FUNDAMERCED

lunes, 21 de octubre de 2013

La resocialización social a propósito de la Doctrina Parot

CRIMINOGÉNICA
 
La resocialización social, a propósito de la DOCTRINA PAROT

FUNDAMERCED - 20-10-2013
 
      La Doctrina Parot es el nombre bajo el cual se denomina a la sentencia dictada por el Tribunal Supremo Español, en fecha 28-02-2006, y en cuya virtud es dictado fallo respecto a un recurso interpuesto por Héctor Perrot Navarro, miembro de la organización terrorista ETA, exigiendo reducción de penas por beneficios penitenciarios.  La sentencia estableció que la reducción de pena se aplica respecto a cada una de las condenas individualmente consideradas y no sobre el máximo de tiempo de condena legalmente permitido; así pues, para ser aplicada esa reducción, según el criterio o doctrina bajo comentario, se habrá de principiar entonces por el orden de la respectiva gravedad de las penas impuestas, aplicándose los beneficios y redenciones que procedan con respecto a cada una de las penas que se encuentren cumpliendo; y extinguida que sea esa condena, se dará comienzo al cumplimiento de la siguiente, aplicándose entonces a ésta las reducciones a que haya lugar, y así sucesivamente.
       
        No obstante, este criterio fue cambiado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

         Eliminada la Doctrina Parot, la primera consecuencia es que podrán salir en libertad un sinnúmero de criminales, independientemente del número de condenas que deban purgar y de la cantidad de años que debiesen permanecer tras las rejas; por supuesto, siempre que sean merecedores del beneficio de reducción, debido a estudios o trabajo.
     
      Sin embargo, la segunda consecuencia es menos evidente que la primera: ¿Saldrán resocializados?  Hasta ahora, la sociedad había permanecido en relativa calma debido a que quién delinquiese era segregado socialmente, por ser encerrado tras las rejas; y como siempre, las disquisiciones bizantinas respecto a la función de la pena, sí punitiva, sí retributiva, etc. Empero, bajo las actuales condiciones imperantes en el sistema penitenciario, a nivel mundial, resulta que esa función resocializadora es ineficaz e inadecuada; diríamos más bién, inexistente.   Todos están a la expectativa de los derechos humanos de los criminales, y se olvidan qué es a la sociedad a quién deben preservar como ente, resocializándo a quién delinque, para evitar que siga delinquiendo.

           Una tercera consecuencia, y aún mucho menos evidente: ¿Cómo resocializar a un individuo a quién jamás socializamos?  La socialización es un proceso, y como tal conforma parte de un sistema; un criminal no se va resocializar espontáneamente ni por inercia; quizás deje de delinquir por propia elección, pero eso no implica en modo alguno el que esté resocializado; la resocialización supone e implica modificar comportamiento manifiesto debido a la internalización de determinadas pautas culturales, no el que el sujeto se abstenga de delinquir; póngamos por caso el de los abusadores sexuales, decrece su apetito sexual y cesa de incurrir en abuso sexual...implicará qué se "resocializó", no; del mismo modo ocurriría con los crímenes violentos contra la propiedad, que suelen ser cometidos mientras el sujeto goce de todas sus fuerzas, y no durante la vejez cuándo estas declinan. Sí el sujeto que antes era un atracador ahora es un dulce abuelito, eso no implica que se haya regenerado; implica sólo que sus fuerzas mermaron y quizás ahora se dedique a la estafa, una actividad más sedentaria.

                Por último, la temida cuarta consecuencia: ¿Cómo socializar eficazmente a un individuo? Tenemos el bullying, la violencia escolar, la violencia en el noviazgo, la violencia entre parejas, la violencia intrafamiliar, la violencia intergeneracional, etc. y esa violencia se ha extendido por doquier.  Debe existir una falla en alguna parte, socialmente hablando; sí la sociedad es un ente, debe entonces regular el comportamiento de sus miembros; sin embargo, existe una grave falla que entorpece el funcionamiento de toda esa estructura social, y esa falla viene dada por la indisciplina y la impunidad, denunciadas desde la época de Beccaria.
                 
                    ¿Quieren leer por sí mismos la Doctrina Parot, visita nuestra BASE DE DATOS.
                      Mientras tanto, aguardaremos por sus comentarios.

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