CRIMINOGÉNICA
La gata
en la batea
En el folklore venezolano, para señalar una
situación inesperada, expresamos: “Ahora
sí que se montó la gata en la batea.”
Vivimos inmersos en la violencia, y en vez de resolverla nos dedicamos a
contemplarla de brazos cruzados desde atrás de los barrotes colocados en
nuestras puertas y ventanas; y contemplándola,
la atizamos, cómo echándole más leña al fuego, comportándonos
violentamente en todas nuestras interrelaciones sociales, e impidiendo absurdamente
por todos los modos posibles que la disciplina impere y reine al menos en el
seno de nuestros hogares y escuelas, pues la corrección se ha convertido en tabú; curiosamente,
aupamos la violencia, excitándola y hasta facilitando los medios para que se
produzca, y la toleramos hasta con resignación; y todo este desastre viene por
preocuparnos más de la forma que del fondo.
En condiciones ideales, al sujeto se
le socializa; socializándolo, se le disciplina, pero es opinión generalizada
que el disciplinar contraría derechos individuales, además ser sostenida esa
opinión en un innumerable cúmulo de falacias, prejuicios y supercherías, y
ocurre que en nuestros hogares y escuelas la violencia campea, vertiendo sangre
y lágrimas a raudales. Socializando al
individuo, se le deberían inculcar valores que le permitan tanto reconocer la
dignidad humana como a respetarla y a trascenderla por sí mismo, pero los
valores inculcados más bién lo impelen a despreciar esa dignidad humana,
degradándolo como persona y es así como en aras de sus fines egoístas y
narcisistas arremete, agrede y pisotea a otros inescrupulosamente; no podría
esperarse otra reacción. Socializando al individuo, se le suministrarían las
herramientas necesarias para que desarrolle competencias y destrezas idóneas
hasta para convivir pacíficamente en sociedad, pero socializamos inadecuada y
torpemente, además de omitir el suministro de esas herramientas así aludidas; para
colmo de males, ni siquiera son adecuados los referentes culturales utilizados
actualmente, pues en vez de escoger como dechado a personalidades históricas
que hayan descollado en la ciencia, por ejemplo, escogemos figuras del hampa y
de la prostitución cuyas historias nos transmiten incansablemente a través de
la televisión, y hasta nuestras mujeres mueren como moscas implantándose
artificios y sustancias extrañas en el cuerpo, pagados quizás con dinero
proveniente del delito.
Tenemos así entonces que nuestra
cultura y nuestras costumbres se han venido modificando, pero no para mejorar;
hemos estado incorporando a nuestras pautas culturales el contenido de pautas
pertenecientes a un sinnúmero de subculturas, no tanto foráneas sino de
subculturas delincuentes autóctonas así como de otras subculturas de desviados
que hasta ahora se mantuvieron agazapados, al acecho de una oportunidad
propicia para salir a la luz pública: Al incorporarlas como aceptables, sin
embargo, nos degradamos hasta como humanos.
Resultado: Nos atracan cuando oramos
en nuestras iglesias; nos atracan cuando salimos a trabajar; nos atracan dentro
de los vagones del Metro; nos atracan dentro de las escuelas; nos atracan
bañándonos en la playa; nos atracan cuando llegamos temprano a casa; nos
atracan cuando llegamos tarde a casa; nos atracan cuando salimos a recrearnos
al cine; nos atracan a plena luz del día en las calles; nos atracan en los
estacionamientos y garajes; nos atracan…; nos atracan… Usamos otro verbo, son
varios: Matar, asesinar, secuestrar, raptar, violar, robar, hurtar, estafar,
chantajear, golpear, insultar, vejar, acosar, hostigar, etc., y sería
redundante toda esa prolijidad casuística.
Recientemente un diario de circulación
nacional publicó unos reportajes sobre la violencia que se vive en nuestras
calles, fueron 67 los reportajes publicados.
Leyéndolo en la edición impresa es el único modo de aprehender en su
totalidad los nefastos efectos que ha provocado el fenómeno criminal en nuestra
población, pues su contenido es mucho más extenso que el de la edición digital. Parece jocoso, pero los
bandoleros acechan en motos a los ciudadanos para arrebatarles bolsas con
víveres y comestibles, dinero en efectivo y hasta la propia vida; viajar en
transporte colectivo es toda una aventura, pues atracan a los pasajeros después de pasearlos en busca de un oscuro paraje, y hasta
en ocasiones han hasta violado a unas cuántas pasajeras; los presos deambulan
libremente por las azoteas de los recintos penitenciarios, blandiendo armas de
fuego; tras los motines carcelarios, son los presos y no las autoridades quienes
aseguran a la ciudadanía que será acordado un cese de hostilidad; son los
presos mismos quienes mantienen el control interno de las cárceles, no quienes
los mantienen presos, y todas las semanas sancionan a aquél que infringió
alguna de las normas de su peculiar código carcelario; además, los presos se dan el tupé de dirigir desde la cárcel, vía telefónica y hasta internet, las fechorías que sus secuaces ejecutaran extramuros; sí aprehenden a alguién,
los policías son cercados e inmovilizados dentro de los destacamentos
policiales; sí conducen herido a un delincuente a un centro de asistencia
médica, sus compinches presencian amenazantes toda la intervención quirúrgica,
para asegurarse sobreviva y sea dado de alta el paciente, apuntando y
amedrentando al personal del servicio médico; los malhechores son sometidos a un
cobro de vacuna, en vez de ser conducidos a los tribunales; sí el delincuente
llega a tribunales, quizás algún alma caritativa se ofrezca a liberarlo
rápidamente, a cambio de dinero, sin defenderlo, sino traficando influencias;
pero sí es presentado en tribunales, con toda probabilidad salga en libertad,
cómo salió todas las anteriores veces: La privación de libertad es de carácter excepcional.
