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sábado, 23 de agosto de 2014

Lider carcelario habla del asesinato del creador de CARCEL O INFIERNO

6toPoder






Wilmito habla del asesinato del novio de Rosita


El pran afirma que solo el gobierno puede decirle al mundo lo que pasa en las cárceles

wilmito

Rainier Márquez Lisil @rainiermarquez
 
agosto 17, 2014

Tras el asesinato de Luidig Ochoa, creador de la caricatura “Cárcel o Infierno”, difundida por las redes sociales, así como de la producción audiovisual “Somos Ladrones”, el pran Wilmer Brizuela conversó con este semanario acerca de este hecho y de la ley del silencio que existe entre los privados de libertad.
 
cara e muertoWilmer Brizuela,  alias Wilmito, era el pran de Vista Hermosa en Ciudad Bolívar, lugar donde mantuvo el control durante el tiempo de su reclusión y de donde se escapó para ser reingresado.  En marzo de este año fue trasladado al área de Mínima Seguridad de la cárcel de Tocuyito, en el estado Carabobo. Brizuela expresó su opinión acerca del asesinato de Luidig Ochoa, novio de la actriz Jimena Araya y creador de la caricatura difundida en las redes sociales que lleva por nombre “Cárcel o Infierno”, así como de la producción “Somos Ladrones”.

Ochoa, alias “Care Muerto” fue asesinado el sábado 9 de agosto a pocos metros de su residencia en la calle Independencia en Maracay, estado Aragua. Ochoa era expresidiario de la cárcel de Tocorón, y al salir se dedicó a la ilustración gráfica de caricaturas y a la producción audiovisual.

Según información suministrada por el CICPC, Ochoa salió de su residencia en su motocicleta y fue interceptado por un sujeto que portaba un arma de fuego. Ochoa entregó la motocicleta donde se trasladaba y el sujeto le propinó varios disparos que acabaron con su vida.

Brizuela, al conocer el fallecimiento de Ochoa, reaccionó publicando en las redes sociales un mensaje que rezaba: “Ahora quien le informa todo al gobierno por medio de caricaturas y videos le llaman actor de cine. Se acabó la echadera de paja que tenía con el gobierno diciéndole qué pasaba o no en las cárceles”, reza el mensaje.

Brizuela finalizó la misiva: “No nos alegramos, pero tampoco nos entristece. A lo malo, malo y a lo bueno, bueno”.

Ante estas declaraciones, en una entrevista exclusiva, este semanario recogió las declaraciones de Wilmito acerca de este hecho y sus palabras acerca de la ley del silencio que existe entre los privados de libertad.

-El país supo acerca de la muerte de Luidig Ochoa ¿qué opinión tiene Wilmer Brizuela acerca de este hecho?
Yo, como mucha gente, me enteré de la muerte del muchacho a través de las redes sociales. Sobre el comentario que hice y que se publicó en los medios de comunicación, aclaro que nosotros los internos tenemos un código. Es una moral, una responsabilidad que tenemos sobre aquello que no se le puede decir al país o al gobierno, por ejemplo, qué se hace en las cárceles y qué no. Ese es uno de los motivos por lo que en muchas cárceles del país estábamos descontentos con Ochoa, porque por medio de la caricatura, entrevistas y películas que él sacaba al público se mostraba lo que sucede y lo que se vive en las cárceles. Ningún interno tiene que hablar acerca de lo que ve. Ahora, si el mismo gobierno saca lo que le conviene pues estamos de acuerdo, es el Estado el que está sacando lo que le conviene o no, es como que alguien diga lo que hace en la intimidad de su casa. Por eso me expresé, no tenía nada en contra de Ochoa, pero a medida que salieron las caricaturas se fue “malponiendo” a los penales, porque hay cosas que pasarían y cosas que no pasarían, por eso hice mi comentario.

