FUNDAMERCED

martes, 13 de agosto de 2013

OPERACIÓN MIRANDA: LAS PELÍCULAS SNUFF DE LEONARD LAKE Y CHARLES NG





OPERACIÓN MIRANDA: LAS PELÍCULAS SNUFF DE LEONARD LAKE Y CHARLES NG

Autor: FUNDAMERCED


                                                     

      Leonard Lake y Charles Ng son dos asesinos en serie. Ambos tuvieron una infancia difícil y provenían de hogares disociados, ambos fueron huérfanos a edades tempranas; estas carencias características quizás expliquen el que hayan delinquido. Pero no las justifican; de ser así, deberíamos entonces clausurar todos los recintos penitenciarios y no apresar a nadie más. Todo delincuente tiene en su pasado y quizás hasta en su propio genotipo, una razón para delinquir; sin excepción. Deberíamos más bién darle entonces  una palmadita a todo delincuente, en vez de segregarlos para impedir sigan delinquiendo, lo cual socialmente es absurdo y ridículo.

       Leonard Lake perdió a su madre a los seis años de edad, y coincidencialmente comenzó a mostrar signos de sadismo: En la escuela, en vez de limitarse a diseccionar ofidios y batracios como todo estudiante, procuraba eliminarlos, dando así muestras de sadismo: Los eliminaba usando ácidos. Su gran pasión fue verlos retorcerse, mientras eran consumidos por la acción del ácido; tenía una brutal afición. Mientras tanto, Charles Ng, también huérfano y prepúber, se dedicaba a molestar a sus compañeros de clases, bulliándolos, llegando al extremo de incendiar a su propia escuela, hecho por el cual fue suspendido. Sin embargo, ambos eran unos niños, unos angelitos, y nadie quiso advertir que ese sadismo y esa violencia son signos de proclividad criminal. Por supuesto, pasaron los años, y esa inadvertencia les permitió a ambos convertirse en asesinos en serie.                                                    
                     Del mismo modo, esa misma inadvertencia permitió años luego que ambos sujetos se aliaran, unidos por su pasión por las armas y por los actos sádicos, convirtiéndose así en cómplices y en asesinos en serie. Secuestraron entre 25 y 50     personas, entre hombres, mujeres y niños; asesinaron a la mayoría, reservándose sólo a las hembras; las utilizaban como una especie de pareja sexual desechable; apenas se hastiaban de mantener relaciones sexuales con esas mujeres, las eliminaban, asesinándolas; no mediaba amor ni odio, sólo fastidio.

     Inspirados por una novela, “El coleccionista de huesos”, de John Fowles, construyeron un bunker, para alojar  a sus víctimas, a quienes siempre pretendieron esclavizar sexualmente, mientras filmaban sus actos depravados. El bunker fue construído en Wilseyville, California; y allí la policía incautó un inmenso material gore y snuff, cuándo los atrapó. Ya estaba en pleno desarrollo la “Operación Miranda”, nombrada así en honor a la víctima de la novela ya referida.

    Como parte de la Operación Miranda, estos depravados filmaron a sus víctimas femeninas, a quienes indistintamente llaman  “Señora M”: Captan el  tormento que sufrieron, para su posterior visualización. Después de la incursión del bunker de éstos, la policía recuperó las cintas que los asesinos en serie habían filmado. El contenido de las cintas se filtró y las podemos encontrar hasta en Youtube. No es “crimificción”, como algunos ignorantes podrían suponer; es historia, es realidad.

   Las mujeres víctimas de Leonard Lake y Charles Ng pasaron por el propio infierno mientras estuvieron encerradas en un bunker construído especialmente para torturar, las cintas Operación Miranda no contienen nada de eso. Leonard Lake y Charles Ng violaron y torturaron a sus víctimas mujeres antes de asesinarlas y quemando sus cuerpos, pero sin violarlas; sólo se refleja la tortura; no las filmaron mientras la violaban. Todo el registro fílmico está centrado en  la tortura psicológica, pero eso es todo, además de la “filosofía” del propio Leonard Lake.

    Las víctimas en las cintas parecen muy relajadas. Brenda O'Connor siente sólo curiosidad  por saber el paradero de su bebé; y Kathleen Allen parece que no podía esperar ninguna tortura; pero ello no implica que no hayan sido torturadas ni asesinadas, pues en realidad fueron torturadas, violadas y torturadas. Así lo confirman sus respectivos cadáveres.

    También hay rumores de que las torturas reales fueron registradas en cintas snuff, y que Leonard Lake las vendió por una  gran suma de dinero. De ser cierto, tendría mucho sentido; los asesinos sometieron a las niñas a tortura sistemática, las violaron y las mataron, ¿por qué no grabar y sacar provecho?  Ninguna de esas cintas han sido  recuperadas, supuestamente, por lo que el rumor sigue siendo un rumor. Para dilucidar la duda, sólo restaría que quién tenga por ahí  un video de lo que realmente sucedió en Wilseyville, las distribuya, compartiéndola, así exija a cambio un montón de dinero, las cuales ya seguramente distribuyó.




   Moraleja: La Realidad esta allí, ante nuestros ojos, no en los libros ni en los datos consensuados; la Ciencia afirma que los objetos más pesados que el aire no pueden volar, pero alguién que ignoraba existía ese axioma científico, voló el primer avión planeador; la Ciencia también afirmó que las rocas no podían caer desde arriba, desde el cielo, y ahora sabemos que hasta los dinosaurios perecieron por un meteorito caído en Yucatán….¿que nos queda?  Ahhhh….que el bullying o  violencia escolar es sólo eso, rubieras…cosas de muchachos…conducta disruptiva…en vez de una nueva faceta del fenómeno criminal.

    Los criminológos debemos trabajar no en entelequías, ni en datos consensuados;, debemos trabajar respecto a aquello que constituya un comportamiento socialmente inaceptable...debemos romper paradigmas, crear un nuevo paradigma...para así situarnos en esta nueva sociedad, una sociedad globalizada. 
                                                
                                          

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