La conducta antisocial y la
apatía, síntomas comunes de agresores y víctimas del acoso escolar
Según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona:
- En su mayoría son chicos de 13 años que cursan segundo o tercero de
la ESO.
- Suelen tener comportamientos antisociales y sentirse cansados o
nerviosos.
- Los agresores acostumbran a fumar y beber alcohol y las víctimas
tienen sobrepeso o ser obesos.
- El 16,7% de los alumnos de Secundaria sufre o
ejerce el bullying.
20MINUTOS.ES. 18.07.2013
Los agresores y las víctimas del acoso escolar
no son tan distintos como se puede creer. Según un estudio de la Agencia de
Salud Pública de Barcelona (ASPB), comparten edad, sexo y estado de ánimo
negativo. Las principales diferencias son que los primeros consumen alcohol y
marihuana mientras que los segundas no toman estas sustancias pero tienen
sobrepeso. Un pequeño porcentaje es víctima y agresor.
El informe, publicado en
la revista Gaceta Sanitaria, ha sido elaborado a partir de una muestra de 3.089
alumnos de 80 institutos de la capital catalana de entre 13 y 18 años. De
estos, un 16,7% está involucrado en casos de bullying, un 5,8% es víctima del
acoso escolar, un 8,1% lo ejerce y un 2,3% tiene ambos roles.
Por sexos, el
7,1% de los chicos y el 4,7% de las chicas padecen acoso escolar y lo ejercen
el 11,2% y el 5,2%, respectivamente. Este fenómeno se da especialmente en
segundo de la ESO —cuando lo padecen el 18,2% de los chicos y el 14,4% de las
chicas—, y en tercero —cuando la sufren el 10,9% de los chicos y el 4,5% de las
chicas—. Estos porcentajes descienden sensiblemente en cuarto.
El perfil del
acosador corresponde al de un joven de 13 años que fuma cannabis, mientras que
el de la víctima —se considera como tal a los alumnos que han sufrido insultos,
agresiones físicas y marginación— es el de un joven de la misma edad con
sobrepeso. Ambos suelen tener comportamientos antisociales y a menudo se
sienten cansados, aburridos, nerviosos o tensos.
Los investigadores sostienen
que el acoso escolar no solo puede tener consecuencias en la salud de los
adolescentes que lo sufren o lo ejercen, sino que, además, tanto víctimas como
agresores pueden padecer desórdenes psicológicos en la edad adulta.
Factores de
riesgo
Uno de los principales factores de riesgo para sufrir este tipo de acoso
es el sobrepeso y la obesidad, y puede favorecer que quienes lo sufren sean
marginados por sus compañeros. Las víctimas se suelen sentir tristes, tener una
baja autoestima, sentirse físicamente distintas y tener dificultades para
conciliar el sueño.
Son conclusiones similares a las de otros estudios pero se
ha constatado que las víctimas del bullying no suelen consumir cannabis ni
alcohol pese a lo que se decían en otras investigaciones. Habitualmente, su
entorno familiar les sobreprotege.
En cambio, los agresores sí consumen alcohol
y cannabis. Los investigadores sostienen que el tabaco puede ser una señal pues
los agresores se sienten seguros de sí mismos y tienden a no tener reglas
sociales.
Con todo recomiendan a los colegios, especialmente a los que detectan
comportamientos antisociales y violentos en algunos de sus estudiantes, que
apliquen planes de prevención del acoso escolar, que incluyen enseñar a los
alumnos a desarrollar habilidades sociales y emocionales para crear un clima
escolar positivo
___________
Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/
Según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
En su mayoría son chicos de 13 años que cursan segundo o tercero de la ESO.
Suelen tener comportamientos antisociales y sentirse cansados o nerviosos.
Los agresores acostumbran a fumar y beber alcohol y las víctimas tienen sobrepeso o ser obesos.
El 16,7% de los alumnos de Secundaria sufre o ejerce el bullying.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
20MINUTOS.ES. 18.07.2013
Los agresores y las víctimas del acoso escolar no son tan distintos como
se puede creer. Según un estudio de la Agencia de Salud Pública de
Barcelona (ASPB), comparten edad, sexo y estado de ánimo negativo. Las
principales diferencias son que los primeros consumen alcohol y
marihuana mientras que los segundas no toman estas sustancias pero
tienen sobrepeso. Un pequeño porcentaje es víctima y agresor.