Cómo demostración de nuestros
anteriores asertos, nos permitiremos suministrar a continuación algunos de los
enlaces de los reportajes aquí aludidos:
- Diario Ultimas Noticias publicó en 67 reportajes el clamor de las víctimas
- Asaltantes no perdonan ni en la iglesia de La Candelaria
- En La Hoyada hay que andar alerta: Mujeres atracan con navaja en mano
- Las 80 zonas roja de Caracas
- Petare poco patrullada
- La policía no se ve barrio adentro
- Táchira lidia con hampa criolla y foránea
- En Falcón están echando el resto contra el hampa
- A plomo se ajustan las cuentas en Nueva Esparta
- Hampa hereje azota a vecinos y turistas de Anzóategui: Piratas en ríos y bahías
- Alcabalas no frenan el delito en Monagas
- En Apure hay gente que vive de matar
- MIJ admite que policías de Guárico matraquean
- Policías agravan situación de inseguridad en Guárico
- Aragúeños acusan a la policía de taparear a los delincuentes
- Ladrones acorralan a vecinos en Bolívar
- En Mérida está empastelada la lucha antichoros
- En Portuguesa el hampa mata a plena luz del día
- Ladrones azotan en la capital de Barinas
- Carabobo: Los choros andan realengos en Hospital de Valencia
- Miranda: Guaicaipuro, el quinto municipio con más homicidios
- Miranda: 156 personas han sido asesinadas en el Tuy en año 2013
- Miranda: en barriadas tuyeras claman por una patrulla en la noche
- Miranda: en Baruta, Plan Patria segura no sube a barrios
- Miranda: Guarenas y Guatire, roban carros y motos a su antojo
- Lara: Barquisimeto y El Tocuyo activan cifras rojas
- En Zulia hay choros hasta para exportar
- Plan Patria Segura bajó el delito
- Critican a la Comisión Desarme
- Vecinos difieren sobre logros del Plan Patria Segura
- Ministro MIJ: Sensación de inseguridad es mayor a la cantidad de delito
- Manifiesto del lider de los internos de la Cárcel de Vista Hermosa, tras un tiroteo dentro del penal
- Manifestantes exigen a la policía liberación de detenido
- Manifestantes protestan captura policial
Recapitulando, como corolario de toda la
grave situación planteada, y que merma hasta la fortaleza anímica de la
ciudadanía, sometida continuamente a la acción del hampa, no nos queda más que
preguntarnos: ¿Quién le pondrá el
cascabel al gato?
Es evidente que sí nos mantenemos
inertes, sucumbiremos socialmente en un pandemoniun, la capital del infierno o sí se quiere, en un aquelarre de brujas.
¿Qué vamos a aguardar?
Por tanto, siendo que es necesario
socializar adecuada y eficazmente, hacerlo; sí es necesario impartir
disciplina, disciplinar; sí no socializamos a los futuros miembros de nuestra
sociedad ni los disciplinamos, cómo entonces podríamos resocializarlos cuándo
debamos segregarlos por haber delinquido, sí no los habíamos socializado
previamente, elemental; es como un circulo vicioso: Debemos avanzar cómo sí estuviésemos
aprendiendo a caminar, paso a paso.
Así pues, hemos de señalar que carece de todo valor práctico llevar
estadísticas del fenómeno criminal u observarlo contemplativamente, así como
carece de utilidad social el excusar conductas desviadas aduciendo que el
delincuente es una víctima más para así justificar su dañino comportamiento, o
permanecer indolentes a sabiendas que en los recintos carcelarios el interno
está como pez en el agua y no eliminarles siquiera la posibilidad de
comunicarse con el exterior, sin colocarles siquiera una simple antena bloqueadora de llamadas de telefónos móvil celular , e impedirles así al menos que delincan estando presos, organizando y dirigiendo actos delictivos
que serán ejecutados por los secuaces y cómplices que tienen fuera de prisión.
Se requiere actuar, ejecutar acciones ya no profilácticas, por la metástasis
del mal, sino que lo ataquen:
- Implementar programas tendientes a la implantación de regimenes disciplinarios en los recintos escolares, conforme a lo previsto en la LOPNNA;
- Implementar programas tendientes a la resocialización de la población carcelaria;
- Implementar programas aplicables a la población carcelaria que adolezca de patologías psiquiátricas, así como destinar un inmueble para recluirlos, dotándolo de los recursos necesarios para su funcionamiento, inexistente actualmente;
- Regular y controlar el contenido de los programas difundidos por televisión, para impedir sea transmitido material contentivo de pautas que inciten a la violencia, el sexo, el consumo de alcohol y drogas, la obtención del dinero a través del crimen o la prostitución, etc.;
- Crear nuevas fuentes directas de trabajo en el sector primario y secundario de la economía;
- Implementar mecanismo de control para impedir el ocio y la vagancia, obligando al trabajo, so pena de relegarlos a la realización de faenas de utilidad pública.
Nada
perdemos enfrentándonos al crimen, ganaremos: Podríamos impedir ser tragados por
la terrible vorágine criminal que nos arrastra día tras día; podríamos impedir
que se siga recrudeciendo cada vez más, y evitaríamos que se tornen rutinarios
y cotidianos los hasta ahora esporádicos eventos de descuartizamientos, los
acribillamientos con saña, los linchamientos, etc.; empero, debemos proseguir
atacando el bullying, la violencia escolar, pues seguros estamos que es una
nueva faceta del fenómeno criminal.
Fundamerced, en víspera de Santíago Apostol, año 2013.
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