agotamiento del calor, debido al
cese de toda fusión nuclear por carencia de material fisible. En otras estrellas, las reacciones termonucleares ocurren no por fusión
nuclear del hidrogeno, sino del carbono, pero igual colapsan, al agotarse todo el
material fisible: Níquel, hierro o uranio 235.
En cuanto al desorden, conforme a la termodinámica, axiomáticamente todo tiende al caos, al
desorden; sin embargo, todo tiende al caos y al desorden siempre y cuándo sea
inerte el sistema del cual se trate; esto es, que ese sistema esté desprovisto
y carente totalmente de una fuerza o energía que impida esa tendencia, implicando
la irreversibilidad del proceso entrópico. Es sabido que la entropía de todo
sistema tiende a incrementarse, para que así el sistema alcance su equilibrio,
transfiriendo constantemente una cantidad de energía de uno hacia otro
componente, transformándolos a ambos, máxime sí es un sistema cerrado; pero esa
tendencia al caos no es inexorable, existen unas especies de excepciones al
axioma, aplicables tanto a sistemas abiertos o cerrados, e independientemente
de sí éste sistema cerrado está aislado o no. La distinción no es una mera
sutileza; ya volveremos a referirnos a ello.
La
entropía como creadora del orden, y no del caos.
Para visualizar con mayor facilidad lo qué es la entropía, propongo
que nos imaginemos mezclar dos recipientes con un galón de pintura, una de
color blanco y otra de color negro; usemos para ello cualquier utensilio para
sacar pequeñas dosis de pintura de cada uno de los recipientes, verterlos en
el otro y mezclarlos
continuamente; al final, deberíamos obtener dos recipientes de pintura color
gris.
Pues bién, la entropía en cada uno de los recipientes irá aumentando
en la misma proporción en la cual transvasemos la pintura de un recipiente a
otro, pues la desorganización será tal que las pinturas no serán ni de color
blanco ni de color negro, cumpliéndose así entonces lo previsto, al no decrecer
la entropía; del mismo modo, que esa entropía llegará a su máximo nivel cuando
el color de la pintura en ambos recipientes sea significativamente igual,
cumpliéndose así otra previsión, cesando ese crecimiento entrópico al alcanzar
equilibrio ese sistema, al homogenizarse y estabilizarse el color de las pinturas en ambos
recipientes; asimismo, que será una entropía de carácter irreversible, pues no puede deshacerse el proceso ya terminado, con lo cual igualmente se cumpliría otra previsión: La irreversibilidad del proceso de transformación del sistema. Trate de recomponer las trizas de un vaso de vidrio tras haberlo arrojado con fuerza contra el piso, para quebrar ese vaso; intente devolver al frasco la fragancia de un perfume, después de haberlo destapado para oler su contenido.
Empero, contradiciendo aparentemente toda previsión de las leyes y
principios que rigen la termodinámica, cuando usted mezcla agua y aceite, estas
dos sustancias no tienden a unirse, no tienden a homogeneizarse, se mantienen segregadas,
separadas, apartadas, conservando su propia “individualidad”; otra aparente
contradicción que ha sido advertida es la constituida por la cristalización de
las esferas duras, que en estado fluido se comportan de modo distinto a cuándo
cristalizan, ocupando en el espacio un volumen igualmente distinto según se encuentren en fase fluida o cristalizada,
siendo mayor su entropía cuando ocupan mayor volumen por estar en fase cristalizada,
agitadas por una menor temperatura que en estado fluido, pero orientándose en
redes regulares, mostrando configuraciones irregulares sólo cuándo están en
fase fluida, a causa de la repulsión entre moléculas a corta distancia: En
ambos casos, la aparente contradicción no implica siquiera una incoherencia con
las leyes físicas, siendo más bien su confirmación.
