Delincuencia ataca los colegios y extrema seguridad
En 210 instituciones de Caracas, el personal directivo ha inyectado
recursos en el levantamiento de infraestructuras y dispositivos de
seguridad: construcción de cercas, muros, instalación de cámaras, botones de alarma, contratación de personal de vigilancia en horas nocturnas y cercado eléctrico.
En 210 instituciones de Caracas, el personal directivo ha inyectado recursos en el levantamiento de infraestructuras y dispositivos de seguridad |
Golpeado y atado a una silla se encontraba la madrugada del martes 27
de mayo el vigilante del colegio Andy Aparicio en La Vega. El custodio
escuchó un ruido extraño que lo despertó y fue a verificar. Cuando llegó
a la oficina de la dirección se topó con cuatro sujetos encapuchados
que lo atacaron con un tubo en la cara.
El hombre indefenso no pudo repeler la acción y fue atado a una silla
por dos de los antisociales, mientras que otros dos atracadores
cargaron con microondas, dos computadoras, una impresora, un escáner y
una corneta. Hasta el extintor de incendios que colgaba en la pared, fue sustraído.
Tras cargar con el botín, los antisociales se dieron a la fuga. Como
pudo el vigilante se desató y se dirigió a su casa. Se comunicó con la
directiva del plantel para contarle lo sucedido.
Zurelis Núñez, directora de la institución perteneciente a la red de
escuelas de Fe y Alegría, relató que es primera vez que ocurre un hecho
de violencia dentro de la casa
de estudios en los últimos 22 años. “Llevo más de dos décadas laborando
en el colegio y en ese tiempo se han registrado cinco hurtos. Irrumpían
en la madrugada y los delincuentes se llevaban no más de cuatro
objetos. Ahora hubo hecho grave. Estuvieron a punto de matar al custodio
que aún se encuentra de reposo por los traumatismos sufridos, derivados
del ataque”.
Este hecho ha obligado a la directiva del plantel a estudiar la posibilidad de reforzar las medidas de seguridad
con la activación de un sistema de alarma que permita prevenir
cualquier ataque contra las instalaciones y el personal de vigilancia.
Hasta tres ataques al mes
Según Trina Carmona, presidenta de la Asociación Venezolana de
Educación Católica, al mes se reportan entre dos y tres hurtos y atracos
en estos planteles y por ello el 80 por ciento de los 1.110 colegios católicos que existen en el país han hecho inversiones para evitar ser blanco del hampa.
En 210 instituciones de Caracas, el personal directivo ha inyectado
recursos en el levantamiento de infraestructuras y dispositivos de
seguridad: construcción de cercas, muros, instalación de cámaras, botones de alarma, contratación de personal de vigilancia en horas nocturnas y cercado eléctrico.
“Algunas obras se han hecho con la ayuda de la comunidad educativa ante el elevado costo de los dispositivos de seguridad”, dijo Carmona. De hecho, se conoció que un sistema eléctrico no baja de 20 mil bolívares. Las obras de infraestructuras pueden superar los 200 mil bolívares para resguardar los planteles.
En el colegio Cristo Rey de Santa Mónica, por ejemplo, el año escolar
pasado, se produjeron varios asaltos contra estudiantes a las afueras
de la institución, lo cual motivó a los miembros de la sociedad de
padres y representantes a sostener una reunión con la directiva y
funcionarios del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y
Criminalísticas, en aras de ejercer acciones para garantizar la
seguridad. Luego de la asamblea, acordaron contratar vigilancia privada.
Los planteles públicos de Catia no escapan de las arremetidas
hamponiles. Al menos una vez al mes denuncian hurtos en las
instalaciones. Según Saverio Vivas, dirigente vecinal de la zona, con
frecuencia a las afueras de los planteles Luis Espeluzin, Miguel Antonio
Caro y Cecilio Núñez, los antisociales esperan la hora de salida y
emboscan a los estudiantes para arrebatarles desde los morrales hasta
los celulares. Pese a que en estos centros se han colocado rejas para
resguardar las instalaciones, el hampa las ha vulnerado.
Escuelas de Petare vulnerables al hampa
En menos de 24 horas se produjeron dos hurtos en los colegios Leoncio
Martínez y 5 de Julio. El primero de ellos, situado en el sector Buena Vista
y el segundo en Las Casitas de Petare. Luis Viso, jefe de gestión
escolar del municipio Sucre, informó que ambos hechos se registraron
entre la noche del domingo y la madrugada de este lunes. Sujetos
desconocidos violentaron los techos y se llevaron material didáctico, equipos de sonido y amplificadores.
“Hasta hace dos años, los hurtos se registraban esporádicamente. Aunque en el último año,
se han reportado hasta tres en un mes. Se cometen arrebatones a las
afueras de los colegios y hay sujetos que se han hecho pasar por
representantes para sondear las instalaciones del colegio. Chequean si
hay objetos de valor para luego perpetrar la acción delictiva”, reseñó
Viso.
Relató recientemente que un vehículo rústico perteneciente a la
escuela municipal Doña Menca de Leoni en la comunidad La Culebrilla fue
robado. “El vehículo era usado para transportar a 100 niños de la
institución. Hace un mes el chofer fue interceptado en el kilómetro 12
de la carretera vieja Petare- Guarenas por varios hombres armados.
Lo bajaron del carro y se lo llevaron. Ahora hemos tenido que solicitar
un auto prestado para trasladar a los muchachos y a los docentes para
evitar que caminen ocho kilómetros desde sus hogares hasta la casa de
estudios y viceversa”.
En la mayoría de las instituciones públicas de Sucre no hay recursos para contratar personal de vigilancia, explicó Viso, y por ello los bedeles fungen como custodios y porteros. En los centros educativos de El Tanque, San Pascual, Las casitas y La Dolorita, el personal de mantenimiento han asumidos esas atribuciones. (EU)
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