El informe, publicado en la revista Gaceta Sanitaria, ha sido elaborado a
partir de una muestra de 3.089 alumnos de 80 institutos de la capital
catalana de entre 13 y 18 años. De estos, un 16,7% está involucrado en
casos de bullying, un 5,8% es víctima del acoso escolar, un 8,1% lo
ejerce y un 2,3% tiene ambos roles.
Por sexos, el 7,1% de los chicos y el 4,7% de las chicas padecen acoso
escolar y lo ejercen el 11,2% y el 5,2%, respectivamente. Este fenómeno
se da especialmente en segundo de la ESO —cuando lo padecen el 18,2% de
los chicos y el 14,4% de las chicas—, y en tercero —cuando la sufren el
10,9% de los chicos y el 4,5% de las chicas—. Estos porcentajes
descienden sensiblemente en cuarto.
El perfil del acosador corresponde al de un joven de 13 años que fuma
cannabis, mientras que el de la víctima —se considera como tal a los
alumnos que han sufrido insultos, agresiones físicas y marginación— es
el de un joven de la misma edad con sobrepeso. Ambos suelen tener
comportamientos antisociales y a menudo se sienten cansados, aburridos,
nerviosos o tensos.
Los investigadores sostienen que el acoso escolar no solo puede tener
consecuencias en la salud de los adolescentes que lo sufren o lo
ejercen, sino que, además, tanto víctimas como agresores pueden padecer
desórdenes psicológicos en la edad adulta.
Factores de riesgo
Uno de los principales factores de riesgo para sufrir este tipo de acoso
es el sobrepeso y la obesidad, y puede favorecer que quienes lo sufren
sean marginados por sus compañeros. Las víctimas se suelen sentir
tristes, tener una baja autoestima, sentirse físicamente distintas y
tener dificultades para conciliar el sueño.
Son conclusiones similares a las de otros estudios pero se ha constatado
que las víctimas del bullying no suelen consumir cannabis ni alcohol
pese a lo que se decían en otras investigaciones. Habitualmente, su
entorno familiar les sobreprotege.
En cambio, los agresores sí consumen alcohol y cannabis. Los
investigadores sostienen que el tabaco puede ser una señal pues los
agresores se sienten seguros de sí mismos y tienden a no tener reglas
sociales.
Con todo recomiendan a los colegios, especialmente a los que detectan
comportamientos antisociales y violentos en algunos de sus estudiantes,
que apliquen planes de prevención del acoso escolar, que incluyen
enseñar a los alumnos a desarrollar habilidades sociales y emocionales
para crear un clima escolar positivo.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
20MINUTOS.ES. 18.07.2013
Los agresores y las víctimas del acoso escolar no son tan distintos como
se puede creer. Según un estudio de la Agencia de Salud Pública de
Barcelona (ASPB), comparten edad, sexo y estado de ánimo negativo. Las
principales diferencias son que los primeros consumen alcohol y
marihuana mientras que los segundas no toman estas sustancias pero
tienen sobrepeso. Un pequeño porcentaje es víctima y agresor.
El informe, publicado en la revista Gaceta Sanitaria, ha sido elaborado a
partir de una muestra de 3.089 alumnos de 80 institutos de la capital
catalana de entre 13 y 18 años. De estos, un 16,7% está involucrado en
casos de bullying, un 5,8% es víctima del acoso escolar, un 8,1% lo
ejerce y un 2,3% tiene ambos roles.
Por sexos, el 7,1% de los chicos y el 4,7% de las chicas padecen acoso
escolar y lo ejercen el 11,2% y el 5,2%, respectivamente. Este fenómeno
se da especialmente en segundo de la ESO —cuando lo padecen el 18,2% de
los chicos y el 14,4% de las chicas—, y en tercero —cuando la sufren el
10,9% de los chicos y el 4,5% de las chicas—. Estos porcentajes
descienden sensiblemente en cuarto.
El perfil del acosador corresponde al de un joven de 13 años que fuma
cannabis, mientras que el de la víctima —se considera como tal a los
alumnos que han sufrido insultos, agresiones físicas y marginación— es
el de un joven de la misma edad con sobrepeso. Ambos suelen tener
comportamientos antisociales y a menudo se sienten cansados, aburridos,
nerviosos o tensos.
Los investigadores sostienen que el acoso escolar no solo puede tener
consecuencias en la salud de los adolescentes que lo sufren o lo
ejercen, sino que, además, tanto víctimas como agresores pueden padecer
desórdenes psicológicos en la edad adulta.