En efecto, refiriéndonos nuevamente al comportamiento de las esferas
duras, la entropía tiende al orden por cuanto sí la base ordenada de estas esferas
en redes regulares implica mayor cantidad de volumen accesible por partícula, se
deduce de ello que esta fase ordenada tiene mayor entropía, por tener mayor
cantidad de microestados pero no por ello mayor desorden o caos, qué es lo que
comúnmente se acepta como entropía.
Cuando se simula que hemos de situar N cantidad de esferas en una caja
cúbica de volumen V, asignándoles una velocidad aleatoria a esas esferas y
dejándolas evolucionar conforme a las leyes de la mecánica, ocurre que cuando
dos de estas esferas se encuentran, se producirá una colisión elástica,
entrarán en equilibrio y pasarán a ocupar un volumen específico cada una de
éstas. A bajas densidades, cada
una de estas esferas tendrá a su alrededor toda una esfera de
radio 2r siendo r el radio de las
esferas (en el gráfico, a) en la que no puede encontrarse ninguna otra esfera,
para así evitar quedar solapadas; pero a densidades superiores, las esferas de
exclusión de partículas vecinas se solapan (en el gráfico, b), quedando pues un
volumen accesible mucho mayor, por depender ese volumen accesible tanto de la
configuración concreta de las esferas, como de la fase en la cual se
encuentren. Este fenómeno, que ocurre a nivel
molecular, puede ser
visualizado fácilmente cuándo agitamos naranjas en un cesto o en un cajón de
madera: Las naranjas se ordenaran “espontáneamente”, ocupando menos espacio mediante
redes ordenadas; de allí que resulte absurdo y hasta chocante, cómo sí fuese posible volver a
reconstruir un vaso de vidrio a partir de sus trizas esparcidas por el piso
tras haberlo arrojado para quebrarlo.
Entonces, conforme a las leyes de la física, podríamos suponer entonces
que a mayor cantidad de microestados habrá mayor tendencia al orden, habida
cuenta que a mayor cantidad de entropía no necesariamente el sistema tenderá
hacia el desorden y el caos, siendo probable que tienda al orden.
El
caos y el desorden ¿consecuencia natural de la entropía?
Para entender cabalmente el
concepto de la entropía, debemos distinguir entre los macroestados y los
microestados, a los que hemos aludido someramente más arriba. A tales efectos,
supongamos que tenemos un gas contenido dentro de una botella, y que ese gas
está a una temperatura de 25º C. Cómo es de conocimiento general, los gases están constituidos por moléculas, y éstas
moléculas se mueven libremente, chocando unas contra otras, repeliéndose
constantemente, ocupando la totalidad del envase en el cual estén contenidas;
asimismo, que a diferentes temperaturas, la velocidad del movimiento de esas
moléculas decrecerá o se incrementará, incidiendo igualmente en el estado
físico de ese gas, que pudiera pasar a estado líquido: A mayor temperatura,
mayor velocidad de las moléculas, que podrían hasta hacer estallar el envase; a
menor temperatura, menor movilidad.
Pues bién, la velocidad y
relativa posición de cada una de las moléculas del gas de nuestro ejemplo, en
un instante dado, constituirá un microestado; distinto al microestado de otro
instante posterior o anterior; existirán tantos microestados cómo instantes queramos,
sea que elevemos o disminuyamos la temperatura del envase. En contraposición, constituirá
un macroestado el envase en sí mismo, conteniendo el gas de nuestro ejemplo,
pero a una determinada temperatura; sólo existirá un único macroestado, siempre
que la temperatura se mantenga sin variación; al variar la temperatura del
envase, estaremos en presencia de otro macroestado: El macroestado, por tanto, corresponde
a la caracterización del sistema termodinámico en cuanto a sus propiedades
macroscópicas referentes a presión, temperatura, etc.; y el microestado, a la
especificación detallada de la configuración microscópica de ese sistema
termodinámico.
Pero como quiera que estamos en un blog dedicado a la investigación en
el campo criminológico, obviemos las partículas y toda la parafernalia de la
termodinámica y la mecánica cuántica: Ejemplifiquemos con extrapolaciones más
accesibles.