-¿Mostrar lo que sucede en las cárceles va contra el código interno? ¿Está vetado hablar acerca de lo que se ve en la cárcel?
Eso no lo inventamos nosotros. Muchos nos ven como líderes negativos, para nadie nosotros somos líderes positivos. Yo creo que siempre va a existir lo negativo hacia nosotros. “La moral” y las reglas de la cárcel no la inventamos nosotros, eso ha sucedido desde que las cárceles existen; siempre ha existido esa seriedad entre los privados de libertad, de no estar difundiendo, ni estar diciendo lo que pasa en las cárceles. Hay un dicho entre los privados de libertad: “lo que pasa en la cárcel se queda en la cárcel”, y es por eso que esa clase de comentarios y de caricaturas, como las de Ochoa, nosotros los internos y yo, no como líder, ni como pran, como muchos me dicen, sino como privado de libertad, creemos que no se ve bien. Quien ha sido privado de libertad no puede estar diciendo lo que pasa en las cárceles. De eso se encarga el gobierno, de averiguar y decirle al mundo qué es lo que pasa en las cárceles, o no.

-Pero se comenta que las caricaturas eran para sensibilizar a la gente y para que los jóvenes no cayeran en la delincuencia, porque mostraban la realidad de lo que sucedía en las cárceles.
-Mucha gente puede pensar que era para sensibilizar, pero yo pienso que eso no es así. ¿Cómo vas a sensibilizar a tu hijo poniéndole una caricatura donde una persona le da un tiro en la cabeza a otra? Yo pienso que eso no sensibiliza a los jóvenes, a nadie. La sensibilidad es sacar una caricatura donde se muestre a un hombre pensante.

-Usted dijo: “Se acabó la echadera de paja que tenía con el gobierno diciéndole qué pasaba o no en las cárceles” ¿Cómo las caricaturas de Luidig Ochoa pueden informar al gobierno de lo que sucede? ¿Es que acaso el gobierno no sabe de la realidad de las cárceles?
-Claro que el gobierno lo sabe. Todos lo sabemos, pero tenemos que estar muy claros en que nada es perfecto en el mundo y mucho menos en las cárceles, donde muchos hemos tenido problemas de conducta y mentalidades diferentes. Pero las referencias sobre las cárceles las tiene que dar el gobierno, ese es mi punto de vista y lo que hemos aprendido en estas cuatro paredes. Así nosotros queramos decir que el mundo es negro no podemos, porque es una responsabilidad y una seriedad que tenemos dentro de las cárceles, pero está bien que el gobierno diga dónde hay fallas y dónde no. Por eso comenté que se había acabado la echadera de paja, porque una persona se encargaba de decir lo que pasaba. Nunca nadie ha sacado una caricatura donde se vea que en las cárceles también hay talento deportivo, cultural, musical. Siempre he criticado que muchas redes sociales se encargan de sacar solo lo malo. Por eso hice ese comentario, porque no deberíamos difundir lo que pasa y tampoco se debe nombrar a personas en las caricaturas. Yo no puedo nombrar en una entrevista a alguien sin que esa persona me dé la autorización para nombrarlo, y esas caricaturas generaron molestia, crearon odio, descontento con él, porque no tenía que hacer eso. Una caricatura de violencia no sensibiliza a nadie, lo digo por experiencia y por lo que he vivido, por lo que he visto en las cárceles en mis 13 años preso. No podemos hablar de algo negativo hacia la calle, no podemos decir que aquí sucede esto o lo otro, ni trasmitir lo negativo a la sociedad, porque nosotros, al salir de la cárcel, vamos a la sociedad. Si transmitimos lo negativo ¿cómo la sociedad nos va a ver? Si aun cuando uno sale en libertad lo tildan como el peor terrorista del mundo, imagínate si uno cuenta las cosas que pasan. Sin embargo, las cárceles han cambiado entre un 85% o 95%. En la mayoría de las cárceles ahora hay otra mentalidad, otros principios, de cómo sobrevivir haciendo cultura, haciendo deporte y eso ha ampliado la mentalidad de los privados de libertad en el país.

-¿Qué significa “No nos alegramos pero tampoco nos entristece,  pero a lo malo, malo y a lo bueno, bueno”?
Eso significa que el que hace lo bueno es bueno, y el que hace lo malo le va mal. Con lo de que “no nos entristece y no nos contentamos” quiero decir que estamos imparciales frente al hecho.

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Fuente: http://www.6topoderweb.com/2014/08/17/wilmito-ningun-interno-puede-hablar-de-lo-que-ve-en-la-carcel/

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