Resiste la protesta en las calles por Ayotzinapa
Liliana Alcantara y Saúl Hernández / El Universal. México
Miércoles 31 de Diciembre de 2014
Durante 87 días se han registrado 44 movilizaciones públicas en México y el mundo con la demanda común de la localización con vida de los jóvenes desaparecidos, que no haya impunidad y se castigue a los responsables del crimen colectivo.
En los últimos tres meses del año, la desaparición forzada
de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, movilizó a familias,
estudiantes, activistas y artistas de al menos 17 estados de la República y 21 países.
La protesta no ha bajado de intensidad a pesar del tiempo transcurrido, diversos
sectores mantienen el respaldo a esta causa en demanda de justicia.
A partir del 2 de octubre, cinco días después de que se
confirmó la desaparición de los alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos,
se han registrado 44 protestas públicas en México y en el mundo con una demanda
común: La localización con vida de los estudiantes, que no haya impunidad y se
castigue a los responsables del crimen colectivo.
De acuerdo con datos del Centro de Investigación Documental
y Análisis de EL UNIVERSAL, sistematizados por la unidad de Periodismo de
Datos, de los 87 días transcurridos entre el 1 de octubre y el 26 de diciembre,
en 36 días hubo algún tipo de movilización por estos hechos, lo que significa
que tres días de cada semana ha habido protestas por el caso Iguala.
Perseo Quiroz, director de Amnistía Internacional (AI) en
México, considera que este acontecimiento ha generado una movilización nacional
sin precedentes a la que se ha sumado la indignación mundial.
Destaca que la organización a su cargo percibe una
preocupante estrategia por parte del gobierno federal, principalmente para que
el tema se diluya de la opinión pública con el paso del tiempo, “pero nosotros
no quitaremos el dedo del renglón hasta que haya justicia, verdad y
reparación”.
Resalta que el apoyo ha sido de esta magnitud porque “hay
desaparecidos a lo largo y ancho del territorio nacional”, pero además, agrega,
“no hay acciones que alcancen para que se muestre realmente la indignación que
sienten los mexicanos y el mundo sobre este caso”.
Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la
Montaña de Guerrero, coincide en que “el gobierno mexicano pretende apostarle
al olvido y al miedo”, primero a través de la intervención de grupos ajenos al
movimiento que han protagonizado actos de violencia en algunas marchas y luego
mediante declaraciones en el sentido de que los padres de familia son manejados
por las organizaciones.
“La lucha que han comenzado los padres de familia continuará
con la misma fuerza porque ellos tienen un motor muy importante que es la búsqueda
de sus hijos y los mexicanos en general, que haya justicia en el país”.
Indica que el impacto que este hecho ha generado a nivel
nacional e internacional se debe a lo delicada que es la situación por la que atraviesa
el país.
“No se puede ocultar una realidad que es muy evidente: cómo
las instituciones son responsables de este clima de violencia porque no han cumplido
con su misión de garantizar seguridad y que haya paz en el país”.
Édgar Cortez, miembro del Instituto Mexicano de Derechos
Humanos y Democracia, considera que el reclamo estará vigente mientras no se resuelvan
asuntos de fondo como la explicación clara y fundada de lo que pasó en un
número importante de los otros 22 mil casos de desapariciones forzadas que hay
en el país, se tipifique en todos los estados el delito de desaparición forzada
de personas y se discuta la organización de lo que será la Fiscalía General de
la República.
“Esa cifra de personas desaparecidas es escandalosa y en esa
medida nos tienen que dar una explicación de cuál fue la política o las
omisiones de la política de seguridad que permitieron llegar a esta situación”,
agrega.
En lo inmediato, dice, el rumbo que tome el caso dependerá
de lo que suceda en febrero aproximadamente, cuando se conozcan los resultados
de los análisis efectuados a los restos localizados en el basurero de Cocula.
Las movilizaciones
En el lapso entre la desaparición de los normalistas y el
penúltimo día del año se registraron movilizaciones en el Distrito Federal, y
los estados de Guerrero, México, Morelos, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Zacatecas,
Chihuahua, Querétaro, Oaxaca, Puebla, Chiapas, Quintana Roo, Durango, Colima y
Sinaloa.
En el mundo, las protestas abarcaron países como Brasil,
Chile, Escocia, Reino Unido, China, Vietnam, Singapur, India, Indonesia, Corea
del Sur, Argentina, Suiza, Colombia, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos,
Alemania, España, Francia y Noruega. Esto se traduce en que 27% de las
manifestaciones fueron en el extranjero.
En octubre hubo 17 días de protestas; nueve en noviembre y
10 hasta el 26 de diciembre, a la que se sumará la que se tiene prevista para
este 31 de diciembre, en la que los padres de los normalistas buscarán llegar a
la Residencia Oficial de Los Pinos, bajo la consigna de que si para ellos no
hay año nuevo, ante la desaparición de sus hijos, para las autoridades tampoco.
Realizaron una protesta similar el 24 de diciembre
Aunque en octubre se presentó el mayor número de
movilizaciones, en los dos meses posteriores se dieron las protestas más
emblemáticas, como por ejemplo: las marchas del 8 y 20 de noviembre y el 1 de
diciembre; el paro de labores de más de 100 escuelas organizado el 5 de
noviembre, y la irrupción del estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), Adán Cortés, en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la
Paz en Oslo, Noruega.
En el Distrito Federal, el 20 de noviembre y el 1 de
diciembre se registraron hechos de violencia luego de las manifestaciones
pacíficas que recorrieron la avenida Reforma hasta el Zócalo, aunque los organizadores
de las marchas y los padres de familia de los normalistas se deslindaron de los
grupos anarquistas y otros activistas que han protagonizado una serie de
desmanes a lo largo de estas jornadas en demanda de justicia.
Hasta la fecha, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
(CNDH) documenta 44 quejas de personas que fueron detenidas de manera arbitraria
y golpeadas por la Policía Federal.
José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de
las Américas de Human Rights Watch (HRW), alerta que las protestas pacíficas y legítimas
se deben diferenciar de actos violentos perpetrados por grupos ajenos al
movimiento encabezado por los familiares de los estudiantes desaparecidos.
“Ante una situación tan dramática como la que enfrentan los
familiares y la conmoción que ha causado el caso Iguala en México y otros sitios,
es comprensible que se exprese el malestar en todos los rincones, pero esta acción
legítima siempre tiene que hacerse respetando los cauces democráticos y
pacíficos”, destaca.
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Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2014/impreso/resiste-la-protesta-en-las-calles-por-ayotzinapa-221805.html
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