Sí usted entra a una recámara, a un dormitorio, vea cómo está situada
la ropa de vestir. Podría estar guardada y acomodada dentro del mueble
destinado a tal fin, o podría estar totalmente regada y desperdigada entre
todos los muebles de la habitación y hasta en el piso; esto es, podría estar
“acomodada” o “desperdigada”, que serían entonces los dos probables
“macroestados”. Ahora bién, sí esta “acomodada”, tendría mucho menos
“microestados” que estando “desperdigada” y resulta que intuitivamente estaría
“desordenada” sí esa ropa está “desperdigada”, intuición ésta que sería
acertada conforme a las leyes de la termodinámica, por poseer mayor entropía: Cuantos más microestados
tiene un macroestado, más desordenado está, porque más posiciones y velocidades
distintas pueden tener sus partículas; vale decir, sí desperdigamos la ropa,
tendremos mayor variabilidad de posiciones para desperdigar la ropa, que la
cantidad de variaciones que tendríamos sí la colocásemos ordenadamente dentro
de un cajón o gaveta. De allí que se afirme que la entropía tienda al caos.
No obstante, ni el caos
ni el desorden son una consecuencia de la entropía. Es evidente que existirá un desorden sí
desperdigamos la ropa por todo el piso de la habitación, en vez de guardarla
ordenadamente en un mueble, pero ello no implica el que ese desorden sea producto de la entropía. ¿Quién produjo ese desorden? ¿Quién omitió guardar las ropas en el mueble y las desperdigo por toda la recámara? ¿La entropía, o usted?
Cómo podrá ser advertido, existen procesos entrópicos reversibles y
otros que serán irreversibles. Un proceso entrópico será irreversible cuando sea
imposible modificar su estado final para devolverlo a su estado inicial, cómo
cuándo mezclamos una pintura blanca con otra negra para obtener un color gris,
o cómo cuándo intentamos recomponer un vaso de vidrio a partir de sus propias
trizas; por supuesto, ese proceso será reversible cuándo podemos retrotraer ese
proceso entrópico a su estado inicial, o a un estado anterior al de su estado
final: En el caso de la ropa desperdigada, procediendo a colocarla
ordenadamente en un mueble, para así guardarla.
Aún más, la idea del orden y la del aumento de la entropía tampoco son
incompatibles entre sí; la pretendida tendencia al caos que se le atribuye a la
entropía no constituye un axioma en el campo de la termodinámica, y no está ni
siquiera identificada ni relacionada con la ecuación que respecto a la entropía
fuese formulada para describir la conexión entre el micromundo y el macromundo,
enunciada por Boltzmann: S = K log W
En esa fórmula se expresa que la entropía de un sistema (S) es igual a
la cantidad o número de microestados posibles de sus partículas elementales (W)
multiplicado por el logaritmo de una constante de proporcionalidad (K). En ningún
modo expresa que el caos o el desorden sean una consecuencia de la entropía, esa
es una interpretación que se ha venido propalando, y cuyo contenido no es del todo acertado: Es
perfectamente factible que a partir de un incremento de la entropía puedan
crearse símultáneamente estructuras ordenadas, cómo ya ha sido demostrado, y cómo
podríamos comprender hasta con el ejemplo de las naranjas que se ordenan “espontáneamente”
dentro de una caja…bastaría o restaría entonces saber bajo que condiciones o circunstancias operaría esa probabilidad -para que así al menos la ropa de la chica de la foto se acomode "espontáneamente" en el closet o ropero-.
Dinámica
social y entropía
Las sociedades humanas son sistemas abiertos, no aislados. Quizás
existan algunas sociedades humanas que estén aisladas, cómo sería el caso de esas
tribus primitivas cuya existencia descubrimos de vez en cuando, pero son casos
excepcionales, cómo sería el caso de la tribu descubierta en Amazonas, completamente aislada del resto del mundo.