Factores de riesgo
Uno de los principales factores de riesgo para sufrir este tipo de acoso
es el sobrepeso y la obesidad, y puede favorecer que quienes lo sufren
sean marginados por sus compañeros. Las víctimas se suelen sentir
tristes, tener una baja autoestima, sentirse físicamente distintas y
tener dificultades para conciliar el sueño.
Son conclusiones similares a las de otros estudios pero se ha constatado
que las víctimas del bullying no suelen consumir cannabis ni alcohol
pese a lo que se decían en otras investigaciones. Habitualmente, su
entorno familiar les sobreprotege.
En cambio, los agresores sí consumen alcohol y cannabis. Los
investigadores sostienen que el tabaco puede ser una señal pues los
agresores se sienten seguros de sí mismos y tienden a no tener reglas
sociales.
Con todo recomiendan a los colegios, especialmente a los que detectan
comportamientos antisociales y violentos en algunos de sus estudiantes,
que apliquen planes de prevención del acoso escolar, que incluyen
enseñar a los alumnos a desarrollar habilidades sociales y emocionales
para crear un clima escolar positivo.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
20MINUTOS.ES. 18.07.2013
Los agresores y las víctimas del acoso escolar no son tan distintos como
se puede creer. Según un estudio de la Agencia de Salud Pública de
Barcelona (ASPB), comparten edad, sexo y estado de ánimo negativo. Las
principales diferencias son que los primeros consumen alcohol y
marihuana mientras que los segundas no toman estas sustancias pero
tienen sobrepeso. Un pequeño porcentaje es víctima y agresor.
El informe, publicado en la revista Gaceta Sanitaria, ha sido elaborado a
partir de una muestra de 3.089 alumnos de 80 institutos de la capital
catalana de entre 13 y 18 años. De estos, un 16,7% está involucrado en
casos de bullying, un 5,8% es víctima del acoso escolar, un 8,1% lo
ejerce y un 2,3% tiene ambos roles.
Por sexos, el 7,1% de los chicos y el 4,7% de las chicas padecen acoso
escolar y lo ejercen el 11,2% y el 5,2%, respectivamente. Este fenómeno
se da especialmente en segundo de la ESO —cuando lo padecen el 18,2% de
los chicos y el 14,4% de las chicas—, y en tercero —cuando la sufren el
10,9% de los chicos y el 4,5% de las chicas—. Estos porcentajes
descienden sensiblemente en cuarto.
El perfil del acosador corresponde al de un joven de 13 años que fuma
cannabis, mientras que el de la víctima —se considera como tal a los
alumnos que han sufrido insultos, agresiones físicas y marginación— es
el de un joven de la misma edad con sobrepeso. Ambos suelen tener
comportamientos antisociales y a menudo se sienten cansados, aburridos,
nerviosos o tensos.
Los investigadores sostienen que el acoso escolar no solo puede tener
consecuencias en la salud de los adolescentes que lo sufren o lo
ejercen, sino que, además, tanto víctimas como agresores pueden padecer
desórdenes psicológicos en la edad adulta.
Factores de riesgo
Uno de los principales factores de riesgo para sufrir este tipo de acoso
es el sobrepeso y la obesidad, y puede favorecer que quienes lo sufren
sean marginados por sus compañeros. Las víctimas se suelen sentir
tristes, tener una baja autoestima, sentirse físicamente distintas y
tener dificultades para conciliar el sueño.
Son conclusiones similares a las de otros estudios pero se ha constatado
que las víctimas del bullying no suelen consumir cannabis ni alcohol
pese a lo que se decían en otras investigaciones. Habitualmente, su
entorno familiar les sobreprotege.
En cambio, los agresores sí consumen alcohol y cannabis. Los
investigadores sostienen que el tabaco puede ser una señal pues los
agresores se sienten seguros de sí mismos y tienden a no tener reglas
sociales.
Con todo recomiendan a los colegios, especialmente a los que detectan
comportamientos antisociales y violentos en algunos de sus estudiantes,
que apliquen planes de prevención del acoso escolar, que incluyen
enseñar a los alumnos a desarrollar habilidades sociales y emocionales
para crear un clima escolar positivo.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1874887/0/estudio/victimas-agresores/acoso-escolar/#xtor=AD-15&xts=467263
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