Siendo así, el Principio Cero de la Termodinámica
implica que sí colocas en contacto un objeto de menor temperatura con otro de
mayor temperatura, ambos evolucionaran hasta que sus respectivas temperaturas
se igualen: Extrapolando este principio al ámbito de las ciencias sociales,
quizás podamos corroborar científicamente hasta la teoría de la asociación
diferencial.
Del mismo modo, sus implicaciones materiales nos ayudarían a
fundamentar el por qué sufren modificaciones y transformaciones las normas
culturales de una sociedad dada, al adoptar los hábitos y costumbres de otras
sociedades con cultura distinta a la suya propia, denostando, despreciando y
hasta olvidándose de su propio acervo cultural; y nos ayudaría en Criminología
a comprender el por qué de la necesidad de los procesos de socialización así
como el de la resocialización, y el por qué deben ser conducidos bajo
determinados parámetros, para así impedir y evitar que las conductas
socialmente inaceptables sigan siendo transmitidas y hasta reforzadas entre los
miembros de la sociedad y en las futuros miembros de esa sociedad, conformada
por las generaciones de relevo.
Es demasiado simplista y falaz el afirmar que el crimen es causado por
una constelación de causas multifactoriales, o el signo evidente de toda sociedad
criminógena, o la consecuencia natural de un proceso entrópico. Ese fatal determinismo
es absolutamente falso.
Cómo ya quedó expuesto, los procesos entrópicos necesariamente no son todos
irreversibles, existen algunos que son de carácter reversible; de tal modo, quién
delinque, comportándose socialmente de modo inadecuado, no sólo por robar o
matar -qué sería lo más evidente-, sino también por causar daño y perjuicio a
otros al vulnerar, perturbar y alterar las condiciones de existencia a las que todos
tenemos derecho –muchos de cuyos supuestos no son estudiados por la Criminología
debido a no encontrarse tipificados por Ley penal alguna, cómo sería el caso de
algunos crímenes de Estado-, necesariamente
debería ser segregado socialmente a los fines de ser sometido a resocialización,
para así ulteriormente una vez readaptado socialmente ser reinsertado en la
sociedad una vez rehabilitado.
Sin embargo, la entropía crece, aumenta y se incrementa día tras día,
no en razón de ser cierta y válida la interpretación heurística según la cual
todo conduce al caos y al desorden; se incrementa por cuánto son aplicados
deficientemente tanto los procesos de socialización y de resocialización, o no
son aplicados en modo alguno o son aplicados con propósitos distintos al de coexistir
y convivir pacíficamente en sociedad. Pongamos por caso, sí alguien delinque,
independientemente de su edad, debe ser sometido a resocialización,
necesariamente, para así preservar los intereses del resto de los miembros de
esa sociedad; por supuesto, sí no lo someten a ese proceso de resocialización,
o sí quién lo aplica a su vez pertenece a una subcultura delincuente o desviada,
ese individuo persistirá en su comportamiento desviado, desadaptado o
antisocial. La entropía no implica ni el caos ni el desorden social.
Del mismo modo, podríamos extraer aplicaciones del resto de las leyes
de la termodinámica. Verbigracia, respecto de la segunda ley –en cuya virtud se
establece la dirección en la que deben llevarse a cabo los procesos
termodinámicos y, por lo tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido
contrario, así como las restricciones inherentes al proceso mismo- podríamos
extrapolar para el campo de las ciencias sociales el cómo y el por qué en los
sistemas aislados la entropía es igual a cero, al no intercambiar materia ni
energía con su entorno. ¿Implicaría entonces que habrá mayor control social en
las
las comunidades aisladas, o que perdurarán más allí sus usos y costumbres, su cultura?
Vea la imagen antes de responder: Mientras existen restricciones que
mantienen aislado a un grupo, la entropía se mantiene constante debido a que es
exigua la cantidad de microestados; pero tiende a aumentar esa entropía en la
misma medida en que son eliminadas las barreras que mantenían aislado al grupo,
debido al incremento de la cantidad de microestados tanto por el incremento de
interacciones que podrían ser realizadas como por el incremento de espacio a
ser ocupado por sus respectivos volúmenes. Por supuesto, tratándose de seres humanos, calcule usted: La
globalización de la casi totalidad de nuestras sociedades contemporáneas
implicará la paulatina homogeneización y estabilización no tanto de nuestros
usos y costumbres, sino también de nuestros sueños y anhelos. Reiteramos, La
entropía no implica ni el caos ni el desorden social.
EPÍLOGO,
para Venezuela
Recientemente fue reformada en Venezuela la ley de protección a niños,
niñas y adolescentes; entre las reformas se contempla la elevación de la edad
de responsabilidad penal para jóvenes, colocándola a los 14 años de edad; se
eleva también el tiempo máximo a purgar condena privativa de libertad, incrementándola
a 10 años de pena; pero también se le confiere a unas organizaciones de carácter
socio-político –denominadas consejos comunales- la atribución de “resocializar”
a los jóvenes que han delinquido, cuándo
así sea ordenado por el sistema de justicia penal; éste proceso habría de ser
ejecutado mediante unos programas “ad hoc” a ser inscritos previamente ante los
correspondientes consejos de protección. Nuestra crítica, a priori, consiste en
que para resocializar a un individuo es menester conocer previamente y en forma
cabal cuáles serán los parámetros que comprenderá ese proceso de resocialización,
qué en sí mismo constituye un precioso mecanismo de control social y no una
mera formalidad, y cuyo propósito precisamente es evitar que el sujeto reincida, inculcándole
pautas sociales que debe internalizar como único medio para reducir su respectiva
peligrosidad social y proclividad criminal, robusteciendo y reforzando en su ánimo
la voluntad reflexiva de abstenerse de pasar al acto criminal.
Entonces, surge otra inquietud y es la relativa a que en Venezuela ni
siquiera existe un programa para resocializar a la población carcelaria adulta,
cómo tampoco existe un programa diferenciado para ser aplicado a los reclusos
con trastornos psiquiátricos –albergados sin distingo alguno junto al resto de la
población carcelaria-; y nos surge esta otra inquietud por cuanto se supone que
el proceso de socialización es aplicado en primera fase en los propios hogares
de cada quién, lo cual implica necesaria y materialmente qué todo el quid del
asunto radica y está inmerso entonces en el seno familiar de cada quién, y qué la
etiología del fenómeno criminal hemos de comenzar a rastrearla es allí y no en
las estructuras de la sociedad ni en ideologías satanizadas y vituperadas por élites
dominantes ni en la injusta distribución de las riquezas de un país, para así
entonces hacer responsable al propio individuo por la ejecución de sus propias acciones, en vez de atribuírselo a un
sinnúmero de remotas causas no eficientes:
Una deplorable vida intrauterina, maltratos y abusos durante la infancia
y pare usted de contar. Sin embargo, el individuo podría abstenerse de pasar al
acto criminal, reflexivamente, aún cuándo haya sido la víctima de deplorables y
terribles carencias o abusos, sin tener que excusarse en sus males del pasado
para delinquir, para así justificar o legitimar de algún modo su inicuo
proceder.
Por supuesto, sí al individuo le refuerzan la errónea suposición que
sus acciones antisociales o delictivas son provocadas o determinadas por causas
y factores que lo impelen a ejecutar esas acciones, persistirá en la ejecución
de esas acciones, apretando el gatillo de su arma de fuego sintiéndose cuál marioneta. En vez
de ello, debería serle inculcado que todas sus acciones son producto de su
propia voluntad, para que así reflexivamente se abstenga de causar daños y
perjuicios a otros.
De manera pues, la conclusión salta a la vista: Sí la entropía de todo
sistema constantemente aumenta, crece y se incrementa, tornándose en tendencia
hacia el desorden y el caos a no ser que medie alguna fuerza que la impele a la
creación del orden, ¿Cree usted que decrecerá la criminalidad sí nada se hace
para evitar que los sujetos delincan o reincidan en el delito, socializándolos
o resocializándolos?
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